Far from Heaven
Una película de Todd Haynes sobre la presión social sobre la libertad de las personas—sobre la represión de los deseos y de las emociones controlada por el círculo social, las maneras, el matrimonio... Vemos a una pareja modélica de los años 50, un próspero hombre de negocios y su esposa, viviendo en su chalecito barrio blanco en la América blanca, y llevando a sus hijos más tiesos que una vela. A la vez, él es un homosexual reprimido, y el descubrimiento de ésto, sus fallidos intentos de "curarse" y normalizarse, le llevarán a tensiones insoportables y al final a la crisis irremediable. En cuanto a ella, intenta (en parte por su frustración emocional) hacer amistad con su jardinero, negro por más señas—sin ser consciente del nivel de rechazo y hostilidad que esto iba a levantar en su círculo social y familiar. Al final, el marido y la mujer siguen viviendo su vida de mentiras y disimulos, sin aceptarse mutuamente, mientras la relación de entendimiento mutuo y cariño que despunta entre la esposa y su jardinero negro termina en una triste separación sentimental, cuando él se ve obligado a buscar trabajo en otro sitio, y a cortar la relación por el bien de su hija. La película está muy cuidada en su aspecto visual, imitando la estética del cine y la publicidad de los 50 incluso en sus títulos de crédito, y por supuesto en los colores, diseños, peinados, posturas... Eso es a la vez una fuerza y una debilidad, puesto que a veces parece estar hablando de un tiempo felizmente superado, y otras nos sugiere con mucha fuerza que el control externo e interno lo tenemos siempre dentro y alrededor, y que salirse algo más que un pelín de los carriles marcados y de lo que espera tu círculo lleva a tensiones, peleas, sufrimiento y aislamiento. No es optimista la película, a pesar del ramito de flores que la cierra, con un movimiento de cámara deliberado. Es una historia ejemplar que muestra entre otras cosas los límites de todo el mundo. La buena mujer (Julianne Moore) desfoga sobre sus hijos, con una vida hiperordenada que les impone, toda la presión social que siente ella misma. De la "dolencia" de su marido, jamás llega a concebir ella (ni él) que no sea la cosa un problema mental o un vicio indeseable, eso de la liberación gay quedaba muy lejos. En cuanto a su mejor amiga llegaba a comprenderla en sus problemas sexuales y emocionales con el marido, pero traza la raya de la incomprensión cuando la cosa trata de hacer amistad con negros. Una especie de Jungle Fever menos febril, en suma. Pero estas cosas sólo pasaban en los años 50, ¿no?
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