De las Crisis Juiciosas
martes, 20 de enero de 2015
De las Crisis Juiciosas
En exámenes, a ratos perdidos, voy leyendo el Arte de Ingenio: Tratado de la Agudeza de Baltasar Gracián, digo la edición de Madrid de 1642, firmada con el nombre de su hermano Lorenzo; me compré los facsímiles de esta y de la Agudeza y Arte de Ingenio (Huesca, 1646), editados y prologados ambos por Aurora Egido.
El conceptismo de Gracián, con su énfasis en el juego de ideas, y el análisis retórico que hace de los conceptos, se prestan a relacionarlo con la poética cognitiva de hoy. A mí me llama la atención la manera (un tanto escueta y enigmática ciertamente) en que percibe y saca a la luz la cuestión de los marcos de representación, y de las perspectivas cognitivas. Un suceso o situación se puede concebir de dos o más maneras alternativas, y en el juego de esas representaciones, los marcos que les subyacen, y la transformación o paso de una a otra, está muchas veces la agudeza. Agudeza que tiene el agudo citado por Gracián, agudeza que tiene el que capta la agudeza y la hace memorable (contagiado por el ingenio de la percepción) y agudeza la de Gracián que analiza en qué reside exactamente la agudeza, y a qué modalidad en concreto pertenece. No digo que sus clasificaciones sean coherentes o estancas; son más bien una perspectiva útil sobre una modalidad compleja de juego de ideas, y su descripción en cada apartado está solapada o es solapable con otras perspectivas que analizarían otros aspectos de la modalidad de agudeza estudiada. En cierto sentido el libro es también un florilegio de ideas exquisitas y una colección de chistes y anécdotas, además de un tratado de retórica cognitiva.
Veamos a título de ejemplo uno de sus capítulos o "discursos", el XXI, sobre las críticas que son a la vez ingeniosas (claro) y juiciosas. Corrijo a mi ayre algunas erratas, aunque conservo la ortografía original, dentro de un orden.
PArticipan igualmente de la sutileza, y prudencia las juiziosas calificaciones, consiste su artificio en vn juizio, en vna censura sutil de algun yerro, o acierto recondito, y nada vulgar. Desta suerte dixo vn soldado de Anibal, quando la vitoria de Canas: que el General sabia vencer, pero no vsar de la vitoria.
Quando el comun pondera vna conocida infelicidad, vn mal, o bien manifiesto, obseruar otro mas recondito, arguye gran viueza en el juizio. Assi el Duque de Alba, no ponderaua en Pompeyo el auer sido vencido de los contrarios, sino de los suyos en dar la batalla contra su parecer.
Conocer las eminencias, y calificarlas, es principal empleo desta sutileza. Desta suerte Augusto depreco a Cayo al embiarle a Armenia; la benueolencia de Pompeyo, la audacia de Alejandro, y su fortuna propia.
Tambien se califica, graduando las excelencias de los sujetos, y de las Prouincias, tal fue aquella de las Prouincias de España.
Boetica mittit equos, tauros Xarama feroces,
Insignes Cstella Duces, Aragonia Reges.
Censurase con una improporcion ingeniosamente. De Mario dixo Paterculo; murio aquel varon grandemente dañoso en la guerra para los enemigos, en la paz para los Ciudadanos: Morbo opressus decessit Marius vir in bello hostibus, in otio ciuibus infestissimus.
Con vna critica antitesi, dixo de Tiberio, disimulado vn atento cortesano, al reusar el Imperio. Los demas cumplen tarde, lo que prometen de presto, tu lo que temprano haces, tarde lo prometes. Caeteri quod pollicentur tardè praestant; tu quod praestas tardè polliceris.
Las dubitaciones son artificiosa forma del censurar. Del heroico Anibal, ponderò Valerio Maximo, dexandose lleuar del vulgar sentir de los estrangeros, que dexò en duda, si auia de ser tenido por maximo, o po pessimo. Insignem nominis sui memoriam relicturus, in dubio maior ne, an peior haberi deberet, poneret.
Ay vnas verdades plausibles y gustosas, que participan igualmente de la Agudeza, y de la prudencia; como aquella de Marcial a Emiliano, quando le dize: Si eres pobre, siempre seràs pobre, porque las dadiuas no se hazen sino a los ricos.
Semper eris pauper. si pauper es Ameilianei
Dantur opes nulli nunc nisi diuitibus.
Tienen algo de satiricas, y juntamente son sentenciosas. Dixo el mismo Marcial a vno que pleiteaua vna deuda: Tu has de presentar al juez, has de pagar al Abogado &c. Pareceme que es mejor pagar al acreedor, que es vno solo.
Et iudex petit, petit Patronus
Soluas censeo Sexte creditori.
El principal assunto deste modo de Agudeza, es vna censura extraordinaria, nacida de vna gran capacidad que alcança mucho. Tal fue el consejo que dio el Rey don Henrique de Castilla a su hijo, y el aprecio que hizo, y diuision de sus vassallos, en los que auian seguido sus partes las del Rey don Pedro de hermano, y los neutrales. Estremada fue la de Augusto, quando refiriendole que Alexandro a los treinta y dos años de su edad, auiendo conquistado el mundo, dixo: En que passaremos lo que nos queda de vida, se admirò de que no entendiesse Alexandro, que era mayor obra gouernar bien vn Imperio, que conquistarlo. Viendo Iulio Cesar vnos Estrangeros cargados de perrillos, estimandolos mucho, preguntò si en aquella tierra parian las mugeres hombres. Gran dicho fue el de Felipo a su hijo Alexandro: murmuraua de que su padre tenia muchas mugeres, y lleuaba mal tener tantos hermanos. Dixole Felipo, aumentandole el miedo, y estimulandole a la virtud: Procura o Alexandro, pues has de tener tantos competidores del Reyno, ser tal en la virtud, y en el valor, que merezcas ser antepuesto a todos. Dixo Pompeyo de si mismo, que todas las dignidades las auia conseguido antes de esperarlas, y las auia dexado antes que otros las esperassen.
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