La flor de Coleridge, versión Warhammer
La flor de Coleridge, versión Warhammer
Yendo al cole en la moto, me cuenta Oscar sus sueños de esta noche, un sueño, me dice, dentro de un sueño, como los de Poe:
- Estaba yo en una casa grande con muchos cuartos, y tenía que escaparme de un cuarto a otro, porque nos perseguía un dragón, y en cada cuarto había figuritas de Warhammer muy bonitas, y yo las iba cogiendo. El dragón era como las figuritas de Warhammer pero en grande. Y a mí había una figurita que me gustaba mucho...
- ¿Y era como el dragón que te perseguía, pero en pequeñito?
- No, a mí la que más me gustaba era un mamutito que llevaba unos zurrones con cargas de dinamita. Es que vas a una tienda de Warhammer y te encuentras de verdad cosas de esas. Pues me metía figuritas en los bolsillos mientras me escapaba por esos cuartos...
... pero era un sueño, y luego me despierto en casa. Bueno, en casa pero sueño que me despierto, porque era otro sueño raro. Venían unos colegas y nos íbamos todos juntos a una academia de policía Alien, no sé cuántos eran, a veces eran más y a veces eran menos, en los sueños no los puedes contar bien. O a veces aparecía uno, decía sus comentarios y luego desaparecía. Y en la academia de policía Alien, resulta que me metía yo la mano en el bolsillo, y tenía de verdad el mamutito Warhammer que había cogido en el sueño de antes, en el bolsillo lo tenía.
- Oye, pues ¡qué ventaja, algo sacaste en limpio del sueño!
- Sí. Lo malo es que era en otro sueño.
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(Aquí hay otra versión del sueño, narrada por Oscar imperson, en su blog Nuestras incompetencias).
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