Singing to the End of Love
Hoy tocan a muerto por Leonard Cohen. Desde la Torre de la Canción. Y si no todos, muchos morimos un poco con él, y él sigue viviendo un poco con nosotros.
(2016)
Estoy oyendo el último disco de Leonard Cohen, que compré anteayer, You Want It Darker. Y es un disco de vocación prepóstuma. Murió Cohen el día 7—ya era el disco póstumo cuando lo compré, pero no lo sabía; hoy nos hemos enterado. En Luco de Bordón me acordaba de él, andando por un camino a la ermita desierta. Lo vi y oí una vez, a Cohen, en un concierto en Zaragoza, primera y última vez en vivo. Desde los años 70 me sonaba el hombre, y en los noventa el último LP que compré, al acabar aquella era en la que comprábamos LPs, fue de Cohen—The Future. Ya estamos en ese futuro que él había visto, al final siempre nos alcanza—it’s a deadline.
Tampoco es que le siente especialmente mal la muerte, a Leonard Cohen. As he becomes death, death suits him. Es, después de todo, el hombre que dijo de sí mismo, "Nací de traje". Al igual que para muchos el divorcio no es el fin del matrimonio, sino su prolongación en fase póstuma o infernal, así la vida para Cohen pasa sólo a una fase póstuma, esperando una muerte más definitiva cuya silueta aún no se ve en el horizonte. Lo seguiremos viendo y oyendo en las ventanitas de YouTube, "that tower down the track". Yo también hablo bajito desde el sótano de esa torre, y oigo toses, cien pisos más arriba.
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