Los hábitos derivados de la cultura depredadora y quasi-pacífica son variantes relativamente efímeras de ciertas propensiones y características mentales subyacentes en la especie, las cuales se deben a la disciplina prolongada de la etapa proto-antropoide cultural anterior, de vida económica pacífica y relativamente indiferenciada, desarrollada en contacto con un ambiente material relativamente simple e invariable. Cuando los hábitos impuestos por el método de vida emulativo han dejado de gozar de la sanción de las exigencias económicas existentes, comienza. a tener lugar un proceso de desintegración por virtud del cual los hábitos mentales de desarrollo más reciente y carácter menos genérico ceden terreno, en cierta medida, ante las características espirituales más antiguas y más predominantes de la especie.
En cierto sentido, por tanto, el movimiento de la "Mujer Nueva" significa una reversión a un tipo más genérico de carácter humano o a una expresión menos diferenciada de la naturaleza humana. Es un tipo de naturaleza humana que que ha de caracterizarse como proto-antropoide y, por lo que se refiere a la sustancia, si no a la forma de sus rasgos dominantes, corresponde a una etapa cultural que quizá pueda calificarse de sub-humana. El particular movimiento o rasgo evolutivo en cuestión comparte, desde luego, esa caracterización con el resto del desarrollo social reciente, en la medida en que este desarrollo social da muestras de una reversión a la actitud espiritual que caracteriza la etapa anterior, indiferenciada, de evolución económica. No falta por completo una prueba tal de que existe una tendencia general a la reversión contraria al predominio del interés competitivo, pero dicha prueba no es ni total ni indiscutiblemente convincente. La general decadencia del sentido del status en las comunidades industriales modernas puede tomarse, en cierto modo, como prueba de esa evolución; y el perceptible retorno a una desaprobación de lo fútil en la vida humana y de aquellas actividades que sirven únicamente al beneficio del individuo a costa de la colectividad o de otros grupos sociales, es prueba de un efecto semejante. Hay una tendencia perceptible a condenar lo que es causa de dolor, así como a desacreditar toda empresa abusiva, incluso cuando estas expresiones del interés competitivo no operan tangiblemente en detrimento material de la comunidad del individuo que las juzga. Hasta puede decirse que en las comunidades industriales modernas, el sentido común y desapasionado de los hombres afirma que el ideal carácter humano es un carácter que se inclina a la paz, la buena voluntad y la eficiencia económica, y no a una vida de egoísmo, fuerza, fraude y mando. (352-53)
En cierto sentido, por tanto, el movimiento de la "Mujer Nueva" significa una reversión a un tipo más genérico de carácter humano o a una expresión menos diferenciada de la naturaleza humana. Es un tipo de naturaleza humana que que ha de caracterizarse como proto-antropoide y, por lo que se refiere a la sustancia, si no a la forma de sus rasgos dominantes, corresponde a una etapa cultural que quizá pueda calificarse de sub-humana. El particular movimiento o rasgo evolutivo en cuestión comparte, desde luego, esa caracterización con el resto del desarrollo social reciente, en la medida en que este desarrollo social da muestras de una reversión a la actitud espiritual que caracteriza la etapa anterior, indiferenciada, de evolución económica. No falta por completo una prueba tal de que existe una tendencia general a la reversión contraria al predominio del interés competitivo, pero dicha prueba no es ni total ni indiscutiblemente convincente. La general decadencia del sentido del status en las comunidades industriales modernas puede tomarse, en cierto modo, como prueba de esa evolución; y el perceptible retorno a una desaprobación de lo fútil en la vida humana y de aquellas actividades que sirven únicamente al beneficio del individuo a costa de la colectividad o de otros grupos sociales, es prueba de un efecto semejante. Hay una tendencia perceptible a condenar lo que es causa de dolor, así como a desacreditar toda empresa abusiva, incluso cuando estas expresiones del interés competitivo no operan tangiblemente en detrimento material de la comunidad del individuo que las juzga. Hasta puede decirse que en las comunidades industriales modernas, el sentido común y desapasionado de los hombres afirma que el ideal carácter humano es un carácter que se inclina a la paz, la buena voluntad y la eficiencia económica, y no a una vida de egoísmo, fuerza, fraude y mando. (352-53)
Contribuiré un poquito a esta tendencia, señalando que lo que Veblen considera "proto-antropoide" es en realidad precisamente lo antropoide en sentido estricto—la socialidad cooperativa donde se generó la humanidad como tal. La base antropoide en el sentido habitual del término contiene otro elemento de dominio patriarcal y explotativo visible: el del macho dominante y su comunidad de hembras tal como se encuentra en diversos mamíferos superiores, incluyendo a los gorilas. La socialidad cooperativa típicamente humana (cooperativa de los machos y de ’sus’ hembras también) se edificó a costa de esta horda primigenia, y sobre su base, pero requirió suavizar el elemento competitivo y agresivo masculino. La cultura y sociedad humana es, por tanto, un tanto igualitaria o matriarcal si se quiere, expresada en las formas de vida paleolíticas, si bien los elementos de horda primigenia pervivían en fenómenos ancestrales tales como la separación de papeles masculino y femenino para la caza y para la recolección y cuidado familiar. Hay una dialéctica compleja entre el elemento masculino competitivo y el femenino cooperativo en la historia humana—por no pasar a hablar de la competencia entre las mujeres. Pero esta visión más completa de la horda primigenia y su división de papeles nos permite también apreciar el elemento de masculinismo violento y competitivo que hay en la Historia de la Civilización como tal—con las comunidades y naciones, regidas por machos alfa, compitiendo entre sí para hacerse con el puesto de Macho Alfa global.
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