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Retropost (2006): Contencioso, sa


Contencioso, sa

Publicado en Cátedra. com. José Ángel García Landa

En febrero de 2003 me presenté, junto con otros tres candidatos, a una oposición de cátedras de Filología Inglesa. La plaza se declaró desierta, no pasando ninguno de los candidatos al segundo ejercicio. De los cuatro aspirantes, fui el único en recurrir la decisión de la comisión juzgadora; primero ante la propia comisión haciéndoles notar que los criterios que habían establecido no se atenían a derecho (por lo cual se me consideró insolente). Tras la prueba, envié numerosos escritos al Rector detallando las abundantes irregularidades cometidas. El Rector me recibió, intentó que retirase mis denuncias, y ante mi negativa me aseguró que todo sería investigado debidamente. De hecho me abrió un expediente investigador, que quedó en nada, cuando le dije que si la única manera de investigar el asunto era que me abriesen expediente, que adelante. Esta investigación no dejó huella documental que yo haya visto: nunca recibí una respuesta por escrito, y se me dio a entender que los escritos que había presentado no se consideraban recursos, sino denuncias, que el Rector podía oír o desoír. Se optó así por no contestar a ninguna de mis "denuncias" y por ignorar mis exigencias de una respuesta en regla. Ante el silencio administrativo del Rectorado, presenté (ya con abogado) un recurso donde ponía "esto es un recurso de alzada", y también este escrito quedó (esta vez ya previsiblemente) sin respuesta.

Con lo cual pasó el asunto a los tribunales, y presenté un contencioso administrativo. Tenemos juicio para el día 2 de julio de 2007. He estado examinando por primera vez el escrito del contencioso administrativo, redactado por mi abogada en lenguaje jurídico del que no podemos proferir el común de los mortales. Si hubiese contratado a la abogada ya desde el momento en que el tribunal cometió la primera irregularidad, otro gallo nos cantaría. Excuso colgar aquí el recurso, pero sí pondré las cuatro irregularidades básicas que se alegan. (Conste que muchas, muchísimas de las que yo le exponía al Rector en mis denuncias se han quedado por el camino y no han llegado a este escrito, por darle una forma manejable y no marear al juez).

Principales irregularidades, pues, según reza el escrito:

- Irregularidades en relación a la fijación del perfil de la plaza y la aplicación de éste por parte de la Comisión Juzgadora.
- Incumplimiento de lo dispuesto en el artículo 9.1 b) del Real Decreto 1.888/1984 de 26 de septiembre, por el que se regulan los Concursos para la provisión de Plazas de los Cuerpos Docentes Universitarios (modificado por el Real Decreto 1427/86 de 13 de junio) en relación con los artículos 10, 38 y 39 de la misma norma por cuanto la Comisión Juzgadora introduce la exigencia de un requisito no contemplado en la legislación vigente (presentación de proyecto investigador).
- Irregular composición de la Comisión Juzgadora.
- La Comisión Juzgadora introduce unos criterios de valoración en los que se prima antijurídicamente la docencia ante la actividad investigadora, lo cual supone vulneración del RD 1.888/1984 que regía el proceso de referencia.

(...)

Como conclusión a todo lo expuesto hay que manifestar que en el proceso selectivo objeto de impugnación concurren una multitud de vicios de antijuridicidad que deberían producir la estimación del presente recurso, y es que a la irregular fijación de los criterios de valoración, con una ilegal exigencia de presentación de un proyecto de investigación en su informe razonado, la comisión (irregularmente constituida) procede a realizar una valoración disconforme a derecho del primero de los ejercicios (haciendo un traslado de votos a puntos) y todo ello con un total desconocimiento en la normativa de aplicación, desconocimiento que para más inri pusieron de manifiesto dos miembros de la Comisión Juzgadora, Dra. Onega y el Dr. González Groba que se declararon abiertamente como poco cualificados para juzgar una plaza de lingüística inglesa.

Todo lo anterior unido a que el actor ("el actor" soy yo: a player's heart wrapped in a doctor's hide) tiene reconocidos dos tramos de investigación en esa área de conocimiento, hace que la presunción de la que gozan las Comisiones de juzgar con imparcialidad decaiga en el presente caso, provoca la necesidad de anulación de la resolución del proceso por el que se declaraba desierta la plaza, y con el nombramiento de una nueva Comisión Juzgadora se retrotraiga el procedimiento al momento en que debieron de fijarse los criterios de valoración.
 


El Rector estaba algo alarmado porque en los escritos que le dirigí acusaba a la Comisión Juzgadora de "prevaricación". Así que le tuve que explicar en un nuevo escrito el significado de "prevaricación" según el Diccionario de la Real Academia. Es la acción y efecto de prevaricar:

prevaricar. (del lat. praevaricare). intr. Delinquir los empleados públicos dictando o proponiendo a sabiendas o por ignorancia inexcusable, resolución de manifiesta injusticia. // 2. Der. Cometer el crimen de prevaricato [o sea, "incumplimiento malicioso, o por ignorancia culpable, de las funciones públicas que se desempeñan"]. // 3. Por ext., cometer uno cualquier otra falta menos grave en el ejercicio de sus deberes. // 4. fam. desvariar, decir desatinos. // 5. desus. Hacer prevaricar.


Allí se prevaricó hasta en el sentido desusado. Pero este asunto de la prevaricación es otra de las cosas que se han caído en el presente contencioso administrativo, que además no se presenta, naturalmente, ante los tribunales penales. Quizá se desestime el contencioso por cuestiones de fechas, tecnicismos de consideración administrativa del proceso judicial en sí, atención a la "solución" dada por el Rector, etc. Pero en lo que se refiere a las irregularidades cometidas, son flagrantes e incuestionables. Y, habiendo tales irregularidades en el proceso, y habiendo valorado mi trabajo en el área de Filología Inglesa con una puntuación de 1'8 sobre 10, ¿no hay acaso decisión de manifiesta injusticia? Decisión de manifiesta injusticia que al parecer esperaba el tribunal que yo aceptase "deportivamente". Pues no: me van más otros deportes. Aunque por ello me consideren algunos insolente, o contencioso. Y aunque pleitos tenga, y los pierda. Pues mal perdedor no soy, cuando no se amaña la partida.

 

El contencioso de la cátedra 
 



PS: Como resultó años después, los tribunales no me dieron la razón en el contencioso, cuestión que comento aquí.




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Retropost (2006) El contencioso de la cátedra

El contencioso de la cátedra

Publicado en Cátedra. com. José Ángel García Landa


25 de octubre de 2006

Ahora empieza a rodar por los juzgados el contencioso administrativo de la cátedra a la que me presenté en 2003 y se declaró desierta—ante lo cual interpuse recursos contestados por el Rectorado con silencio administrativo. De ahí que optase por llevar a juicio al Alma Mater. Con cierto retraso me he enterado de la citación a juicio de la Universidad ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo. Se ha reclamado a la Universidad el expediente administrativo de los recursos desestimados, y se la ha citado a juicio para el día dos de julio de 2007... nada menos. Las cosas del Palacio de Justicia van despacio. Menos mal que me parece que la resolución del caso, en cambio, será rápida.

En curso y en re-curso




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Retropost: De inhabilitados a desacreditados

De inhabilitados a desacreditados

Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa

Las diferencias que se están introduciendo en el procedimiento de acceso a los cuerpos docentes universitarios pueden verse en este  PDF que compara la redacción de la LOU antes y después de su reforma (ver artículos 57 al 66). Ya comenté algún aspecto de esta reforma hace algunos días. Hoy me voy a centrar en el asunto de las acreditaciones—que me disgustan casi casi tanto como las habilitaciones. Podíamos preguntarnos, por ejemplo, por qué, no se requieren acreditaciones previas para ocupar ministerios, subsecretarías generales, etc. — y a esos cargos se permite el acceso de cualquier nominado a dedo por el pasillamen del partido. ¿Igual es que no era democrático acreditarlos previamente, o qué? Desde luego sí que les alteraría la lógica del corralito, y mucho... ya que no han tenido que hacer ni siquiera concursos de méritos para llegar a ponerse a tiro de un cargo.

Cuando yo me presenté a mi última oposición, todos los Profesores Titulares estábamos habilitados de oficio para presentarnos a las oposiciones a cátedras. Esa fue de las últimas oposiciones a cátedras por el sistema pre-LOU; con la entrada en vigor de la LOU, de la noche a la mañana quedó todo el mundo inhabilitado. Ah, amigo. Los que una semana antes podían concursar, ahora ya no podían. No sé si técnicamente hablando es ésta una ley con efecto retroactivo, pero desde luego a efectos prácticos no hay duda. Se creó un cuerpo virtual intermedio entre los catedráticos y los titulares de universidad (y otro entre los titulares y los no titulares, claro): los habilitados, cuerpo fantasmal que ocupaba plazas fantasmales y sin sueldo. Las plazas eran (son) muy reales en otro sentido: se convocan plazas de habilitaciones limitadas según el número de plazas "de verdad" que quieren cubrir las universidades. ¿Lógico? Pues podría parecer que sí, pero....

... la lógica perversa de este sistema (y digo perversa no sólo por sus elementos de círculo vicioso, sino porque se hizo a conciencia, cuando se veía venir de lejos lo que iba a pasar)—la lógica perversa, digo, se verá con este ejemplo práctico de mi universidad. Como digo, me presenté a cátedras, pero la plaza (¡ay!) no se cubrió. Vale. Debería haber pasado al nuevo sistema, y generar una plaza de habilitación, para luego cubrirse, ¿no? Pues no. La universidad no quiere (va contra su política) sacar la plaza a concurso, y prefiere guardarla en salmuera, en tanto no haya un habilitado de la propia universidad que pueda cubrirla.  Vamos, ¿que no querías endogamia, que para eso dicen que pusieron las habilitaciones? Pues toma taza y media. Allí sigue la plaza de cátedra que digo, durmiendo el sueño de los justos, tres años después de la última prueba y siete u ocho años después de haber quedado vacante.

Las habilitaciones han quedado desacreditadas. Demasiada gente en movimiento para pocas plazas, alteración de la docencia, sistema costoso y engorroso... ¿pero es que no tenía un superior con talento el destalentado que propuso el sistema? No, no lo tenía, había que morir al palo. Vale, ahora se suprimen las habilitaciones, pero los profesores de los cuerpos docentes universitarios no quedan por eso habilitados. Tendrán que seguir pasando dos tandas de exámenes para acceder a una plaza. Se introducen las acreditaciones, con lo cual de estar inhabilitados hemos pasado a estar desacreditados. Necesitamos acreditación. (Es curioso, insisto, que los políticos que redactan estas normas no necesiten ellos nunca acreditación para nada, pero sí se la exijan a quien ha de tener titulaciones y  oposiciones y currículum bien nutridito para estar donde está. Aquí pasa como con sus sueldos: generosidad inexplicable para consigo mismos, y otra vara de medir para quienes han pasado el tiempo formándose como especialistas en lugar de ascender por la vía supersónica del dedo partidario).

Dos ventajas parecen tener las acreditaciones sobre las (casi) antiguas habilitaciones. La primera, una quizá de doble filo: no hay prueba presencial. Se valora el currículum del candidato, con lo cual es más cómodo para todos... pero las protestas y recursos se van a multiplicar, supongo. La segunda, que no hay un número limitado de "plazas". Así, es previsible que se acredite más gente de la que venía habilitándose. Se mantiene el concurso de acceso a la plaza en la universidad, claro... y ahí va a ser la fiesta de la endogamia. Con la mayor autonomía de la universidad, mayor flexibilidad de criterios, y candidatos todos acreditados, de casa y de fuera, pues poca duda va a haber de cuál es el candidato más conveniente y más adecuado a la línea de trabajo del departamento, ¿no? Bueno, eso si goza de las bendiciones del tribunal, que si su departamento se lo quiere quitar de encima, también lo va a tener fácil. En suma, preveo más endogamia y más perpetuación del feudalismo, todo bajo la garantía protectora de la acreditación.

Máxime cuando se ha suprimido una pequeña cláusula que daba un poco de chicha a las fantasmales plazas de los habilitados. En la redacción original de la LOU, los tribunales de la prueba de acceso (la oposición de verdad, en la universidad) podían dejar la plaza vacante un año, pero al segundo año la tenían que  cubrir si se presentaba un candidato habilitado. Aunque no les gustase, porque estaba habilitado, toma ya. Ahora en cambio, no. Puedes estar todo lo acreditado que quieras, pero si el tribunal estima (con su intocable discrecionalidad técnica) que no eres adecuado para la plaza, no te servirá ni el currículum ni la acreditación ni el Nobel de medicina. Ni el primer año ni el segundo. 

Esto me recuerda que sí que había en las viejas oposiciones un informe preliminar donde el tribunal expresaba su opinión sobre el currículum del candidato, previamente al primer ejercicio. En mi caso, en la cátedra que quedó vacante, todos los candidatos fuimos valorados positivamente por el tribunal, es decir, que teníamos en principio, a juicio del tribunal, el currículum esperable para ocupar una plaza de cátedra (una especie de habilitación sobre el terreno). Ello no impidió que en la oposición a la que me refiero luego ninguno de los candidatos superase la primera prueba (y eso que teníamos todos sexenios de investigación, otro dato indicativo). O sea, que discrecionalidad.... a discreción. Y ahora, parecido. Los acreditadores y acreditados, que canten misa si quieren, porque quien decide sobre la adecuación de un candidato es únicamente el tribunal de la segunda prueba, "en la casa". Y las reclamaciones no serán solventadas por una comisión específica del área de conocimiento, con lo cual la discrecionalidad técnica quedará intocable. Y baremos....  eso es para las plazas de asociado, hombre, eso de contar puntos. Aquí, en las oposiciones a titular o catedrático, funciona mejor la inspiración general del tribunal, la atmósfera, nada baremable, en todo caso. El mismo currículum puede valer un 10 o un cero, según respire el tribunal. Toma ya criterio técnico.

Todo esto poca traza lleva de cambiar con la nueva ley. La reforma de la ley no añade garantías objetivas para que sea el candidato con más mérito y preparación quien obtenga la plaza. En todo caso suprime algunas posibles garantías, y convierte el primer examen en un mero trámite vacío de contenido frente al segundo—un trámite que puede que te acredite, pero desde luego no te habilita para nada.

Ahora que, de todo este proceso de reforma en las oposiciones, lo más pasmoso ha sido ver cómo los cuerpos enteros de profesorado universitario (menos los catedráticos, que ya han hecho el último examen) han aceptado sin chistar su inhabilitación y desacreditación en masa por decreto-ley. Sin movimientos de protesta, sin extrañarles siquiera. Debe ser porque ya saben que se trata, antes y después, básicamente de aguardar turno, estudiar la correlación de fuerzas y ubicarse correctamente. Que las barreras, por muchas que haya, se alzarán al paso del Elegido, y que lo más seguro bajo cualquier sistema es saber quién manda y estar en el corrillo adecuado; lo de escuernarse a trabajar sin más es, pongamos, secundario, por no decir irrelevante. Vamos, igual que si fuésemos todos para ministros.

Hago un corralillo

Etiquetas: Universidad, Oposiciones, Cátedra, Habilitaciones, Acreditaciones, LOU

 

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Retropost (2006): Googlefight contra el tribunal

Googlefight contra el tribunal

Publicado en Cátedra. com. José Ángel García Landa



 En este post de arriba vuelvo a vueltas con mi infausta oposición de cátedras, una de mis obsesiones en este blog. Sobre lo injusto de que nos suspendiesen a todos los candidatos, en el primer ejercicio, después de haber informado el propio tribunal que teníamos suficiente currículum para ser catedráticos "en 2003" (cuando se celebró la prueba)—¡vamos, como dando a entender que no era preciso tener el mismo currículum unos años antes, cuando ellos hicieron la prueba a su vez!

En una serie de escritos al Rector (que quedaron sin respuesta, porque no la había posible) detallé las innumerables irregularidades que el tribunal cometió en la prueba. Igual un día las detallo aquí también, aunque si alguien quiere informarse (que no creo) puede leerse la sección sobre "Cátedra" de este blog.

Hoy, en plan más festivo, sólo organizaré una Googlefight entre los cuatro miembros del tribunal que me pusieron una nota de 1'8 sobre 10, y yo. Ay, lástima que no sea un criterio el número de resultados de Google para medir el mérito profesional, ¿eh? Claro que tampoco les parecían criterio a los miembros del tribunal las clasificaciones de campos de conocimiento de la UNESCO. Es que los hay con gustos particulares... En fin, ahí van los resultados:

Presidenta del tribunal: catedrática Dra. Susana Onega Jaén (busquemos—con comillas, eh— "Susana Onega" por dar más ventaja, aunque hay otras Susanas Onegas en el mundo): 992 resultados. Vaya, además el primer resultado es de una página mía, qué se le va a hacer...

Secretario del tribunal: catedrático Dr. Francisco Garrudo Carabias (busquemos "Francisco Garrudo", por si acaso no se usa el segundo apellido): 523 resultados.

Vocal: catedrático Dr. Constante González Groba. Buscando "Constante González": 575.

Vocal: catedrática Dra. Montserrat Martínez Vázquez. Bueno, "Montserrat Martínez" no busco, que es media Cataluña. Buscando "Montserrat Martínez Vázquez": 193.

Total del tribunal: 2283 resultados según Google.

Candidato a cátedras Dr. José Ángel García Landa; buscando "José Ángel García Landa": 31.800 resultados. Si es que Google no miente...

Vencedor por K.O.: el tribunal.


El expediente completo

 

Etiquetas: Universidad, Cátedra
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Retropost: Hago un corralillo

Retropost #978 (5 de junio de 2006): Hago un corralillo


Querido Equis:

Me alegro de volver a saludarte, aunque evidentemente no por la ocasión de esta carta. Eres de las personas de nuestra profesión que me van dejando invariablemente buenos recuerdos, y conforme avanza la carrera (vital) de uno, es un número siempre decreciente, ya se sabe. Por aquí vamos todos bien, y más en junio que es mi mes preferido, creo. Estoy un poco en standby, aunque igual no doy esa impresión por los mails airados que de vez en cuando dirijo a la colectividad de anglistas, despotricando por el desmantelamiento de nuestra especialidad. Y la respuesta de los especialistas me lleva a pensar que no hay un consenso generalizado de que no haya que desmantelarla; por algo será, jeje... Un poquito lamentable todo esto.

Ahora que para lamentable el asunto este del mangoneo que hubo en la oposición a la que te presentaste. Cuando te toca de cerca una acción de estas de poner los árboles antes que el bosque, o el corralillo que dice el Koala antes que la ley y que la disciplina académica... esas actitudes son las que llevan, poquito a poco, al ambiente autodestructivo que hay en la profesión a nivel nacional.

Siento muchísimo que te haya pasado, porque estos disgustos adquieren (somos así de limitados los homo academicus) un coste psicológico desproporcionado en la atención y las motivaciones del opositor o concursante, y las cosas importantes de la carrera (que son las que nos llevaron a emprenderla) pueden pasar a un segundo plano por la atención que dedicamos a las actuaciones mezquinas de los demás. Procura que no te pase, es lo más importante, que no pierdas de vista lo que te motiva en esta actividad a la que hemos elegido más o menos dedicarnos: que no se te estropee el entusiasmo por ese lado, por favor.

Me resultó curioso enterarme del resultado "con bronca incluida" del concurso, porque es necesario conocer cómo actúan en otros ámbitos la gente que sólo conocemos a veces por su lado amable, quizá porque no nos han tocado en ningún tribunal de pincha y corta. Es información útil, desde luego. Los mangoneos que hubo en puntuación, priorizaciones indebidas, etc., parecen lo bastante objetivables como para que surjan serias dudas sobre el proceder del tribunal a cualquier persona no directamente interesada en favorecer uno u otro resultado.

Y a eso voy ahora, cuando paso de darte ánimos, la razón, etc., para echarte una pequeña bronca o reconvención. Bueno, dejémoslo en consejo. Dices que no vas a recurrir la decisión del tribunal. Pues yo te digo que deberías, qué digo, que DEBES, y eso por varias razones que ya se te habrán ocurrido pero que por lo visto has apartado de tu mente; mal apartadas, a mi juicio, y por eso me permito recordártelas.

- Para que no se falseen los procedimientos administrativos y se elija al mejor candidato.

- Para que en el siguiente concurso vayan al menos avisados y con prevención de que puede ser recurrido, y así quizá no salga perjudicada injustamente otra persona.

- Para que haya una oportunidad (mínima, casi inexistente, conociendo la Universidad, es cierto) de que a quienes han actuado mal se les paren los pies (no voy a decir se les reconvenga o se les abra un expediente... pues no sufro de delirium tremens, y sé que eso jamás pasaría en la Universidad a quienes mangonean en un tribunal con el destino de puestos y fondos públicos).

- Para que, aunque la comisión de garantías, o el Rector, o quien sea, en su universidad, no les pare los pies, por lo menos se conozca fuera del circulito, y con recursos de por medio, la manera de proceder de ese departamento y esa comisión. Eso siempre es pedagógico y crea imagen, la merecida.

- Para tu propia tranquilidad de espíritu. Pues (aunque aquí es posible que me equivoque, tampoco te conozco tanto) es importante para superar una historia de éstas bien superada el hacer todo lo que esté legalmente posible en tu mano para hacer valer tus derechos. Lo contrario es tirar piedras sobre tu propio tejado.

Créeme, o dime si no que me meto donde no me llaman, pero es muy importante que presentes un recurso al Rectorado sobre este asunto. Sin temer llamar a las cosas por su nombre: prevaricación a la prevaricación, ignorancia a la ignorancia, mala fe a la mala fe, etc. Y hazlo con un abogado.

Ojo con los abogados, que, en mi experiencia, tienden a echar un tupido velo de palabrería sobre estos asuntos, quitándoles hierro y procurando rebajar a "cosillas" los alegres falseamientos de criterio profesional y las desenfadadas desviaciones de fondos públicos que se dan en estos casos, bajo el blindaje de la "discrecionalidad técnica" de las comisiones. Pero un abogado te puede ayudar para que no te suceda lo que a mí en un caso parecido: que por tecnicismos muy al pelo, el Rector decidió que las decenas de denuncias que le envié no llegaban a constituir un recurso, y se refugió, aliviado y cobarde, en el silencio administrativo.

Así que, repito, es necesario que presentes un recurso, y que lo hagas con un abogado. El Rector o la Comisión en cuestión desestimarán el recurso, como suelen de modo prácticamente invariable (por no abrir innecesariamente a su juicio ningún can of worms, cuando pueden tener una universidad tan repulida a su juicio). ¿Tener que contemplar la posibilidad de tergiversaciones, manipulaciones, con las medidas que debería conllevar eso...? Buénooo. Ningún rectorado le va a hincar el diente a semejante barra de turrón de Alicante: se lo pasan empaquetadito y sin abrir a alguien que no sea de los colegas. Así que es importante que entonces no desistas y que tengas preparados ya los papeles para presentar la cuestión a un contencioso administrativo.

Sé que todo esto suena desagradable, especialmente si ya es the return of the repressed y lo habías considerado y desestimado. Sin embargo, y confiando en que hay datos objetivables que pueden apoyar el recurso, creo que es lo que tienes que hacer. Por tí mismo como parte menos interesada, pero sobre todo por civismo y por obligar a la Administración a que sea lo que habría de ser. Al menos en la medida en que esté en tu mano. Y por jorobar, hombre.

Confío en que hagas lo más acertado, y que, en cualquier caso, no dejes que esto te ocupe más minutos de los que debería. Y que me disculpes si te digo algo que te pueda molestar, porque mi intención era sólo darte mi mejor consejo ... ¡admonitio non petita, ya lo sé!

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Retropost: Cátedra en conserva

Retropost #844 (5 de abril de 2006): Cátedra en conserva


La cátedra en cuestión es la infausta cátedra en la que se me cargaron a mí y a otros tres y quedó vacante. Bueno, pues resulta que años después de la oposición, el Departamento ha pedido que salga otra vez a concurso, sacándola del jarrito de formol en el que estaba guardada. Y, sorpresa, el Rectorado no va a hacerlo. Pues (según me han dicho de buena fuente) han preguntado al Director que cómo es que se ha pedido la salida a concurso de esta cátedra, si no hay en el Departamento ningún profesor habilitado que se pueda presentar al concurso. Así que no se va a sacar: va contra la política del Rectorado, que al parecer da prioridad absoluta a la promoción de su propio personal por encima de la conveniencia de cubrir las plazas asignadas.

Esto tiene su parte de círculo vicioso, pues el número de plazas de habilitación está en función del número de plazas docentes que saquen las universidades a concurso. Por tanto, al no salir esta cátedra a concurso, habrá menos posibilidades de que se habiliten los candidatos (sean o no de la Universidad de Zaragoza).

Yo ya sabía que la creación de nuevas plazas de catedrático estaba ya explícitamente subordinada a la existencia de personal habilitado. O sea, que si no hay habilitado, en principio no se asignan cátedras nuevas al departamento aunque lo solicite por mantener un equilibrio en la estructura de plantilla. Pero ahora descubro que la misma política se aplica a las plazas ya existentes. Se entiende así que ante la carencia de prisa del Departamento por cubrir su plaza estos años pasados, el Rectorado tampoco le haya apremiado en absoluto. Dinero que se ahorra.

Es una frugalidad loable, y un interés solícito de la institución por la promoción interna de su personal. Lástima que cuando le llegan al Rectorado recursos y denuncias sobre las arbitrariedades e injusticias que cometió la comisión evaluadora para lograr dejar vacante esa cátedra, cuando había tanto candidato de la propia universidad que se presentaba-- allí ya no haya habido tanto interés de la Universidad por velar por la promoción de su personal. Ni un acuse de recibo, ni una respuesta, sino más bien un desprecio olímpico a las opiniones y a las carreras de los candidatos. Eso también ahorra dinero, claro, en sueldos y en papel con membrete. Pero es pan para hoy y hambre para mañana, porque mina la integridad del sistema, y la credibilidad de la universidad.

Es una actitud que ciertamente merece un contencioso administrativo, así que eso he hecho. Con pocas posibilidades de éxito, claro, al haberse atrincherado el Rectorado en el silencio administrativo durante tanto tiempo. Pero por mí que no quede.


La cátedra fantasma


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Retropost: Habilitaciones

martes, 22 de marzo de 2016

Retroposts #767 (15 de febrero de 2006): Habilitaciones


Algunos no nos habíamos enterado aún del resultado de las habilitaciones para catedrático en nuestra área de conocimiento (Filología Inglesa). Este año las pruebas han tenido lugar en la Universidad de Murcia. Naturalmente, nuestra Asociación de Estudios Ingleses y Norteamericanos es demasiado discreta como para facilitar este tipo de información. Pero está colgada en la red de la Universidad de Murcia. Transcribo:

Resultados de la 1ª prueba con indicación de los votos obtenidos

1. Davis García, Rocío María 3
2.Durán Giménez-Rico, María Isabel 3
3. Gómez González, María de los Angeles 6
4. Gurpegui Palacios, Jose Antonio 6
5. Lavid López, María Julia 4
6. Mott, Brian Leonard 3
7. Neff Van Aerteselaer, Joanne 3
8. Palacios Martínez, Ignacio Miguel 2
9. Sánchez-Pardo González, Esther 3
10. Worsfold James, Brian James 3
11. Acuña Fariña, Juan Carlos 5
12. Bruton, Anthony Stewart 1
13. Calvo López, Clara 6
14. Carrera Suárez, María Isabel 6
15. Comesaña Rincón, Joaquín 3

Se convoca a los aspirantes que hayan obtenido cuatro o más votos al acto de entrega de resúmenes para la segunda prueba, el cual tendrá lugar en la sala Jorge Guillén de la facultad de letras de la Universidad de Murcia el lunes 30 de enero a las diez horas.
La segunda prueba comenzará el martes 31 a las 9:30 horas en la sala Jorge Guillén.
Murcia, 26 de enero de 2006

EL SECRETARIO
Fdo. Francisco Gutiérrez Díez
Vº Bº EL PRESIDENTE
Fdo. Angel Luis Pujante Alvarez-Castellanos

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Resultado final de aspirantes habilitados

La comisión juzgadora de la prueba de habilitación nacional de referencia hace pública la relación de aspirantes habilitados para Catedráticos de Universidad:

1. CALVO LÓPEZ, CLARA
2. GÓMEZ GONZÁLEZ, Mª ÁNGELES
3. LAVID LÓPEZ, JULIA

Murcia, 3 de febrero de 2006
EL SECRETARIO
Fdo. Francisco Gutiérrez Díez
Vº Bº EL PRESIDENTE
Fdo. Angel Luis Pujante Alvarez-Castellanos



Me parece que mi nombre jamás se verá en una lista de éstas. Ya me valió con los resultados de la oposición a la que me presenté hace ahora tres años aquí en Zaragoza. En aquellos tiempos felices todos los titulares estábamos habilitados para ser catedráticos, hasta que por decreto se nos deshabilitó en bloque (precisamente introduciendo las habilitaciones). Como me pareció una jugarreta sucia (y a la que la pasmada profesión no opuso ni una queja), pues no pienso participar en la movida ésta de las habilitaciones. Las cátedras están verdes (o todos estamos verdes).

Claro que en el antiguo sistema tampoco estaba garantizado que se hubiese de dar la cátedra a un titular sólo por el hecho de cumplir los requisitos administrativos y tener méritos reconocidos oficialmente. Se podían dejar desiertas, y se dejaban de hecho, como se dejó la plaza a la que yo me presenté, al no haber falta de concursantes pero no gustar ninguno al tribunal. Eso sí que fue una deshabilitación. Y eso que las primeras actas que elaboraron al examinar las carreras y méritos de los concursantes sí que decían (en el caso de todos) que sí tenían méritos suficientes para obtener una plaza de catedrático de Filología Inglesa. Hubiera pensado uno que, en ese caso, sólo se trataba de elegir al que más méritos tuviera. Pero no-no.... Algo falló en la lógica del procedimiento, y todos los concursantes ("con méritos suficientes") quedaron suspensos, porque el tribunal juzgó que el trabajo y experiencia de esos titulares en Filología Inglesa no era adecuado para la enseñanza de la Lingüística Inglesa.


Vaya. Ahora sí que me he perdido. Será que la Filología no es adecuada para la Lingüística, o viceversa...


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Retropost: El regreso de la Cátedra Fantasma

Retropost #754 (8 de febrero de 2006): El regreso de la cátedra fantasma

 

Nos pasan por la red de la Universidad de Zaragoza la "Relación de Puestos de Trabajo de PDI aprobada en Consejo de Gobierno de 2 de febrero de 2006" (PDF).


Allí figuran las cuatro cátedras de nuestro Departamento de Filología Inglesa y Alemana, cuatro. Claro que sólo tenemos tres catedráticos, dos de ellos de reciente creación; la cuarta cátedra es la cátedra fantasma.

Es la que quedó vacante tras la jubilación de la anterior catedrática de nuestro Departamento el siglo pasado. Tras muchos retrasos y dilaciones, por fin se convocó el concurso-oposición, y se realizó hace tres años, quedando desierta. Yo fui uno de los concursantes, y me pusieron los señores del tribunal una nota de 1’8 sobre 10, con lo cual inmediatamente los denuncié por prevaricación al Rector, aportando abundantes datos y argumentos que pasaron al fondo de algún cajón. Silencio administrativo. Cuento algunos detalles del proceso en estos artículos del blog.

El Rector al parecer consideró que al no haber presentado yo un recurso (la denuncia, según se deduce, no le valía como recurso) el asunto se solventó por silencio administrativo ya en 2003. Pero esta solución retroactiva que se dio al asunto, tras muchos meses de dudas y amagos, plantea un pequeño problema.

El misterio, si aceptamos que el asunto quedó solventado en 2003, es qué hace esa cátedra todavía allí, guardada en formol, desde 2003. Por qué no se ha interesado mi departamento por ella (ostras, una cátedra, qué golosa, ¿será posible que se les haya pasado por alto?). Por qué no se ha cubierto, ni hemos nombrado comisiones de acceso para cubrirla, ni se ha mencionado el tema para nada en ningún consejo de departamento. Parece que va a seguir en estado fantasmal, en su limbo administrativo, hasta no se sabe cuándo. Hasta que a alguien con capacidad de acción le interese, supongo, y mueva los hilos pertinentes para impulsarla en dirección propia o de sus aliados.


Menuda manera de administrar los recursos y puestos de trabajo públicos, entre los administradores directos y sus supervisores.


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