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Vanity Fea

Peligro, fotógrafo

Peligro, fotógrafo


Cry in the Eye 2


Otra vez me echan el alto, por hacer fotos del mundo. Hay fotógrafos que al parecer no tienen problemas en fotografiar gente. Bueno, no sé, igual después de la foto que vemos siguen discusiones violentas, les parten la cara, etc.
Yo gente no me arriesgo mucho a fotografiar, por mi timidez natural, pero sobre todo porque hay una auténtica alarma con los fotógrafos hoy en día, supongo que en especial en España (que es en especial en todo), pero en general en el mundo y occidente. Te ven pasar con una cámara y ya eres un sospechoso, como si todo dios fuesen famosos y tú un paparazzi, o un etarra en potencia, documentando tu próximo asalto. Me vienen guardias de seguridad, policías, madres cluecas, vigilantes, capataces.... ¡Oiga, qué está usted fotografiando? ¡No haga fotos aquí! ¡Caballero, un momento! 

A veces les hago caso, otras discuto con ellos, les pido que me citen leyes (que nunca saben, nunca tienen la ley detrás pero improvisan normas con una osadía inaudita). "No fotografíe la plaza, que hay menores". "Que no salga esa rueda del coche en la foto, que es mío". "No fotografíe este edificio, que pertenece a gente particular." Otro día un portero (que no estaba fotografiando su casa, por cierto, sino la calle de enfrente): "Y usted, ¿por qué hace fotos?" "¿Yo? Porque me gusta". "Ya... Ya les conozco a la gente como usted... Hacen ver que hacen una foto allí, y en realidad nos vigilan. Pero no se crean que no nos enteramos."

Hoy un guardia: le estaba yo haciendo una foto a un charco, y—"¡Disculpe caballero! ¿Qué está haciendo usted?" "Una foto aquí a este charco." "¡No fotografíe el cuartel!" "No fotografío el cuartel". El otro día, un vigilante de seguridad: "No puede fotografiar esto." "Pero si estoy en la calle". "Ya, pero la casa es de alguien." "Hombre, todo es de alguien. Mire, estaba fotografiando este reflejo, ¿ve? Ni siquiera sale la casa." O en la piscina: "¡Hep, señor, por favor guarde esa cámara!" — "Les iba a hacer una foto a mis chavales." "¿Fotos en una piscina? Está prohibido. ¡Aquí no se pueden hacer fotos!" "Vaya, pues... veo que tienen aquí un cartel con una lista de prohibiciones, pero la de hacer fotos no aparece allí. ¿Lo dice en algún sitio?" —"¡Hombre, es que se presupone que no se puede!" En las tiendas, lo mismo, el cliente siempre tiene razón hasta que se le ocurre hacerle una foto a algo. Otro día me sale corriendo la dependienta a decir que no hiciese fotos de sus escaparates. Cuando parece que la idea misma de un escaparate es atraer la atención y promocionar. Le dije, "Oiga, perdone, estoy en la calle. Y usted también." Cualquier día me piden el carrete, como si hubiese carrete.

Somos culpables, claro, de subir fotos a Internet. Supongo que bien pronto estará prohibido hacer fotos en todas partes menos en espacios especialmente acotados para turistas, delante del Pilar, y demás. La gente subestima la cantidad de fotos que hay en el mundo, y sobreestima la atención que merecen ellos en medio de esa marea de datos. En mi fotoblog tengo ya diez mil fotos, y sólo unos diez comentarios. Un índice de atención pongamos que despreciable; desde luego, no justifica la alarma social que causo.

Mil fotos

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