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Vanity Fea

Mis ruegos y preguntas

Ayer tuvimos Consejo de Departamento. Se estrenaba la nueva Dirección del Departamento, con el Dr. Ignacio Guillén como director, que nos comunicó sus buenos propósitos para reconducir estas reuniones a menudo conflictivas: dar la palabra según un turno estricto acorde al reglamento administrativo, y hacer constar en las actas únicamente resoluciones, los menos nombres posibles, y (como la ley no deja opción y hay que hacerlo) aquellas manifestaciones o explicaciones de voto que los miembros del departamento quieran hacer constar explícitamente.

Bien está recordar la normativa administrativa... pero quizá todos necesitaríamos un cursillo intensivo, o extensivo de ella. Para empezar, ya hubimos de recordar en la reunión de ayer, por enésima vez, la diferencia entre "aprobar la redacción del acta de una comisión" (en tanto que el acta da fe de lo que se dijo de la reunión y de las propuestas que se hicieron al Consejo) y "aprobar la actuación de la comisión" (es decir, asumir el Consejo como propias las propuestas de esa comisión y llevarlas a efecto sin modificación alguna, o con las modificaciones pertinentes que se hagan constar en el Acta del Consejo). Es ésta una diferencia cuyo nivel de abstracción es al parecer prohibitivo; un escollo conceptual que parece insalvable no sólo para la mayoría de los miembros del Departamento, sino para una Dirección tras otra. En este escollo nos estrellamos cada vez que hay que corregir o modificar las propuestas de alguna comisión.

En fin, espero que esta resolución del nuevo director de minimizar papel administrativo no se aplique a la sección de "ruegos y preguntas" de las actas, que siempre han constado explícitamente y con nombres y apellidos —no "se ruega que tal y cual", sino "el Dr. García Landa ruega que tal"—malo sería que pasásemos a hacer constar solamente que "alguien ruega algo"—por evitar entrar en particulares.

Por si acaso, aquí constan mis ruegos y preguntas de este consejo:

1) Sobre criterios de asignación docente. Al haber intentado inútilmente que el Director tratase como asunto de este Consejo, a pesar de haber dirigido un escrito a él, a la coordinadora del postgrado y a la presidenta de la comisión de postgrado, pido que conste en acta este ruego / protesta:

"Ruego conste en acta mi pregunta a la Dirección sobre el informe solicitado en escrito de fecha 21/5/2008 pidiendo que se dé una justificación académicamente coherente de nuestra exclusión del postgrado (de la Dra. Penas y mía) y de las palabras de la Coordinadora del Postgrado en el Acta 8 de la Comisión de Postgrado aduciendo que "no somos especialistas" en esas materias—un criterio supuestamente experto que nos excluye. Ruego conste asimismo mi protesta ante la negativa de la Dirección a tratar esta cuestión o elaborar dicho informe, así como ante las evasivas de la Dirección para evitar que haya siquiera mención de su postura en el acta de esta u otra sesión del Consejo de Departamento."


El Director se escurrió como pudo, aclarando que el criterio de la Dra. Onega no era el de la Dirección—pero cuando le pedí que explicitase el criterio de la Dirección, me dijo que en su despacho me lo podría decir. Ante lo cual dije que no me interaba la opinión privada o secreta del director, sino la que tuviese como Director, evidentemente, y que se pudiese manifestar públicamente en un Consejo. Pero el Director ni hacer constar en acta quería, que se negaba a dar curso a nuestra petición, ni a emitir ningún tipo de opinión sobre los criterios de asignación docente que pasan por buenos en nuestro postgrado. Así que lo hice constar yo por mi cuenta. Recordándole al Consejo que este asunto estaba sometido a juicio, cosa que no pasa en este Departamento ni todos los años ni todas las décadas, por lo cual podría pensarse que merecería unos minutos de atención.

2) Sobre las jornadas de Literatura y Cultura que se van a organizar este año (otra vez) en Jaca. Hice constar mi protesta porque estas decisiones organizativas se tomen en un corrillo a puerta cerrada, y no en ningún órgano departamental representativo—como la Sección de Literatura y Cultura, o el propio Consejo. ¿Qué tal parecería, les dije, si yo anunciase, sin encomendarme a Dios ni al Diablo, que las jornadas se van a celebrar en Biescas—en mi pueblo, donde tengo casa—y que me llevo por supuesto la subvención de dinero público asignada a ellas? ¿Así sin preguntar? Pues no sólo parecería mal, sino que a mí no se me permitiría. A otros, sí, por lo visto. Por otra parte (y aun reconociendo el mérito de quienes se dedican a organizar congresos, que contra eso no tengo nada) hay que hacer notar que parte de la finalidad de estas jornadas era (al menos en origen, cuando se instituyeron) que los estudiantes de nuestra especialidad tuvieran ocasión de asistir a un congreso. Y ahora se implantado la costumbre de organizarlas en Jaca, donde este departamento no imparte docencia ni tenemos estudiantes. Genial. Pero no tan genial, claro. Esto merecería como poco que se discutiese, o replantease, en un órgano representativo, y no en grupos de amigos y colaboradores.

3) Sobre la representación de los estudiantes. Pronto va a haber elecciones a los distintos grupos representados en este Consejo de departamento. Hago notar que hace años que no aparece por los Consejos de Departamento ni un solo representante de estudiantes. Años. Y ni uno. Es una cuestión digna de la atención de la Dirección. Le ruego al Director que se interese por esto, visto que esas personas elegidas con su inasistencia no sólo se están perjudicando a sí mismas—sino que son representantes de otros, de representados que quedan estafados o descuidados por sus delegados.*

4) Sobre los criterios de reparto de gastos. En lo referente a libros y a DVDs se siguen dos políticas diferentes: los libros, cada profesor tiene un gasto asignado, al que debe limitarse. Los DVDs, por el contrario, van todos a un fondo común, al margen del gasto de cada profesor. Con lo cual sale beneficiado quien haga un amplio gasto de DVDs como material: no sólo tendrá la misma asignación que todos los demás, sino que dispone admás de los fondos comunes sin límite apreciable. Es una situación, por si no se me entiende, como hecha a la medida para beneficiar a quienes estudien cine. Que a mí también me encanta el cine, pero mejor que se traten estos materiales con el mismo criterio que los libros. Al menos mientras estemos aún en Filología, y no todavía en Cinefilia.

5). Last but not least. El Centro de Lenguas Modernas. Le envié al Director anterior un escrito solicitando que se tratase en Consejo la invasión antiestatutaria de competencias que supone para nuestro departamento la creación de un Centro de Lenguas Modernas. El anterior director, Dr. Inchaurralde, decidió ignorarlo. ¿Va a interesarse la actual dirección por este asunto, o va a ignorarlo también? La Dra. Jaime también opina sobre la poca base administrativa de este Centro, y la manera improvisada y desinformada en que lo creó el Consejo de Gobierno. Un centro sin profesores de los Cuerpos Docentes Universitarios, por cierto. Y a esta cuestión sí responde el Director que podía ser oportuno hacer algo ante el Rectorado (aunque dudo que se vaya a llegar al contencioso administrativo, única solución posible, según hago notar).

Y de todas estas cuestiones en general se toma nota... pero que se me haga algún tipo de caso ya es otra cuestión. En lo que a mí respecta, este Departamento se ha acostumbrado peligrosamente a adoptar la postura de silencio impasible ante las cuestiones que le planteo, y si por un oído le entra el ruego, por el otro le sale. Contra el vicio de rogar, ya se sabe. Será que hay que dar con el mazo, además de rogar—pero en la administración el mazo lo tiene siempre quien preside el órgano en cuestión. Si no se cursa nada por escrito, si no se atiende a la solicitud de tratar las cosas en el Consejo, o si no se interponen recursos llegado el momento, todo queda en palabrería y letra muerta. Y ya van bastantes años que disiento tanto de la dirección de mi departamento, o disienten tanto de mí las sucesivas direcciones, que mis ruegos quedan por lo general sin atender, y mis preguntas sin contestar.


* PS: sobre las elecciones a representantes de estudiantes—noticia de hoy que nos comunica nuestra junta electoral:
Se da por concluido el proceso electoral en lo que respecta al sector D5, dado que no hay candidatos, y siguiendo las instrucciones y recomendaciones dirigidas a directores de departamento y profesores secretarios de centro y de departamento, en relación con las elecciones de estudiantes en consejos de departamento (Secretaría General, 18 de marzo de 2004), punto 8: “Si no se presentase ninguna candidatura, la junta electoral del departamento dará por concluido el proceso electoral, declarando vacantes los puestos de representación de los estudiantes.”
No obstante, dado que es muy recomendable la presencia de estudiantes en Consejo, la Junta acuerda la celebración de elecciones en dicho sector una vez iniciado el período de clases del curso 2008-2009.

Una de calidad y otra de arena

 

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