Retropost (2006): Solidaridad con los atentados
Solidaridad con los atentados
Publicado en Terrorismo. com. José Ángel García Landa
Sobre las bombas de Bombay, valga la redundancia, que tan dolorosamente parecidas son a las del 11-M, ha hecho Zapatero unas declaraciones freudianas. Freudianas en el sentido de parapraxis, acto fallido, lapsus linguae, incoherencia gramatical que traiciona el inconsciente; metedura de pata significativa. Ha dicho que quería "EXPRESAR MI CONDENA Y MI SOLIDARIDAD CON LOS ATENTADOS Y CON LAS VICTIMAS".... etc. Así tal que así (me refiero a las declaraciones que he oído en la radio, no a las versiones que se pueden leer).
Por supuesto, se me dirá que Zapatero quiere expresar su CONDENA A LOS ATENTADOS y su SOLIDARIDAD CON LAS VICTIMAS. Eso es lo evidente, y no tengo la menor duda al respecto de que eso es lo que quiere hacer, al menos en cierto sentido. Y hasta lo hace. Pero el análisis no puede acabar allí, porque no es todo lo que hace. No es lo que hace con la gramática, o lo que hace la gramática con él.
No parece exagerado decir que Zapatero, en pleno proceso de negociación con la ETA, un asunto condenado por medio país (si no por el 80% ), basado en conversaciones o pactos secretos previos con los terroristas, y además debiendo quizá su triunfo súbito en las elecciones a un atentado parecido al que ahora se ha producido en Bombay... tenga tensiones acumuladas con respecto al tema de las bombas terroristas.
En eso, precisamente, se basa la teoría del acto fallido. En una ambivalencia de las actitudes que lleva a una ambigüedad o expresion que revela tal tensión interna de la manera más inoportuna, sacando a la luz aquello que la actuación deliberada querría esconder, revelando (para quien analice el acto fallido - para quien no analiza no hay revelación, claro) una verdad mal admitida por la mente consciente, o que ésta intenta reprimir. Por eso Zapatero habla, literalmente, de su SOLIDARIDAD CON LOS ATENTADOS además de su SOLIDARIDAD CON LAS VÍCTIMAS. Un sentido que sin duda horroriza a su mente consciente (espero), y que precisamente por eso tanto más le debería hacer reflexionar sobre las ambivalencias de su actuación.
Por cierto, la articulación de un acto de habla mediante el recurso metalingüístico a señalarlo como tal acto de habla manifiesta, según los análisis más sutiles y finos, como los de Hillis Miller, que el hablante tiene una actitud de DISTANCIAMIENTO con respecto al contenido de tal acto de habla. Es decir, en lugar de producir un acto de habla que exprese su condena a los atentados, tal que así:
- "Hay personas infames que han cometido una masacre vil en estos trenes: ójala encuentren pronto el castigo que merecen"
... pues se interpone la autodescripción metalingüística del acto de habla, que expresa insinceridad, o caracteriza al hablante como mero articulador obligado de un acto de habla por cumplir un rol social, no por que realmente se sienta comprometido en su fuero interno con el contenido de tal acto. Tal que así:
- "Expresar mi solidaridad," etc.... "como hemos expresado en pocas ocasiones".
Y es que hablo completamente en serio cuando digo que nuestro presidente necesita, por el bien de todos, y por la cuenta que nos puede traer, un psicoanalista. Urgentemente.
Hablando de solidaridad con las víctimas, solidaridad de la que no le gusta a Zapatero (lagarto-lagarto), hoy hay una concentración de protesta en muchas ciudades españolas, contra el camino seguido por el gobierno en su negociación con la ETA. Está convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, el Foro de Ermua y otras asociaciones, en el noveno aniversario del asesinato ("ejecución" que dirán algunos) de Miguel Ángel Blanco. Hay que procurar estar allí, por civismo y responsabilidad. A menos que se acepte el punto de vista batasuno, claro: autodeterminación para los territorios ya reblandecidos por la extorsión, legitimación de la violencia terrorista, negociación en plan de igual a igual con el gobierno, liberación de terroristas encarcelados, pensiones colocaciones y favoritismos hacia "el entorno", institucionalización del impuesto mafioso, manipulaciones territoriales y constitucionales para darle más cancha a la banda, etc.
Pues lo que se ventila es el futuro, y no el pasado, a pesar de la conmemoración que sirve de ocasión para los convocantes de estas concentraciones. El futuro del Estado de Derecho, que en este caso se llama España... o a saber cómo se llamará si no.
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