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Vanity Fea

Incestos— ¿en el mismo cesto?

Tras su defensa del suicido como (el) acto que nos hace más humanos, Víctor Gómez Pin protesta contra el apelativo de "monstruo" aplicado al ogro Fritzl, y arguye que el hecho de la consanguinidad de violador y violada es (prácticamente) irrelevante. El incesto es puramente cuestión de relaciones legales entre roles familiares legalmente definidos, no realmente entre parientes consanguíneos en primer grado, arguye. Lo contrario sería para Gómez Pin (una vez más) someternos a la facticidad del hecho biológico y renunciar a la ley social que edificamos como algo diferente de las leyes biológicas:

"desde luego esta variable cuenta... pero cuenta en menor grado. Estamos obligados a que cuente en menor grado; lo contrario equivaldría a tirar por tierra lo que caracteriza a la sociedad humana en relación a las demás sociedades animales, a saber, que la ley prima sobre el orden biológico. Por decirlo llanamente: el caso Fritzl no sería menos tremendo si Elisabeth fuera hija adoptiva, y no biológica, de Joseph."


Y yo, como siempre, disiento y comento:

Creo que no son totalmente exactas estas apreciaciones sobre el incesto. Obsérvese que la ley social presupone la biológica, aun en los casos en que parecería escapar a ella. Edipo no se acostó con su madre "oficial", ni mató a su padre "social", pero sí a los biológicos— y por tanto a los sociales, q.e.d. Es una de las lecciones del mito: que lo social no puede escapar totalmente a lo biológico ni anularlo, o, si se prefiere, que no podemos trascender totalmente nuestra naturaleza animal por mucho que la sociedad pretenda edificar un orden puramente humano. No hay tal.


Y puntualizo además que, diga lo que diga el Filósofo, desde luego que Herr Fritzl es un monstruo—un monstruo moral. No es que a Fritzl se le llame monstruo metafóricamente, como parece creer Gómez Pin, sino al contrario muy literalmente. No tiene, en efecto, una trompa en la frente. Pero desde luego no ha desarrollado ciertas potencialidades humanas que muchos consideramos mínimas, mientras que sí ha obtenido un título de ingeniero (como nos recuerda el filósofo). Y allí está la monstruosidad, en esa descompensación muy real—y peor que una microcefalia.

Dicho esto, me parecen muy interesantes (conceptualmente hablando) todas las zonas de gris entre incesto y sexo legal, así como entre la normalidad y la monstruosidad—que quizá sean todo tonos de gris. Así, por ejemplo, los incestos entre hermanastros de padres y madres distintos, en parejas recasadas, que se crían como hermanos pero luego se casan ellos al divorciarse sus padres. O los morreos entre hermanos. O el caso Byron. O el caso Woody Allen, otro monstruito según quien lo mire. Monstruos hay, pero lo que no hay es una frontera tajante entre los monstruos y los no monstruos. Algún monstruito más o menos grande siempre se pasea por nuestro interior. Y los monstruos también son gente normal en gran medida, o muchas horas al día. Que le pregunten si no a los vecinos de Fritzl.

¿Qué nos hace sujetos humanos?



4 comentarios

JoseAngel -

Pues sí, el ejemplo de la muerte es el caso arquetípico de lo que siempre te va a pillar de sorpresa, por muy avisado que vayas.

Ah, lo del primate era "ingenioso" pero también era una respuesta. Vamos, que nuestra naturaleza animal nos acompaña. Aunque hay algunos más animales que otros, como por ejemplo este ingeniero Fritzl. Para mí sí es un monstruo: del mismo modo que un pobre gemelo imperfecto de dos cabezas es un monstruo, aunque también se le pueda llamar "discapacitado bicéfalo" y dar una explicación médica de su discapacidad...

Alfonso Ansó -

El caso Fritzl: He estado reflexionando sobre este tema.
(En relidad, no lo he estado pensando tanto, pero vamos, tampoco hay que darle tantas vueltas; también, porque es un tema bastante desagradable y no me da buen rollo, pero voy a intentar exponer mi opinión...)
He de decir que con este comentario voy a intentar hacer una autocrítica constructiva a mi primer comentario sobre el tema “Incestos— ¿en el mismo cesto?”
Bien, veamos: cuando salió la noticia del caso Fritzl, pensé: “¡Pero qué barbaridad!” (Barbaridad: no “Qué tipo más bárbaro”. La verdad es que no pensé en ese tipo como un monstruo).
Hummm, luego pensé: “Pero este tío está zumbao”. Al final, uno se da cuenta de que ese tipo es un psicópata. Algo no funciona bien en su cerebro, y observa que digo “cerebro”, y no “mente”. Claro: ¿Qué habrá pasado por la mente de ese tipo cuando encerró a su hija hace veinticuatro años, teniendo en cuenta lo que hizo luego, violar a su hija y tener hijos con ella, que parece que lo tenía premeditado? Hay algo que no funciona bien en su mente (o cerebro, que aquí serían sinónimos), teniendo en cuenta que ese personaje era ingeniero electrónico (¿O sea, que había estudiado la carrera de Ingeniería?). Esto me lleva a una conclusión: ese tipo tenía nula inteligencia emocional (http://es.wikipedia.org/wiki/Inteligencia_emocional)
Bueno, creo que esto es lo que quería comentar. Ya digo que es una autocrítica constructiva a mi primer comentario, donde simplemente cité una parte de un comentario, que a su vez era una réplica tuya a otro comentario que habías citado al principio de la entrada al tema... Es decir, que mi cita estaba probablemente sacada de contexto.
Tu réplica me gusto, pero me pareció más bien una réplica ingeniosa, dicho sea con todos los respetos. (Ya digo que es una crítica constructiva.)
Y por último, en cuanto a lo de: “creerque porque he imaginado que algo va a pasar, creer digo que eso no sucederá tal y como lo he pensado”,

a eso te contesto con esto:

http://elratoncitoperez.blogspot.com/2007/05/cita-en-samarra-el-otro-da-viendo-la.html


Un saludo,

Alfonso Ansó



JoseAngel -

Hola, Alfonso, y gracias:
Pues un mono desnudo, no, ¡pero un primate vestido, desde luego que sí! (Y a veces, como decía Bob Dylan, hasta el presidente de los USA tiene que estar sin ropa).

Lo de supersticioso pues ya ves que no soy, aunque creo que una última superstición sí me queda: la de creer que porque he imaginado que algo va a pasar, creer digo que eso no sucederá tal y como lo he pensado. Suele ser así (de ahí la superstición) pero más de una vez me he de equivocar.

Alfonso Ansó -

Hola, Jose Ángel,

"no podemos trascender totalmente nuestra naturaleza animal por mucho que la sociedad pretenda edificar un orden puramente humano"

Si el hombre no puede trascender totalmente su naturaleza animal, ¿acaso es un mono desnudo?

¿Qué opinas?

Alfonso Ansó

P.S.: Enhorabuena por tu blog. Lo sigo cada día con ansiedad. Ayer por la noche (antes de las 22:56) no vi la entrada correspondiente al martes, 13 y pensé que serías supersticioso y por si las moscas ese día no publicarías nada...

Un cordial saludo