La red investigadora pierde fuelle
Me he dedicado un rato, un tanto perversamente, a rellenar impresos electrónicos caducados, o fosilizados, en la web de gestión de la investigación de la Universidad de Zaragoza.
Allá por los albores del milenio pusieron en marcha el llamado Proyecto Avempace, para incluir y contabilizar en red los datos de la actividad investigadora de los profesores. Con los criterios cuadriculados que suelen aplicarse a estos casos, pero eso es lo de menos. El plan era uno de esos proyectos de "hacer cosas y que figuren" al parecer, porque se empezó y ahí se dejó (supongo que una vez presentada la memoria de actividades de aquel año). Pero ahí sigue muerto en la web, y sin nada que lo continúe ni lo actualice: sólo se contemplan los años 2000, 2001 y 2002, y ni esos funcionan. Se hizo la estadística en su momento, y a correr, a otra cosa mariposa.
Debe ser como ese otro plan que salió hace un par de años, según el cual se iban a duplicar todas las enseñanzas de la Universidad de Zaragoza, para impartir un grupo en español y otro en inglés—y se iban a importar miles de estudiantes chinos para suplir el descenso de nuestras cifras de matrícula. Otro que pasó a la historia: en política universitaria, como en la de Zapatero, se tiende a funcionar mucho con fuegos artificiales, globos sonda, e inauguraciones de proyectos gaseosos.
Otro plan (este de los estatutos) era la promoción de grupos de investigación. Pero allí están también fosilizados en la página web, sin criterio discernible en cuanto a lo que es un grupo de investigación, aparte de la pasmosa identificación de "grupo" con "grupo financiado en una convocatoria determinada", y la declaración de que los grupos reconocidos por la Universidad serán "los grupos reconocidos por el Gobierno de Aragón"—¿criterio político será, entonces? La Universidad al parecer no tiene criterio propio en esto. Los Estatutos (Art. 119.3) encomendaban a la Comisión de Investigación el elaborar estos criterios, pero se han despachado pronto.
Otra cuestión relativa a la política investigadora de esta universidad es que se ocupa sólo de grupos. Véase la llamada Convocatoria propia de proyectos de investigación. (Como si los proyectos de investigación se pudiesen convocar: la redacción traiciona la confusión mental o administrativa entre investigar y obtener subvenciones para investigar). Ahí dice que los candidatos a ayudas deberán pertenecer a un grupo reconocido por la Universidad de Zaragoza. Pero héte que la Universidad sólo reconoce a los grupos reconocidos (o sea, financiados o prefinanciados) por el Gobierno de Aragón. O sea, "Tened y se os dará"—por lo menos no prohíben pedir ayudas a los que han participado en proyectos sin ser directores, como hacía la última convocatoria nacional de investigación.
Pero de eso que dicen los Estatutos de la Universidad—que el apoyo a la investigación se realizará "tanto a los grupos como a los investigadores individuales" (Art. 124e de los Estatutos), o que la adjudicación de recursos se hará "sin menoscabo de la investigación individual" o que "la pertenencia a grupos no podrá ser requisito absoluto o excluyente de adjudicación de recursos" (Art. 119.4) salvo en convocatorias que partan de otros organismos—pues nunca más se supo. Los investigadores individuales no pueden tener "proyecto".
Tampoco tiene la Universidad (al menos públicamente visible) una lista de los miembros de los grupos: sólo la lista de los grupos, y el nombre del investigador principal. Que si importantes son los grupos, lo realmente importante es que haya un investigador principal, que es el portador de méritos y medallas. La morralla investigadora ni siquiera figura en la web.
Ni en general figura en ninguna otra parte que no sea algún impreso en un cajón, supongo. Porque tampoco se enlaza la lista de grupos a las páginas web mantenidas por los grupos—si es que las mantienen, o dan cuenta pública de alguna manera de lo que hacen.
Tanta investigación con financiación pública, y tan poca organización y tan poco resultado visible públicamente, y tan poca discusión. Cuando hay tanto medio, y tanta capacidad de información, en potencia.
Allá por los albores del milenio pusieron en marcha el llamado Proyecto Avempace, para incluir y contabilizar en red los datos de la actividad investigadora de los profesores. Con los criterios cuadriculados que suelen aplicarse a estos casos, pero eso es lo de menos. El plan era uno de esos proyectos de "hacer cosas y que figuren" al parecer, porque se empezó y ahí se dejó (supongo que una vez presentada la memoria de actividades de aquel año). Pero ahí sigue muerto en la web, y sin nada que lo continúe ni lo actualice: sólo se contemplan los años 2000, 2001 y 2002, y ni esos funcionan. Se hizo la estadística en su momento, y a correr, a otra cosa mariposa.
Debe ser como ese otro plan que salió hace un par de años, según el cual se iban a duplicar todas las enseñanzas de la Universidad de Zaragoza, para impartir un grupo en español y otro en inglés—y se iban a importar miles de estudiantes chinos para suplir el descenso de nuestras cifras de matrícula. Otro que pasó a la historia: en política universitaria, como en la de Zapatero, se tiende a funcionar mucho con fuegos artificiales, globos sonda, e inauguraciones de proyectos gaseosos.
Otro plan (este de los estatutos) era la promoción de grupos de investigación. Pero allí están también fosilizados en la página web, sin criterio discernible en cuanto a lo que es un grupo de investigación, aparte de la pasmosa identificación de "grupo" con "grupo financiado en una convocatoria determinada", y la declaración de que los grupos reconocidos por la Universidad serán "los grupos reconocidos por el Gobierno de Aragón"—¿criterio político será, entonces? La Universidad al parecer no tiene criterio propio en esto. Los Estatutos (Art. 119.3) encomendaban a la Comisión de Investigación el elaborar estos criterios, pero se han despachado pronto.
Otra cuestión relativa a la política investigadora de esta universidad es que se ocupa sólo de grupos. Véase la llamada Convocatoria propia de proyectos de investigación. (Como si los proyectos de investigación se pudiesen convocar: la redacción traiciona la confusión mental o administrativa entre investigar y obtener subvenciones para investigar). Ahí dice que los candidatos a ayudas deberán pertenecer a un grupo reconocido por la Universidad de Zaragoza. Pero héte que la Universidad sólo reconoce a los grupos reconocidos (o sea, financiados o prefinanciados) por el Gobierno de Aragón. O sea, "Tened y se os dará"—por lo menos no prohíben pedir ayudas a los que han participado en proyectos sin ser directores, como hacía la última convocatoria nacional de investigación.
Pero de eso que dicen los Estatutos de la Universidad—que el apoyo a la investigación se realizará "tanto a los grupos como a los investigadores individuales" (Art. 124e de los Estatutos), o que la adjudicación de recursos se hará "sin menoscabo de la investigación individual" o que "la pertenencia a grupos no podrá ser requisito absoluto o excluyente de adjudicación de recursos" (Art. 119.4) salvo en convocatorias que partan de otros organismos—pues nunca más se supo. Los investigadores individuales no pueden tener "proyecto".
Tampoco tiene la Universidad (al menos públicamente visible) una lista de los miembros de los grupos: sólo la lista de los grupos, y el nombre del investigador principal. Que si importantes son los grupos, lo realmente importante es que haya un investigador principal, que es el portador de méritos y medallas. La morralla investigadora ni siquiera figura en la web.
Ni en general figura en ninguna otra parte que no sea algún impreso en un cajón, supongo. Porque tampoco se enlaza la lista de grupos a las páginas web mantenidas por los grupos—si es que las mantienen, o dan cuenta pública de alguna manera de lo que hacen.
Tanta investigación con financiación pública, y tan poca organización y tan poco resultado visible públicamente, y tan poca discusión. Cuando hay tanto medio, y tanta capacidad de información, en potencia.
2 comentarios
JoseAngel -
Pablo -
Y sí, alguna web hay, pero muchas menos de las que debería.