Los números secretos del Vaticano
Estos días en que está tan de moda la Plaza de San Pedro, en que es el mejor lugar del mundo para encuentros casuales e inesperados, quizá se pueda alguien encontrar en Roma con mi colega Antonio Armisén, que iba a dar un curso allí (aunque igual ha quedado suspendido por superpoblación). He leído estos días unos artículos suyos en los que hace unas interesantes y eruditas indagaciones sobre claves numerológicas, que también dan lugar a curiosas coincidencias que no se sabe si son casuales o guiadas por una mano oculta (o varias). ¿Cuántas estatuas rodean la Plaza de San Pedro? 153. Es el número de peces capturados en la pesca milagrosa del Evangelio de Juan (XXI, 1-25). ¿Casualidad?
Armisén pasa revista al uso del número 153 en la numerología eclesiástica, y en particular la jesuítica, a la que Bernini y sus colaboradores no parecen ajenos. Jesucristo (se recordará el símbolo del pez) traía consigo, al menos en la versión derivada de la Vulgata, un pez más, con lo cual fueron 153+1 los peces reunidos en la orilla. Y el número 153 o el 154 aparecen inopinadamente en diversas circunstancias y contextos literarios y artísticos. Por ejemplo: si catorce versos dicen que es soneto, catorce endecasílabos nos dan 154 sílabas. La misma forma del soneto parece ser así una clave numerológica, o prestarse a ella a posteriori.
Claro, que estamos hablando de sonetos italianos o españoles, sonetos de endecasílabos (los franceses suelen ser de alejandrinos, y los ingleses de pentámetros yámbicos de diez sílabas, cuyo ritmo es equivalente al del endecasílabo en esa lengua). En 1609 aparece Shakespeare’s Sonnets, sonetos no italianos, sino isabelinos, con una estructura de rima y metro diferente. Pero ¿cuántos son? Pues son 154. Un soneto por sílaba italiana, o por pez. O más bien diríamos que son 153+1, pues están divididos en dos secciones separadas por un poema irregular, que no tiene catorce versos sino doce (¿11 apóstoles + 1, especulo?). En cualquier caso, los sonetos no son de tema religioso, en absoluto. La clave numerológica sería en Shakespeare en todo caso una clave de pertenencia a un club de entendidos.
La biografía de Shakespeare que acaba de publicar Stephen Greenblatt, Will in the World: How Shakespeare Became Shakespeare (Nueva York: Norton, 2004) contribuye a dar más credibilidad a las relaciones de Shakespeare con círculos jesuíticos en Inglaterra. Greenblatt especula sobre si Shakespeare llegó a conocer a Edmund Campion, el misionero jesuita (santo desde 1970) que fue ejecutado en 1581; y recuerda el parentesco de Shakespeare con la familia Arden, perseguidos por supuestos nexos con un complot católico, o el legendario enfrentamiento del autor con el perseguidor de católicos Sir Thomas Lucy. Pero para Greenblatt Shakespeare se distanció tanto del dogma católico como del compromiso activo con su causa en Inglaterra, aunque siguieron reapareciendo en su vida conexiones o compromisos con la vieja fe. Por ejemplo, la cuestión de las almas del purgatorio que subyace al fantasma de Hamlet; o las exequias insuficientes, sin ritual, por el hijo del autor, Hamnet Shakespeare, que quedó así "mal enterrado" y cuyo recuerdo volvería a Shakespeare asociado con remordimiento en una obra como El cuento de invierno... Cuántos son los secretos que jamás serán desentrañados, y cuántas las pistas medio borradas que se pueden seguir un trecho, todavía discernibles, hasta que se borran del todo.
Las indagaciones de Antonio Armisén sobre el 153+1, en Shakespeare, San Agustín, Bernini, Gracián, Boscán, Petrarca y otros pueden leerse en sus artículos "Composición numérica e imitación. El 153 de la pesca milagrosa, la exégesis de Agustín y su huella en Petrarca y Boscán," Cuadernos de Filología Italiana 11 (2004): 75-98; "Sobre el 153 y la Piazza di San Pietro di Roma. Bernini y la numerología jesuítica. El caso Gracián," Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar 94 (agosto 2004): 65-101, y en otro artículo de próxima aparición, "Composición numérica en Petrarca, Boscán y Shakespeare. Nota sobre el caso de Sir Thomas Wyatt y Garcilaso de la Vega."
Más sobre intrigas secretas del Vaticano, y sobre el Papa, y hasta sobre números secretos, en Aventura en la Tierra. Es una visión del pontificado de Juan Pablo II que puede servir para contrarrestar los excesos hagiográficos de la mayoría de los medios.
3 comentarios
ulmebra -
Armando M. A. -
maikel -
Por ejemplon el 537 - prestarle atencion a este numero y veran que esta lleno de maldad.