Una buena película de skinheads
Una buena película de skinheads
Romper Stomper de Geoffrey Wright (Australia, 1992)—la película que hizo famoso a Russell Crowe. En la línea de Trainspotting, antes de que existiera, o de American History X, y con alguna reverencia a La Naranja Mecánica. También recuerda algo a Quadrophenia, en esas ansias de integrarse en algo con uniforme. Si queréis aborrecerlos más, a los skins, es vuestra película. Si no conocéis al personal skinhead, tampoco os perdéis nada, pero aquí veis calcada la radiografía mental de lo que hay. La película no te deja identificarte mucho con nadie, y los personajes son todos despreciables en mayor o menor medida. Está rodada en un estilo pseudo-caótico, desorganizado y dinámico muy a tono con el ambiente barriobajero y descerebrado. Una reseña larga aquí. Al neonazi macho alfa lo interpreta Crowe; es el "ideólogo" por así decirlo del grupo, los demás son sólo descerebrados que lo siguen como a un líder. Es un detalle impresionante saber que el segundo de a bordo, un muchacho con dudas sobre su estilo de vida, era interpretado por Daniel Pollock, un actor muy joven, drogadicto, y que se suicidó tirándose a un tren justo antes de que la película se estrenase. Había tenido un asunto amoroso con la actriz que interpreta el personaje de Gabrielle, la chica que comparten los dos skinheads protagonistas; aquí como tantas veces se fundían un poco ficción y realidad. Esta fue su última interpretación; a veces la vida castiga tanto como el cine.
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