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Vanity Fea

Asegurando la Calidad


Hoy hemos tenido consejo de Departamento de Filología Inglesa y Alemana,  y una vez más se ha aprobado una normativa que me excluye a mí (y a la mitad de los profesores) impidiéndonos dirigir tesis doctorales en el programa de doctorado de nuestro propio departamento.

En esta ocasión, se trataba de "asegurar la Calidad" de las tesis doctorales, y nuestro departamento ha aprobado asegurarla por este procedimiento:

Sólo podrán dirigir tesis doctorales profesores con amplia experiencia, currículum en el área, publicaciones reconocidas, sexenios y tramos bla bla bla,—cosas que todas ellas las tenemos—y que formen parte de un grupo de investigación subvencionado. Esto último no lo tenemos, pero se convierte para el departamento en el criterio primordial (lástima que este criterio fuese declarado contrario a derecho por el Rector, pero eso es pecata minuta, y se nos sigue aplicando). Los directores de tesis habrán de ser Profesores

"... con una trayectoria de investigación que se adecue a las líneas, los objetivos y la orientación académica del Progama de Posgrado, reflejada en su pertenencia a grupos de investigación reconocidos y con proyectos competitivos vigentes en las líneas ofertadas por el programa"


—o sea, que todos los demás méritos no cuentan de por sí, sólo cuenta su "reflejo" en la pertenencia a estos grupos con proyectos vigentes, entiéndase por vigentes, subvencionados. Grupos liderados por los catedráticos, cómo no—con una política agresiva de supresión administrativa de la investigación individual y de quien se les desmande.  Yo he propuesto que mejor que al reflejo, se atendiese a la sustancia—a la capacidad investigadora demostrada en resultados obtenidos, no en proyectos—pero no ha parecido convincente.  

Reflejos, reflejos de calidad: porque la norma anterior—garante de infinita calidad—tiene alguna pequeña excepción interesante:

—Al margen de los Profesores Responsables que cumplen estos criterios, hombres de Calidad, también hay unos Profesores Colaboradores, fijodalgos con menos nobleza, que se supeditan a ellos y son supervisados por ellos, aunque deben cumplir exactamente los mismos criterios. (Cierto es que dicho así no se aprecia cuál es la diferencia original entre Profesores Responsables y Profesores Colaboradores, o sea, quién debería supervisar a quién, y es lástima porque siendo figuras inexistentes en la Universidad, creadas ad hoc por la ingeniería normativa de nuestro departamento, será difícil acudir a otra norma que aclare quién es quién; igual tienen que presentar algún timbre de nobleza).

—Más abajo en esta Gran Escala del Ser hay otro Estamento académico, pecheros quizá, categoría cuyo nombre es, cito, "miembros doctores de los equipos que aún no son funcionarios pero han visto avalada su  excelencia investigadora con la consecución de al menos un sexenio de investigación..." —Ostras, que estos serán pecheros pero también pueden dirigir tesis (directores dirigidos, bajo la supervisión de sus mejores)—mientras que yo, que sí soy funcionario y profesor titular y tengo varios sexenios, no puedo... pues no pago peaje.   Y siendo que es el Peaje lo que garantiza la calidad, a éstos se les supone, aunque se acaben de doctorar, oiga, y tengan entre todos la cuarta parte de publicaciones que yo.  ¿Por qué este trato que podría parecer de favor? La normativa nos lo aclara: "Esta medida pretende consolidar la excelencia de los miembros más jóvenes de los grupos y potenciar la renovación generacional de los mismos".  ¿Será quizá que la consolidación de los grupos es el objetivo número uno, y pasa por encima hasta de la calidad y de la excelencia del programa?

— Pero es que aún hay más posibles excepciones.  No quiero contar entre ellas a los Profesores Visitantes (invitados extranjeros, etc.) porque a todos les exige esta normativa cumplir los mismos mínimos de calidad: amplio currículum, que tengan sexenios del ministerio de Educación—esto puede ser un problema para los americanos—que reciban subvenciones que serán cuidadosamente examinadas por los Responsables, etc... como se hace en toda universidad seria. "Je, je".

—No, las excepciones son más así en plan barra libre. Todos los que participen en el programa tienen que tener calidad, sexenios, o ser apadrinados, etc.... menos quienes decidan los miembros del Equipo de Coordinación. Hay que explicar que estos Miembros son los catedráticos y aspirantes, una cuádriga de coordinadores que están por encima incluso de los Responsables, y es que con tanta Jerarquía Celestial ya no le llega a uno la mirada.castellers

Pues bien, como digo, este equipo puede decidir invitar a todo bicho viviente que estime oportuno a participar en el programa: "profesionales o investigadores que no sean profesores universitarios"—supervisados por los Responsables—. Bueno, a todos no; quedan puntos ciegos o tierras de nadie. Entiendo que la única limitación es que bajo esta cláusula de excepción, tal como va redactada, no pueden invitar a profesores universitarios—por eso digo que yo que estoy excluido de entrada, no me pueden invitar aunque quieran, ni a mí ni a los profesores de países que no tengan Sexenios.

De todos modos, menudo compromiso, invitar a algún genio de talla internacional al programa, y tener que Sexarlo primero, a ver si tiene Sexenio o no tiene, o si le han pasado fondos—que enseñe las vergüenzas.... Yo creo que esta tarea se la encargarán a algún becario, que le pida el currículum y se lo revise.

Y si no da la talla, que no venga—no nos vaya a estropear la calidad.

En fin, que fuera bromas me parece una normativa ridícula, mal diseñada, desajustada como un traje mal medido—y sobre todo extremadamente tendenciosa, poniendo la pertenencia a grupos, y la mansa subordinación a sus jerarquías, exigencias y políticas, por delante de cualquier otra consideración. Para eso, se crea su propio universo administrativo paralelo, con una elaborada jerarquía de figuras que se superponen a los cuerpos docentes universitarios y categorías académicas generalmente reconocidas—todo hecho ad hoc no tanto para garantizar la Calidad como para montar un cotarro donde se apoyen los miembros de los equipos aupándose unos en otros, todos bien pillados en su acatamiento a estas normas inauditas y exclusivas de la casa nostra. Todo para que la gente aprenda Obediencia y desarrolle Espíritu de Equipo, y para que las tesis vayan a donde tienen que ir—todo un sistema alternativo de reorientación y succión de recursos humanos, superpuesto a las habituales estructuras universitarias.

No sé cómo funcionarán en otros departamentos de humanidades, pero en el nuestro los Grupos de Investigación han venido a suponer un instrumento para hacer cabalgar de nuevo a las viejas Cátedras—sí, a aquellas míticas cátedras de las que todos hemos oído hablar, de los tiempos heroicos— las del catedrático crecido y tiranuelo en su corralillo, con todos acoquinados por debajo, esperando merecer, y cuidado con moverse, que nos cuentan los votos. ¿Calidad y Espacio Europeo? Espacio chino, será—un mandarinato de la peor especie.

Patología de grupo de investigación

 

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