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La falacia cosmológica y la falacia modélica

lunes, 5 de agosto de 2013


La falacia cosmológica y la falacia modélica


De paseo por la playa pensaba en la interacción de todas las cosas, no sólo por sus efectos en mis pensamientos, sino también entre sí. Esta playa está aquí por la forma de la costa y las corrientes, y el efecto de los vientos. Esta roca hace que detrás se acumule la arena de tal manera, y que la roca de enfrente se erosione precisamente de esta forma y no de otra, al rebotar las olas en la primera. Todo el universo es un vasto sistema de interacciones que sólo se pueden describir con modelos abstractos, pues cada fenómeno concreto tiene una complejidad inabarcable. Esto es la otra cara de la moneda de lo que Lee Smolin llama la falacia cosmológica, que nos lleva a describir el universo entero con modelos idealizados y abstractos. La complejidad de cada fenómeno individual es inabarcable; cuánto más la del universo y sus interacciones. De allí la necesidad de los modelos, y sus insuficiencias.

Uno de los puntos básicos de libro de Lee Smolin Time Reborn es la necesidad de entender el universo en sus propios términos globales, sin reducirlo a un modelo que lo simplifique indebidamente, ni lo interprete como si fuese la parte de un todo. La ciencia del paradigma newtoniano se basa en la construcción de tales modelos; son adecuados para proporcionar explicaciones aproximadas, y por abstracción, de sistemas parciales de intereacciones—es lo que Smolin llama hacer physics in a box. Pero dan lugar a errores de concepto cuando se pretenden aplicar al universo entero. Aquí explica Smolin lo que llama la falacia cosmológica de la física moderna:

The philosophers who sought to understand what holds the Earth up were making a simple mistake—taking a law that applies locally and applying it to the whole universe. Their universe was Earth and sky, and ours is a vast cosmos filled with galaxies, but the same mistake underlies much of the confusion of current cosmological speculation. And yet nothing seems more natural, for if a law is universal why shouldn't it apply to the universe? It remains a great temptation to take a law or principle we can successfully apply to all the world's subsystems and apply it to the universe as a whole. To do so is to commit a fallacy I will call the cosmological fallacy.

The universe is an entity different in kind from any of its parts. Nor is it simply the sum of its parts. In physics, all properties of objects in the universe are understood in terms of relationships or interactions with other objects. But the universe is the sum of all those relations and, as such, cannot have properties defined by relations to another, similar entity.

Thus the Earth is, in Anaximander's universe, the one thing that doesn't fall, because it is the thing that objects fall to. Similarly, our universe is the one thing that cannot be caused by or explained by something external to it, because it is the sum of all the causes. (97).


El paradigma newtoniano no puede responder a dos cuestiones clave que pretende incluir Smolin en su nueva física: por qué esas leyes físicas en concreto, y por qué las condiciones iniciales del universo. Eso hace concebir a Smolin un paradigma evolutivo más amplio, que seguramente desbordará la noción de un universo delimitado por el Big Bang, para llevarnos a un universo mucho mayor todavía, en el que las leyes físicas evolucionan con el tiempo. También llevará a una mayor conciencia de las limitaciones de los modelos científicos, basados en la abstracción de todo el complejo de interacciones físicas externas al fenómeno estudiado. Señala Smolin un gran dilema en el corazón mismo del concepto de lo que es una ley física en el paradigma newtoniano:

What we mean when we call something a 'law' is that it applies to many cases; if it applied to just one, it would simply be an observation. But any application of a law to any part of the universe involves an approximation, as we saw in chapter 4, because we must neglect all the interactions between that part and the rest of the universe. So the many applications of a law of nature that are checkable are all approximations.

To apply a law of nature without approximation, we must apply it to the whole universe. But there is only one universe—and one case does not yield sufficient evidence to justify the claim that a particular law of nature applies. This might be called the cosmological dilemma. (99)


El paradigma newtoniano, y su perfeccionamiento en la física cuántica y la teoría unificada, eliminaban el tiempo del universo. Pero eso era consecuencia de aplicar un modelo válido a pequeña escala, para dar cuenta de todo el universo—un paso que da lugar a paradojas. La teoría propuesta por Smolin llevará a una revalorización del papel del tiempo y de la evolución, más allá de la física basada en modelos abstractos. No es sorprendente, para Smolin, que hayan proliferado las teorías sobre multiversos en la física actual, visto que todas nuestras teorías físicas son aplicables sólo a una parte de un sistema mucho mayor. (105).

Pero su propia teoría resulta en otra variedad de multiverso, una sucesión de universos con leyes físicas que evolucionan a través del tiempo, en una radicalización del concepto de evolución que alcanza esta vez a las leyes físicas. No abandonamos por tanto la paradoja de cómo el universo es a la vez uno y muchos, sucesivos o simultáneos, superpuestos o relativos al instrumento de la descripción. Toda la ciencia está siempre implicada en esta interrogación, y siempre existe el peligro de que se crea absoluta y extienda sus principios más allá del ámbito en el que son válidos. Hay una falacia muy tentadora en la idea misma de ciencia. Es una falacia, más amplia que la cosmológica, que podríamos llamar la falacia analógica, o reductiva—reducir la complejidad de lo que hay a una identidad o a un único principio explicativo. Es difícil escapar a ella, pues somos seres simbólicos, por definición buscadores de analogías y creadores de modelos y metáforas.

Jacques Derrida, en su gramatología, criticaba lo que denominaba diversamente la ilusión de transparencia, o de no mediación, o el logocentrismo: consistentes en ignorar la materialidad de los signos, la entidad propia del signo, y confundir lo significado con el signo mismo. Un caso ilustrativo podría ser el de la idolatría, que confunde a la divinidad con su representación, y adora a las imágenes tomándolas por dioses. A ésta se contrapone otra falacia correlativa, la falacia iconoclasta, que destruye o prohíbe las imágenes sea por considerarlas inherentemente sacrílegas, sea por temor a que conduzcan a la idolatría.

Emparentada con éstas podemos ver a la falacia que señala Smolin, la falacia que confunde el mapa con el territorio, o en el terreno de la ciencia, el modelo con el fenómeno modelado. La falacia modélica podríamos llamarla, quizá, en un doble sentido—por los errores a que puede llevar sobre la naturaleza de los modelos, y también porque es un caso modélico de las falacias a que nos lleva la simbolización de la realidad.

El renacer del tiempo (II)



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