¿Día internacional de la qué?
Es otro de los síntomas que me aquejan, y cuyo nombre ya va siendo legión. No propiamente sordera de orejas—aunque sí soy un poco duro de—sino una especie de sordera mental que se manifiesta como un exceso de concentración en lo que estoy haciendo, ensimismamiento o aislamiento del entorno a efectos prácticos. Creo que es mi versión de lo que en la familia llamamos "el gen"—que creo que viene de parte de padre, y tiene efectos mucho más espectaculares y devastadores en otros hermanos ("¡Eh, Luis, que te hablo a tí!", y ya lo puedes sacudir del hombro, que si no está en eso, no está en eso). Pues yo, lo mismo, pero barajado de otra manera. Hay cosas de las que no me entero.
Me pasa un poco como al geómetra Velázquez, en Manuscrito encontrado en Zaragoza, ese que traza curvas y líneas de fuerza para calcular los efectos de las pasiones humanas:
—Señor Velázquez —dijo el cabalista—, permitidme que repita que estoy muy sorprendido de veros tan experto en historia como en geometría. Uno de esos estudios depende del juicio, otro de la memoria, y esas dos cualidades pasan por ser opuestas y contrarias.
—Permitidme que no comparta opinión—respondió el geómetra. El juicio ayuda a la memoria clasificando lo que éstar reúne, de suerte que, en una memoria bien ordenada, cada idea se presenta siempre acompañada de todas sus consecuencias. Pero es cierto que la memoria, como el juicio, sólo puede aplicarse con éxito a un número reducido de ideas. Cuando es preciso, recuerdo, por ejemplo, todo lo que he sabido sobre las ciencias exactas, sobre la historia de los hombres y sobre la historia de la naturaleza; pero por otro lado olvido mis relaciones momentáneas con los objetos que me rodean. Es decir, que no veo lo que tengo delante de los ojos ni oigo lo que me gritan al oído, y eso hace que a veces pase por distraído.
—con razón.
—oOo—
4 comentarios
JoseAngel -
Magda -
JoseAngel -
Mireya -
Cada día estoy más en "otro mundo"... Un saludo!