Márgenes de maniobra
Estoy estos días intentando poner orden en el aluvión de trabajos de comentario de texto que me caen a final de curso: aunque se supone que son trabajos de evaluación continua las primeras semanas casi nadie me entrega nada; luego se acelera el ritmo, en mayo ya caigo bajo una lluvia de trabajos las últimas semanas de clase, y por estas fechas se ponen las pilas encima los que no han entregado nada en todo el año, y contribuyen a la inundación con sus esfuerzos de última hora.
Encima, no les pongo fecha fija (sólo fechas deseables) y les dejo hasta justo antes de la entrega de actas para que terminen de entregarme trabajos... con lo cual van y lo hacen, todo sea por evitar el examen, que es la otra opción, universalmente aborrecida.
Me dice mi Patronio que no debería actuar así: que debería ponerles fecha fija y punto, flagelar a los alumnos un poco más, y no darles tantos detalles sobre las notas, que sólo causa confusión y que me discutan si les parece bien o mal o mucho o poco. Que rinde mucho más ir de profe faraónico e inaccesible en su catafalco, me dicen—limitarse a sacar una breve lista de notas sin explicaciones, y poner una fecha y hora límite para la entrega de trabajos.
Hasta algún alumno me lo ha sugerido de hecho, que sería mucho mejor ponerles límites antes—para que se pongan las pilas desde el principio, o den por perdida la asignatura ya al mes de empezarla. Y yo que creía que la gente agradecía esto de tener márgenes de maniobra...
Pues igual el año que viene todo a fecha fija, y junio despejado. Por lo menos no me han enviado a la selectividad, crucemos los dedos...
2 comentarios
JoseAngel -
Antonio -
¡Un abrazo!