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La Visión del TemploEl año pasado se publicó por primera vez El Evangelio de Judas, un importante texto gnóstico que llevaba muchos siglos perdido, y sólo se conocía por la mención que de él hizo Ireneo de Lyon, uno de los padres de la Iglesia. Es un texto interesantísimo para los historiadores de las religiones. Y muy molesto, sin duda, para la Iglesia, tanto hoy como en los tiempos del Imperio Romano. Claro que, qué se iba a esperar del Evangelio de Judas (Iscariote)... nada bueno para el cristianismo. Los discípulos [le] dijeron: "Maestro, ¿por qué te ríes de [nuestra] oración de agradecimiento? Hacemos lo correcto". Él respondió diciéndoles: "No me río de vosotros. no hacéis esto por vuestra voluntad, sino porque ésta es la forma en que vuestro dios [debe ser] alabado". Ellos dijeron: "Maestro, tú eres [...] el hijo de nuestro dios". Jesús les respondió: "¿Cómo me conocéis? En verdad, [yo] os digo que ningún descendiente de los que están entre vosotros me conocerá".
Judas le dijo: "Sé quién eres y de dónde vienes. Tú perteneces al reino inmortal de Barbelo. Y yo no soy digno de pronunciar el nombre de quien te ha enviado".
Jesús les dijo: "¿Por qué os atribuláis? En verdad os digo que todos los sacerdotes que están frente al altar invocan mi nombre. (...) [Y ellos] han plantado árboles sin fruto en mi nombre, de manera vergonzosa". Jesús les dijo: "Aquellos a quienes habéis visto recibiendo las ofrendas en el altar , ésos sois vosotros. Ése es el dios a quien servís, y vosotros sois esos doce hombres que habéis visto. El ganado que habéis visto que llevaban al sacrificio son todas las personas a las que vosotros descarriasteis frente a aquel altar. [...] resistirá y se servirá de mi nombre de esta manera, y generaciones de gentes piadosas se mantendrán leales a él. Después habrá allí otro hombre que será de [los fornicadores], y otro ha[brá] de los infanticidas, y de los que yacen con otros hombres, y de los que se abstienen, y el resto de las gentes entregadas a la corrupción, la ilegalidad y el error, y aquellos que dicen: 'Somos como ángeles'; ellos son las estrellas que provocan la extinción de todas las cosas. Porque durante generaciones los hombres han dicho: 'Mira, Dios ha recibido vuestro sacrificio de las manos de un sacerdote'; es decir, de un ministro del error. Pero es el Señor, el Señor del Universo, quien gobierna; 'En el último día ellos serán humillados'.".
Jesús respondió y le dijo: "Te convertirás en el decimotercero, y serás maldecido por las otras estirpes, y llegarás a prevalecer sobre ellas. En los últimos días maldecirán tu ascenso a la [estirpe] santa".
Mira, ya se te ha dicho todo. Levanta tus ojos y mira la nube y la luz que hay en ella y las estrellas que la rodean. La estrella que marca el camino es tu estrella.
Se acercaron a Judas y le dijeron: "¿Qué haces aquí? Tú eres un discípulo de Jesús". Judas les respondió como ellos querían. Y él recibió algún dinero y les entregó a su maestro. EL EVANGELIO DE JUDAS Así termina el texto, con el título, según era costumbre en los códices antiguos (—obsérvese que es el evangelio sobre Judas, no el evangelio escrito por Judas: el narrador o autor permanece anónimo). Este es el Códice Tchacos, encontrado en el desierto egipcio en 1970, vendido de marchante en marchante desde entonces, y reconstruido y editado cuidadosamente en el siglo XXI. Se ha datado hacia el año 220-240, y contiene textos de círculos gnósticos similares a los encontrados en 1945 en Nag Hammadi. Se han encontrado otros evangelios gnósticos, entre los declarados apócrifos y heréticos ya en los tiempos de los Padres de la Iglesia: el Evangelio de Tomás, la Revelación de Santiago, el Evangelio de María Magdalena, etc. Está claro que el Evangelio de Judas se escribió en el seno de un grupo religioso "alternativo", que contestaba la incipiente oficialización y jerarquización de la Iglesia, su paso de reciente perseguida a futura perseguidora. Tiene algunos elementos en común con los textos escritos en tiempos de reformas y guerras de religión, como los de las sectas de no conformistas frente a la Iglesia de Inglaterra, o los textos de los místicos frente a los funcionarios e inquisidores de la Iglesia Católica. En el acto final de Judas vemos cómo se sitúa la verdadera espiritualidad más allá de todo gesto o acción que vayan a ser capaces de comprender los comisarios políticos eclesiásticos. Fariseos u obispos, todos son lo mismo para el Evangelio de Judas. Como dijo Milton con su soneto "contra los nuevos forzadores de conciencias", "New Presbyter is but Old Priest writ large". El Sacerdote, con su ortodoxia, sus formulismos, su monopolio de lo sobrenatural, y su apego a la Autoridad, es una constante de la historia; también, en consecuencia, lo es el anticlericalismo. Menos extendida está la espiritualidad anticlerical: los gnósticos, como Milton, eran profundamente religiosos y (quizá por eso mismo) profundamente anticlericales. Fariseos, obispos, sacerdotes y presbíteros, a la vez que desautoricen y prohíban el evangelio de Judas, escucharán sin duda el relato de la Visión del Templo como los Apóstoles: con una irritación mezclada de inquietud.
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José Ángel García Landa (Biescas y Zaragoza) :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: "Algo hay en el formato mismo de los blogs que estimula un desarrollo casi canceroso de nuestro ego" (John Hiler) Archivos
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