Órdenes con retraso
Nos comunican hoy dos órdenes del Rector de la Universidad de Zaragoza al Departamento de Filología Inglesa y Alemana, fechadas el nueve de septiembre. El retraso a que me refiero, sin embargo, es otro—de varios años. Pues lo que ordena el Rector al Departamento ya le solicitamos que debía ordenarlo hace años. Se nos desoyó, fuimos a contencioso administrativo, y ahora el Rectorado tiene que hacer por las malas lo que podía haber hecho, con más coherencia, talento y oportunidad, por las buenas.
Lo que ordena el Rector es:
1) Con referencia al Máster de Estudios Textuales y Culturales en Lengua Inglesa, lo siguiente:
"Retrotraer el procedimiento por el que se procede a establecer los criterios departamentales para el encargo de profesor en el Acuerdo de 34 de abril de 2007 al momento anterior a dicho Acurdo, para que por el Departamento se resuelva la petición de docencia de los recurrentes [José Ángel García Landa y Beatriz Penas Ibáñez] con base a los criterios de prelación no anulados de la resolución de 3-4-2007 y sin que puedan ser excluidos de la docencia en virtud del punto 2.3.2, ni por medio de la aplicación del 'criterio de prelación' del 2.5.2, ambos anulados, en el plazo de 15 días desde que se reciba esta notificación"
Lo que quiere decir es que no se puede reservar el Máster para quienes pertenezcan a grupos de investigación subvencionados—criterio éste que se utilizaba para excluirnos, por idea e iniciativa de la coordinadora Dra. Onega, gran defensora de la Calidad así entendida. Con el apoyo de los demás profesores, y de los directores del Departamento anterior y presente. Les dijimos por activa y por pasiva que era una ilegalidad crear estas normativas ad hoc, pero que si quieres: lo hicieron con plena conciencia y con abundantes avisos, y hasta saltándose una orden previa que les dio el Rector anterior, con la boca pequeña. Así que a los tribunales ha habido que ir.
2) Con respecto al Doctorado de Estudios Ingleses, ordena el Rector, cito:
—"Ordenar al Departamento de Filología Inglesa y Alemana que ejecute la Resolución del Rector de la Universidad de Zaragoza de 22 de diciembre de 2006, por la que procede a anular el Acuerdo del Consejo de Departamento de filología Inglesa y Alemana de 2 de octubre de 2006., en el punto relativo a la aprobación de la Memoria del Programa de Posgrado "Doctor en Estudios Ingleses", en el plazo de 15 días, señalando que el Departamento no es órgano competente para establecer los requisitos que deben poseer los profesores susceptibles de dirigir tesis doctorales dentro de dicho programa; así como, que ajuste su actuación en esta materia, a lo establecido por la comisión de Doctorado de la Universidad de Zaragoza y a la normativa vigente.
—"Al haberse reconocido como situación jurídica individualizada el derecho de D. José Ángel García Landa y doña Beatriz Penas Ibáñez a ser incluidos en el listado de doctores encargados de la dirección de tesis que aparecen en la memoria de Doctorado de Estudios Ingleses del Departamento de Filología Inglesa y Alemana, se ORDENA su inclusión en dicho listado, en el plazo de 15 días"
Porque en el Doctorado de Filología Inglesa se aplicaban los mismos criterios, inauditos en el resto de la Universidad: quien no pertenezca a un equipo de investigación subvencionado—o sea, en la práctica: QUIEN NO SEA DE LOS GRUPOS DE LOS CATEDRÁTICOS-COORDINADORES DEL MÁSTER, quedaba excluido por "votación democrática" dominada por los grupos de investigación: no se le reconoce la capacidad de dirigir una tesis doctoral en su propio departamento, tenga el currículum o categoría académica que tenga, ni aunque tenga un sexenio ni aunque tenga tres.
Esto también lo había anulado el Rector antes, pero al desobedecerle el Departamento, el Rectorado, en lugar de sancionarlos, optó por fingir que le habían obedecido, y en una escandalosa bajada de pantalones envió a su abogado a defender esta actuación impresentable (la misma que había anulado él mismo) ante los juzgados. Con el éxito que se ve.
A la Universidad debería servirle esto de lección. Tolerar taifas y feudos con leyes propias, no puede salir a cuenta.
Confiamos, sin embargo, en que el ingenio de nuestras catedráticas y catedráticos, que hasta ahora ha dado para sortear la ley y las órdenes de arriba durante años, no se agote, y que no se achanten ante esta nueva orden rectoral/judicial. A ver con qué nos salen ahora para seguir reservando los estudios oficiales para sus coaligados y protegidos.
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