In(ter)comunicaciones académicas
A través de la página web de mi departamento, me he topado con Cinema, Culture, and society, un sitio web donde los cinéfilos del equipo de investigación dirigido por Celestino Deleyto (en el despacho de al lado del mío, vamos) nos ponen información sobre actividades de estudios cinematográficos, sitios web relevantes, etc. Y también, para mí más interesante, una colección de reseñas de películas recientes escritas por miembros del equipo (en inglés). No sé si se colgarán también publicaciones académicas del equipo en el futuro, pues parece que ha arrancado este año (yo es que no me entero de estas cosas hasta que me aparecen en la pantalla). Me parece una idea excelente la de asociar un sitio web a las actividades de uno (qué voy a decir yo, vamos), que experimentemos con un modo de publicación y de escritura más light, y que saquemos un poco a la luz pública nuestras actividades. Sobre todo en el caso del cine, que es afición para muchos además de trabajo para unos pocos... Lo que echo en falta es que no se haya elegido un formato de blog para fomentar un poquito más la divulgación de ideas y la comunicación: si una ventaja clara tienen las nuevas tecnologías, además de la accesibilidad universal, es que son bidireccionales. La verdad es que según como se mire no andamos escasos de foros de expresión: ahora mismo están teniendo lugar bajo los auspicios del departamento nada menos que dos congresos simultáneos... demasié de golpe, incluso, se me hace. Y precisamente mañana habla en uno de ellos una colega sobre blogs de equipos de investigación: a ver si me acerco a esa charla. Pero se echa en falta una web del departamento (y de la Facultad) más organizada, donde nos enteremos o podamos llevar a cabo actividades, discusiones, etc. Igual al fin llega. De momento, las posibilidades de los medios nos desbordan: están sin explotar, y quién sabe si llegaremos a explotarlas. Más sí, no parece difícil, pero aprovecharlas totalmente... ¿demasiada información para un solo cuerpo, quizá? Y mientras, con la sobreinformación, no nos enteramos de lo que trabaja el vecino. También por el correo llega cantidad de información, sobre todo si te apuntas a listas de distribución, pero el problema de base sigue siendo el mismo: una sola cabeza para procesarla. Demasiado correo se convierte, por efecto perspectiva, en correo basura... Hay que seleccionar, y la cabeza selecciona espontáneamente dejando de percibir lo que tenemos sin embargo delante de las narices.
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