ESP
El inglés para fines específicos (English for Specific Purposes) está de capa caída en la Universidad. Con la reforma de las titulaciones universitarias para su adaptación el Espacio Europeo de Educación Superior, aquí va a haber que recortar las licenciaturas: lo que significa en principio menos horas de docencia que justificar, y menos posibilidades de plazas docentes, de carne fresca académica en algunos departamentos, etc. Y menos sitio en el plan de estudios para acomodar todo lo que necesita ser acomodado. Hay que minimizar pérdidas, y se impone recortar michelines. Es la lucha por la vida, la hora del Anschluß.
Visto que en las titulaciones de ciencias sociales, técnicas, científicas, biomédicas, etc., no hay ni gimnasia ni religión en los planes de estudio, toca aplicar el cuchillo al inglés. Al "idioma moderno" o "idioma extranjero" que lo llaman (y cierto es que también se da el caso de quien estudia francés o alemán, sí).
Ahora en lugar de 300 créditos de licenciatura, pongamos, hay 240. Fuera florituras, y fuera el inglés. Como serán "los de la casa" los que hagan el plan de estudios, los departamentos fuertes en las facultades científicas, sociales (y humanísticas, también), o en las escuelas de ingenieros, harán pesar su influencia, y eliminarán lenguas de sus planes de estudio para hacer sitio a estadísticas, motores y sociologías. Naturalmente.
Tomemos un caso: biblioteconomía. Que ni siquiera es tecnológica o biomédica: es de humanidades, y de hecho en mi centro era una diplomatura, con lo cual en lugar de disminuir créditos, gana en tamaño con su transformación en grado. Pero tate: en inglés pierde. De 24 créditos que tenía, y hasta obligatorios, se va a quedar en la cuarta parte. Y optativos. Y gracias. En las demás carreras, la transición va a ser bastante más espectacular, me temo.
Las consecuencias en nuestro departamento, distribuido en dieciocho centros, y tan volcado en el inglés para fines específicos, van a ser bastante espectaculares. Porque no hay un lugar claro para profesores que vayan ofertando docencia que sistemáticamente queda fuera de programa, o es de libre elección. Aún más estando cubierta la enseñanza de inglés básico con el Centro de Lenguas Modernas. La batalla por mantener el ESP en las carreras como materia con entidad propia me temo que está perdida antes de empezarla. Así que veremos consecuencias, a partir de este año en que se rediseñarán los planes de estudio. Quizá no inmediatas, pero se verán, vaya si se verán. Me lo dice la percepción extrasensorial.
PS: una noticia a la contra: en Cataluña se exigirá un tercer idioma, preferentemente inglés, en un 10% de la carrera.
Visto que en las titulaciones de ciencias sociales, técnicas, científicas, biomédicas, etc., no hay ni gimnasia ni religión en los planes de estudio, toca aplicar el cuchillo al inglés. Al "idioma moderno" o "idioma extranjero" que lo llaman (y cierto es que también se da el caso de quien estudia francés o alemán, sí).
Ahora en lugar de 300 créditos de licenciatura, pongamos, hay 240. Fuera florituras, y fuera el inglés. Como serán "los de la casa" los que hagan el plan de estudios, los departamentos fuertes en las facultades científicas, sociales (y humanísticas, también), o en las escuelas de ingenieros, harán pesar su influencia, y eliminarán lenguas de sus planes de estudio para hacer sitio a estadísticas, motores y sociologías. Naturalmente.
Tomemos un caso: biblioteconomía. Que ni siquiera es tecnológica o biomédica: es de humanidades, y de hecho en mi centro era una diplomatura, con lo cual en lugar de disminuir créditos, gana en tamaño con su transformación en grado. Pero tate: en inglés pierde. De 24 créditos que tenía, y hasta obligatorios, se va a quedar en la cuarta parte. Y optativos. Y gracias. En las demás carreras, la transición va a ser bastante más espectacular, me temo.
Las consecuencias en nuestro departamento, distribuido en dieciocho centros, y tan volcado en el inglés para fines específicos, van a ser bastante espectaculares. Porque no hay un lugar claro para profesores que vayan ofertando docencia que sistemáticamente queda fuera de programa, o es de libre elección. Aún más estando cubierta la enseñanza de inglés básico con el Centro de Lenguas Modernas. La batalla por mantener el ESP en las carreras como materia con entidad propia me temo que está perdida antes de empezarla. Así que veremos consecuencias, a partir de este año en que se rediseñarán los planes de estudio. Quizá no inmediatas, pero se verán, vaya si se verán. Me lo dice la percepción extrasensorial.
PS: una noticia a la contra: en Cataluña se exigirá un tercer idioma, preferentemente inglés, en un 10% de la carrera.
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