Shakespeare y los eclipses
Tras la sicigia de esta mañana, clase de Shakespeare. También éste habló de eclipses:
Sonnet 60
Like as the waves make towards the pebbled shore,
So do our minutes hasten to their end;
Each changing place with that which goes before,
In sequent toil all forwards do contend.
Nativity, once in the main of light,
Crawls to maturity, wherewith being crowned,
Crookèd eclipses ’gainst his glory fight,
And Time that gave doth now his gift confound.
Time doth transfix the flourish set on youth,
And delves the parallels in beauty’s brow;
Feeds on the rarities of nature’s truth,
And nothing stands but for his scythe to mow:
And yet to times in hope my verse shall stand
Praising thy worth, despite his cruel hand.
En la traducción de Agustín García Calvo, "torvos eclipses luchan con su ufana lumbre", aunque lo de 'ufana' es más una crítica que una traducción.
Si aceptamos que en este soneto el sol está asociado a la monarquía y a la masculinidad, vemos que en su cénit la plenitud de la vida humana se ve interrumpida no por un lento declinar, sino por la inesperada interposición del elemento femenino, la luna, presagio de cambios y de oscuridad. Gran parte de los esquemas mentales de Shakespeare son bastante misóginos... aunque de todo hay en su obra.
Hay, por ejemplo, otros eclipses, éstos de luna. En el Soneto 107, "The mortal moon hath her eclipse endured": parece referirse a la muerte de la reina Isabel, antaño comparada con Diana. Este sí que es un eclipse total y etimológicamente definitivo. Cleopatra también es descrita con una imagen similar "our terrene moon / Is now eclips’d" (Antony and Cleopatra 3.13.153-54). Mala idea, según Shakespeare, la de las mujeres gobernando el mundo... Donne también habla de los desmayos de Elizabeth como "eclipses" de una reina "lunática": "she languishes often in the absence of the Sunne, and often in Ecclipses falles into swounes, and is at the point of death" (Ignatius His Conclave) (Ver Shakespeare, Sonnets, ed. G. Blakemore Evans, p. 217).
En Otelo, donde el protagonista asesina por la supuesta afrenta a su honor patriarcal, y aun con todo siente la enormidad de su acto, dice, "Oh, insoportable, pesarosa hora! Paréceme que debería ser ahora un inmenso eclipse de sol y luna, y que el globo atemorizado debería quedar boquiabierto ante la alteración"— un eclipse simultáneo de sol y luna, como oscurecimiento mutuo del astro femenino y del masculino, es desde luego inaudito, astronómicamente hablando. Otelo no tarda en culpar a la luna, a su error o errar, que la acerca demasiado a la Tierra y vuelve locos a los hombres (5.2).
Es curioso que los Sonetos en su conjunto también tienen la estructura de una sicigia (más que de un triángulo, como se dice a veces). Son en cierto modo la historia de un eclipse. El poeta (terrenal) observa cómo la Dama Oscura (lunática) se interpone entre él y su Amigo (su sol). En la primera mitad, los sonetos dedicados al Amigo, el eclipse pasa, pero la retina del poeta ha quedado dañada. Y la segunda sección de los sonetos se concentra en el cuerpo oscuro de la dama, y los efectos turbulentos que tiene la heterosexualidad en una mente que quería reposar al sol de la masculinidad idealizada y homoerótica.
2 comentarios
José Angel -
yomismo -