El Gran Diseño y Hacedor de Estrellas (2): La ley de la ley
martes 14 de diciembre de 2010
El Gran Diseño y Hacedor de Estrellas (2): La ley de la ley
 
 Notas y divagaciones sobre el capítulo 2 de Hawking y Mlodinow, The Grand Design. El  progreso del conocimiento en la humanidad lo ligan Hawking y Mlodinow  al descubrimiento de leyes y regularidades en la naturaleza—haciéndola  predecible, y no sometida al capricho de entidades sobrenaturales. Según  Aristóteles, fue hacia el siglo VI a.C
 
 
 Es lo que algunos han llamado el sueño de Tales. Su desarrollo en la ciencia moderna daría lugar a los conceptos de reducción y de consiliencia—la  reducción de todos los fenómenos al cálculo físico-matemático, y la  consiliencia o convergencia de todas las disciplinas del saber, que  habrían de resultar ser congruentes entre sí al predicar verdades  compatibles entre sí y con la realidad del mundo. 
 
 Por los mismos años, Pitágoras o los pitagóricos formularon al parecer  la primera ley física matematizada: la relación entre la armonía de los  sonidos y la longitud de las cuerdas de los instrumentos musicales—"si  fue así, se podría considerar esa simple fórmula matemática el primer  caso de lo que ahora conocemos como la física teórica" (19). Y a  Anaximandro, vecino de Tales, se debe la primera noción de la teoría de  la evolución: 
 
 
 A Demócrito debemos la primera teoría atómica. Por su parte, Aristarco  hizo cálculos matemáticos sobre el tamaño relativo del Sol y la  Tierra...  También descentró a la humanidad al aventurar que era la  Tierra la que giraba alrededor del sol, y no al revés, y que las  estrellas deben ser soles más lejanos. La idea de que el Universo no  está centrado en la tierra y en el hombre no germinaría sin embargo  hasta ser retomada muchos siglos más tarde, a partir de Galileo, con el  desarrollo gradual de la nueva ciencia.
 
 La física se desarrolló al desligarse los movimientos de los cuerpos de  la noción de intención—y de las preconcepciones aristotélicas sobre el  movimiento de los cuerpos—y cuando pasó a observarse y describirse el  comportamiento de la naturaleza, sin más —el cómo, no el por qué.  Durante toda la Edad Media, el cristianismo fue hostil a la idea de un  universo gobernado por leyes inflexibles. En 1277 el obispo de París  publicó una lista de 219 errores o herejías, y una de ellas era la idea  de que la Naturaleza sigue leyes, pues eso entraría en conflicto con la  omnipotencia de Dios. 
  La concepción moderna de leyes de la naturaleza la formuló  Descartes—para quien las leyes son inalterables porque son un reflejo de  la propia naturaleza de Dios.  (A esta concepción parece remontarse Hawking directamente en su libro anterior, Historia del Tiempo, cuando le daba fin diciendo que "conociendo las leyes de la naturaleza, conoceremos la mente de Dios). Sigue  una interesante observación de Descartes sobre el concepto central de  la nueva teoría de Hawking—descartando, por así decirlo, por anticipado,  la teoría del multiverso:
 La concepción moderna de leyes de la naturaleza la formuló  Descartes—para quien las leyes son inalterables porque son un reflejo de  la propia naturaleza de Dios.  (A esta concepción parece remontarse Hawking directamente en su libro anterior, Historia del Tiempo, cuando le daba fin diciendo que "conociendo las leyes de la naturaleza, conoceremos la mente de Dios). Sigue  una interesante observación de Descartes sobre el concepto central de  la nueva teoría de Hawking—descartando, por así decirlo, por anticipado,  la teoría del multiverso:
 
 
 Vemos en Descartes un planteamiento verdaderamente favorable a una  conjunción razonable de ciencia y religión—y de hecho, habría que argüir  que la autonomía de las leyes del mundo ya estaba muy avanzada en el  razonamiento escolástico, en la noción de las causas secundarias. De  hecho, cada vez se va dejando menos sitio a Dios, en el sentido de una  voluntad que pueda actuar al margen de las leyes naturales. Igual que  callaron los oráculos clásicos al llegar el Cristianismo, fueron  callando los milagros con el desarrollo del humanismo y de la ciencia—y  la acción de Dios vino a identificarse, para Descartes o para Hawking,  con las leyes de la Naturaleza, o con el diseño (por usar este término  al cual ninguno de los dos le hace ascos) que las ajusta y las hace ser  lo que son.
 
 Muy distinto es el Hacedor de  Estrellas concebido por Olaf Stapledon—pues éste sí se dedica a hacer un  mundo tras otro, unos más perfectos, otros más simples, más  complejos.... según diferentes leyes. Volveremos a este Hacedor más  adelante. Hay que señalar que en la concepción dominante del mundo a lo  largo del pensamiento occidental, tanto mítica como cristiana como  científica, el mundo es uno y tiene una sola historia. Es lo que llamábamos la concepción lineal del mundo, que podría  contraponerse a las concepciones ergódicas o multilineales que descarta  René, y que proponen Stapledon, Feynman y Hawking-Mlodinow. 
 
 Dada la idea de un mundo gobernado por leyes, surgen tres preguntas  (29): 1) ¿Cuál es el origen de las leyes?  2) ¿Hay excepciones  (milagros)?  3) ¿Hay un único conjunto de leyes posibles?
 
 Kepler, Galileo, Descartes y Newton identificaban a Dios como la  encarnación de las leyes de la naturaleza, cosa que haría redundante la  idea de un Dios reducido a ellas, o nos hace entrar en una regresión  infinita (qué Dios detrás de Dios la trama empieza, etc.). Laplace fue el primero en declarar que Dios era una hipótesis inútil—eliminando  los milagros y sentando el principio del determinismo absoluto de  cuanto ocurre en el Universo. (Un determinismo hipotético o axiomático,  claro, no aplicable al cálculo  en detalle de fenómenos complejos, y por tanto un tanto metafísico).  Hawking también se proclama determinista, pero también le pondré un  pero:
 
 
 Pero un determinismo con múltiples mundos a su disposición deja en cierto  sentido de serlo, pues la realidad ya no es inflexible sino que se  desparrama en multitud de realidades alternativas.  Y, asimismo, habría  que preguntarse cómo podría dejar de ser metafísica, también, la noción  propuesta ahora por Hawking y Mlodinow y tantos otros, sobre estos  múltiples universos. ¿Podría haber alguna prueba física para avalarla, o  se trataría de un mero razonamiento matemático? ¿Son universos  incomunicados excepto a través de la razón? Porque la existencia de  otros mundos matemáticos vendría a ser una versión magnificada del Flatland de Abbott—una especulación consistente en sí, pero con menos puntos de  contacto con nuestro mundo de los que allí tendría una esfera flotante.  El "ajuste fino" de las leyes del universo para permitir la existencia  de objetos, etc., es un problema intelectual al que es razonable buscar  una explicación: pero resolverlo postulando infinitos mundos  existentes.... en alguna realidad trascendental, a la que sólo se accede  a través de la mente de un matemático, no parece ser la solución que  pueda dejar a mucha gente satisfecha. Aparte de que solucionar el  problema del ajuste fino de las leyes a base de añadir muchos mundos  viene a ser como matar moscas a cañonazos. ¿Será que, al menos en este  mundo, no hay otra manera de acabar con según qué moscas?
 
 
 
 
       
		
0 comentarios