La Teoría Literaria en los estudios de Filología Inglesa
Ese era el título de una mesa redonda que organicé para un congreso de AEDEAN hace años; hoy cuelgo el resumen que redacté. Dos observaciones se me ocurren releyendo este trozo:
"En la enseñanza, el paso gradual a un modelo de aprendizaje basado en los métodos y manejo de la información puede hacer necesario un énfasis todavía mayor en la teoría literaria en un futuro. Se observó la necesidad de separar, sin embargo, los objetivos de la enseñanza y de la investigación, debido a la especialización del discurso a un nivel avanzado. Si bien la experiencia investigadora y docente del profesor se alimentan recíprocamente, hay que identificar las necesidades docentes de los alumnos como un problema bien diferenciado de los proyectos de investigación personales."
—Este curso retomo la asignatura de teoría literaria que he impartido durante veinte años en el departamento, con diferentes títulos, actualmente "Crítica literaria inglesa y norteamericana." Supongo que me despediré con ella del plan de estudios de Filología Inglesa, pues desaparece esta titulación y desaparece esta materia en el nuevo Grado en Estudios Ingleses. Si bien es cierto que la teoría sí se ha expandido por otras asignaturas literarias/culturales, que se han vuelto más "teóricas"; y también hay una asignatura semestral de Teoría de la Literatura, del área del mismo nombre, en español. También hay algo de teoría literaria en segundo ciclo, en el Máster, pero ahí tenemos vetada la entrada de momento, aunque los tribunales de justicia hayan ordenado lo contrario.
—Sobre la diferenciación entre docencia e investigación.... qué poco me podía suponer yo, cuando escribí esto en 1995, el mal y la matraca que me iban a dar en un futuro, con la interferencia de los Proyectos de Investigación metidos a criterios de organización docente. Esto es lo que ha ido a los tribunales. Mi tesis: que los proyectos de investigación no pueden ser el criterio determinante para la organización docente. La tesis de nuestros catedráticos, y nuestro Departamento en fila india detrás, es la contraria: que pueden y deben serlo, y que, para Asegurar la Calidad, la docencia de postgrado se debe reservar para quienes participen en proyectos de investigación subvencionados, independientemente de otras consideraciones. Es el criterio que viene vendiendo o imponiendo desde hace años la Dra. Onega, con gran aceptación en nuestro departamento. Con sólo dos o tres disidentes que no paramos de criticar este uso abusivo de la subvención oficial como criterio único para determinar la Calidad de las Cosas. Que ya hace falta, eh....
Los tribunales me han dado la razón—como no debía ser menos (diría como no podía ser menos, pero lo cierto es que de los tribunales españoles se puede esperar cualquier cosa). En fin, que (como sabe todo el mundo en la Universidad, menos los catedráticos de nuestro departamento y sus grupos), la docencia es una cosa y la investigación es otra, y no conviene llevar a extremos absurdos la "coordinación" entre ellas.
De momento, sin embargo, nuestro Departamento y nuestros cátedros siguen sin reaccionar ante esta orden judicial. Sólo nos han manifestado que no tienen conocimiento de ella. Pero claro, esto tiene un recorrido limitado.
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