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Vanity Fea

Contra el abuso del retruécano

En algunos escritores, un uso excesivo del retruécano es el pan nuestro de cada día. Pero no sólo de pan vive el hombre (de hecho, ya dice el refrán que pan con pan, comida de tontos - y quizá también de ahí eso de dame un pan y llámame tonto). Este abuso de estilo, lejos de ser una panacea, es un recurso facilón, pan y circo, o más bien pan para hoy y hambre para mañana. Aunque hay contraejemplos... Shakespeare, por ejemplo, en cuestión de retruécanos no distingue entre el grano y la paja: sus obras son pan integral – pan y pan con ello, y pan para comello (panificación ésta que le daba pánico a su crítico Samuel Johnson). Un auténtico panal de retruécanos, casi un retruécano pantextual. Claro que a otros eso nos regocija, y le cantamos panegíricos por ello – con Shakespeare, pan y bolla.

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