Blogia
Vanity Fea

Literatura y Cibercultura

Notas y observaciones sobre el libro Literatura y Cibercultura. Introducción, compilación de textos y bibliografía de Domingo Sánchez Mesa. Madrid: Arco/Libros, 2004.
(Esta reseña es más legible en la otra versión del blog en mi web).

Contiene, por este orden:

Sánchez-Mesa, Domingo. "Los vigilantes de la metamorfosis. El reto de los estudios literarios ante las nuevas formas y medios de comunicación digital."
"Una respuesta ágil al nuevo entorno comunicativo deberá obrar en beneficio de la posición de los estudios literarios y de las Humanidades en general" (34). Apela DSM a la responsabilidad de los académicos para hacer esto posible– analógicamente, señala con Carla Hesse que el si la imprenta dio lugar al sistema literario moderno no fue de modo automático, por determinismo tecnológico, "sino el resultado de una serie de operaciones institucionales que convirtieron al libro en la tecnología dominante al tiempo que moldeaban la subjetividad de los agentes culturales que debían hacer uso de ellos" [sic] (18).

N. Katherine Hayles, "La condición de la virtualidad." "La virtualidad es la percepción cultural de que los objetos materiales están interpenetrados por patrones de información" (37-38; cursiva en el original). Esta percepción favorece y es favorecida por las tecnologías de la información. Hayles llama la atención sobre la importancia de la base material de toda virtualidad: "la eficacia de la información depende de una base material sumamente articulada" (41, cursiva en el original), aunque "la primacía percibieda de la información sobre la materialidad oscurece la importancia misma de las infraestructuras que hacen valiosa a la información". Se opone a los sueños de utopías virtuales de Moravec en Mind Children, reconociendo en ellos viejos sueños espiritualistas, donde ahora información= espíritu, ambos opuestos a la materia. Analiza el concepto de señal de Shannon, que resulta en una teoría de la información aislada del contexto, y no por tanto en una teoría de la comunicación. Sueños de virtualidad: desde Wiener telegrafiando a un ser humano en 1950 a Moravec. Pero para Hayles, "la concepción de la información como algo separado del medio que la materializa es un acto imaginario a priori que construye un fenómeno holístico en tanto que dualidad materia/información" (46). No hay diferencia entre información y ruido al nivel de la señal, sólo al nivel del mensaje. Así, "Cuando se privilegia la información por encima de la materialidad, la dialéctica patrón/aleatoriedad asociada con la información es percibida como dominante sobre la dialéctica ausencia/presencia asociada con la materialidad. La condición de la virtualidad implica, por tanto, una percepción extendida de que la díada presencia/ausencia está siendo desplazada y adelantada por la de patrón aleatoriedad" (50). Pero para Hayles, "la materialidad, lejos de quedarse atrás, interactúa en cada punto" con los fenómenos informáticos, por ejemplo "con las nuevas formas que la literatura está adoptando a medida que se dirige hacia la virtualidad" (53). (Esta atención a la base material del texto también aparece en el libro de Hayles sobre experimentos tipográficos, Textual Machines). Analiza Hayles la interacción entre el libro y la virtualidad con distintos ejemplos. En Myst, los libros "se han convertido en objetos fragmentarios de un deseo vicario, sensuales visualmente en cuanto ello implica que están cargados de corporeidad, engañándonos con la promesa de una revelación que se producirá cuando los restauremos a una fabulosa unidad originaria. En los hipertextos, ya sean discretos o ya sea la WWW, ("un vasto hipertexto, y la mayoría de los textos dentro de él son hipertextos también", 61), se disuelve la propiocepción corporal del usuario: "un usuario de ordenador experimentado siente una coherencia propioceptiva con el teclado, experimentando la superficie de la pantalla como un espacio en el que su subjetividad puede fluir" (62). (Vamos, un poco como los monos-cyborg con sus brazos mecánicos). Las formas de textualidad cibernética, como el hipertexto, transforman nuestros hábitos cognoscitivos, a medida que (materialmente) interactuamos con ellas: "Como la postura y los modales en la mesa, aquéllas implantan y refuerzan presuposiciones cognitivas a través de acciones físicas y movimientos habituales, reconozcamos o no que lo hacen" (64). Para Hayles (como para Ong) las tecnologías textuales se interiorizan y modifican la consciencia. "No necesitamos tener implantados tomas de software en la cabeza (como imagina William Gibson en Neuromante) para convertirnos en cíborgs. Ya somos cíborgs en cuanto que experimentamos, a través de la integración de nuestras percepciones y movimientos corporales con las arquitecturas y topologías informáticas, un sentido de subjetividad transformado" (67) - remite aquí a Michael Joyce, Jay Bolter, David Kolb y Jane Yellowlees Douglas. Hay tres fases de relación de subjetividad y textualidad: el sujeto oral (fluido, cambiante, disperso, contextual) el sujeto escrito (fijo, coherente, descontextualizado) el sujeto virtual (en interfaz dinámica con el ordenador). Las teorías desconstructivas también reinterpretaron al sujeto escrito, asimilándolo al virtual (y al oral, diría yo – disolviendo dicotomías); "parece claro que el sujeto virtual será de alguna manera un cíborg" (70). Hayles propone articular interpretaciones que combatan la ilusión de descorporeización, que enfaticen la base material de las virtuaalidades; tales interpretaciones a su vez modificarán el desarrollo y el uso de las tecnologías informáticas "Las tecnologías no se desarrollan por sí solas. La gente las desarrolla, y la gente es sensible a las creencias culturales sobre qué pueden y qué deberían significar las tecnologías" (OK- pero el peso cultural del pensamiento crítico frente al mítico es, y será, escaso, creo yo. Tanta más razón para no descuidarlo, claro). En suma: "La virtualidad no consiste en vivir en un reino inmaterial de información, sino que es una cuestión de percepción cultural del hecho de que los objetos materiales están interpenetrados de información. Lo que signifique esta interpenetración y cómo pueda entenderse serán fruto de nuestra invención colectiva" (71-72). ("Nuestra" no es la de los teóricos, apunto, sino la de todos los usuarios... El uso tan extendido de alias y anonimatos en Internet apunta a una voluntad de virtualizarse más que a una voluntad de estar atentos a la base material de dicha virtualización).

Marie-Laure Ryan, "El ciberespacio, la virtualidad y el texto."
Nexo entre virtualidad y ciberespacio. Diferencia: realidad virtual (tecnología), realideades virtuales (creaciones de la imaginación) y virtualidad (concepto filosófico). Ciberespacio, palabra ensamblada por Gibson antes de que existiera, "esperando recibir el significado" - Gibson. La Matrix de Gibson prefigura a la vez Internet y la realidad virtual. A relacionar con El Aleph de Borges como estado de conocimiento total (cf. mi "Apocalypse of Total Communication"). Dimensiones del ciberespacio según Novak (en Cyberspace: First Steps, Benedikt 1991). "En los últimos años, el énfasis se ha trasladado claramente de la realidad virtual al funcionamiento en red" (83), pero la etiqueta de "ciberespacio" hace que se "asocie a la red con una realidad virtual" (85), y de hecho "existen incontables focos de virtualidad en Internet" (85). (Otra idea cara a Borges, vía Pierre Lévy): "En conjunto, Internet y su espacio metafórico constituyen la aproximación más cercana al círculo místico cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna: cada usuario considera que su página web es el centro del sistema, y el alcance del sistema carece de límites" (87). El ordenador es una máquina de simular que se convierte virtualmente en otras máquinas "O incluso podría convertirse, tal como sugiere la realidad virtual, en un mundo y un espacio vital virtuales" (88). Los textos, el yo, se virtualizan: "los usuarios del ciberespacio se conviernten en yos virtuales . . . Las tecnologías virtuales se convierten, por tanto, en tecnologías virtualizadoras" (90). La generalización del término "virtual" lo debilita. En escolástica, "virtual" era lo que tenía potencialidad de hacerse real; luego "se convierte en lo ficticio y lo inexistente" (90). "En este sentido, lo virtual se percibe a la vez como el equivalente a lo real y su inferior: Aunque es ’tan bueno como’ lo real, sufre de una falta de legitimidad que le impide desplazar completamente a lo real" (Pero aquí podríamos aplicar la crítica derrideana a la lógica del suplemento: real como centro, virtual como margen... pero lo virtual es (realmente) virtual; lo real incluye lo virtual). Virtualidad y ficción: "Esta idea de la suspensión de la incredulidad es el equivalente teórico-literario del concepto de la inmersión dentro de la realidad virtual" (92). Reacciones contra los sueños de virtualidad (Stoll, Birkets, Slouka, Markley, Woolley, Brook and Boal, Kroker y Weinstein...). Temor a la virtualización del mundo real; para Heim, es el daño físico o la muerte el criterio para diferenciar la prioridad de la realidad sobre el mundo virtual (Pero cf. The Matrix. Y lo que compras en Amazon te pasa factura... (Ps: y sin contar con esto: muere un surcoreano tras pasar 50 horas jugando en red) ). Reconsideración de lo virtual como potencialidad: según Hayles, nuestra condición es virtual "porque hemos aprendido a vivir, trabajar y jugar con lo fluido, lo abierto, lo potencial" (Ryan 99). Elaboración de herramientas como virtualización. (Incluido el lenguaje como tecnología:) "El lenguaje se origina de forma similar a fin de transcender lo particular. La creación de un sistema de tipos lingüísticos reutilizables (o langue) a partir de una experiencia individualizada o comunitaria del mundo es un proceso virtualizador de generalización y conceptualización" y la parole es la actualización y contextualización (o realización). "Incluso a través de su manifestación en forma de parole, el lenguaje ejerce un poder virtualizador. La vida se vve en el tiempo real, como una sucesión de presentes, pero mediante su capacidad de referirse a los objetos que están físicamente ausentes, el lenguaje pone a la conciencia en contacto con el pasado y el futuro, y metamorfosea el tiempo en una expansión continua por la que puede viajarse en todas direcciones, y transporta la imaginación a lugares lejanos" (100 - Great!). El cuerpo también es virtualizado por las tecnologías que alteran su apariencia, límites o sensorio. Y en la realidad virtual lo que experimentamos es "la virtualización en un segundo grado de lo que ya es virtual" (101). En cuanto al texto, también se virtualiza. Texto oral: cercano al cuerpo, sólo virtualizado por la memoria; conservable y reproducible con la imprenta; medio electrónico lo virtualiza aún más al hacerlo inaccesible hasta que la pantalla lo actualiza. (101). En cualquier texto llenamos agujeros informativos (actualización en la lectura): "Como generador de mundos, interpretaciones, usos y experiencias potenciales, el texto es ya siempre, por tanto, un objeto virtual. Lo que ha producido el maridaje del postmodernismo y la tecnología electrónica no es el propio texto virtual, sino la elevación de su virtualidad intrínseca a una potencia superior" (103). E.g. hipertexto; y niveles de existencia del texto electrónico (Bootz: texte-écrit, texte-à-voir, texte-lu). "La interactividad del hipertexto es débil porque la contribución del lector a la configuración del texto es una elección entre alternativas predefinidas, en lugar de la producción actual de los signos" (105). El texto abierto y la teoría postmoderna: teorizado avant la lettre por Barthes, Derrida, Foucault, Lyotard, Baudrillard, Deleuze y Guattari. Tabla que opone binariamente, a la izquierda texto "malo" (mayormente impreso) y a la derecha "bueno" (mayormente electrónico)... debido a las propiedades inherentes del medio que favorece cierto tipo de sujeto (fluido, etc.): estimula a representar papeles, casi nadie aparece como "ellos mismos" - "en cualquier caso está en manos de los usuarios decidir cómo se explota dicho potencial" (113). "Si los recursos del lado derecho son accesibles para un pensamiento elaborado en el medio impreso, ¿por qué prohibir la existencia de los recursos del lado izquierdo dentro de la textualidad electrónica? (114). Se amplían, sin volverse obsoletos, los recursos de la expresión literaria. (Se amplían unos, pierden espacio otros, se arrinconan otros... diría yo. De momento, Internet está acelerando la obsolescencia de todo lo impreso, la corta vida de lo ’lanzado’ al mercado, aunque quizá haga pervivir a estos textos en una fase virtual... está por ver).

Espen Aarseth, "La literatura ergódica."
(Según el OED, cybernetics es "The theory or study of communication and control in living organisms or machine"; así, en "1948 N. Wiener, Cybernetics 19 ’We have decided to call the entire field of control and communication theory, whether in the machine or in the animal, by the name Cybernetics’." Deriva "cibernética" de las voces griegas para "dirección de la nave con timón" (kybérnesis), "timonel" (kybernetér) o "arte de gobernar una nave" (é kybernetiké). Y siendo que es un término de semiótica general, resulta que la cibernética no tiene mucho que ver, en sustancia y principio, con la cibernética (entendida como la ciencia de los ordenadores electrónicos). Tampoco, pues, con la "retroalimentación de la información" donde parece ver Aarseth el quid de la cuestión. Sea como sea, en Aarseth los cibertextos no son textos electrónicos. Tras una referencia a Wiener, comienza Aarseth: "El concepto de cibertexto se centra en la organización mecánica del texto, proponiendo los entresijos del medio como una parte integral del intercambio literario. Sin embargo, también centra su atención en el consumidor, o usuario . . . el usuario del cibertexto también actúa mediante un sentido extranoemático" (118-19) - es decir, construyendo activamente el texto: "En la literatura ergódica, es necesario un esfuerzo no trivial que permita al lector transitar por el texto" (118). Textos ergódicos mal teorizados por la crítica, que tiende a asimilar la cuestión a una de ambigüedad, por su falta de familiaridad o interés en el tema de la literatura ergódica. En la literatura convencional, el papel del lector es pasivo, "El placer del lector es el placer del mirón. A salvo, pero impotente" (121). (Ah, pero ¿qué hay de los lectores que resisten, que crean un texto que interactúa con el texto original? Me refiero a los críticos, y en concreto a los críticos críticos... Esos no son pasivos ni silentes. Y construyen, y desconstruyen....). "Las tensiones existentes en un cibertexto, aunque no son incompatibles con las del deseo narrativo, son también algo más que éstas: una lucha no sólo por la idea interpretativa, sino también por el control narrativo" (121). (Huy huy huy... será un control controlado, dentro de las condiciones previas puestas por quien ha creado el texto. Por otra parte, es inapropiado este énfasis en la narración: un periódico, una enciclopedia, son cibertextos que cada cual lee a su manera y según sus intereses y elecciones- ¿o no? Si diferenciamos el texto completo potencial del texto activado... nadie lee enciclopedias, ni periódicos, más que como cibertextos. Tampoco un cibertexto como el OED versión CD-ROM es narrativo. Pero oigamos a Aarseth:) "Incluso cuando los cibertextos no son textos narrativos, sino otras formas de literatura ("de literatura" ¿?) gobernadas por un conjunto de reglas distintas, conservan en mayor o menor medida algunos aspectos de la narrativa" (122). Texto como laberinto (Eco, Calvino, Borges)... Laberintos monocursales y multicursales. Metáfora del texto como laberinto se restringe (como los laberintos hoy) a los multicursales. Error cuando se aplica a los textos unicursales (¿Por qué error? Es una imagen, que se refiere a otros aspectos del texto en los que sí hay multiplicidad de hipótesis u opciones, aunque no sean cursos narrativos alternativos). No restringir cibertextos a textos para ordenador: "el formato códice es una de las herramientas de información más potentes y flexibles que se han inventado hasta la fecha, y goza de una capacidad de cambio que probablemente aún no se ha agotado" (127). "Dado que la escritura siempre ha sido una actividad espacial, es razonable suponer que la textualidad ergódica se ha practicado desde hace tanto tiempo como la escritura lineal" (128) (Traducción mía; esta frase está mal traducida en la versión española). "Probablemente el ejemplo más conocido de cibertexto en la antigüedad es el texto chino del oráculo de sabiduría, el I Ching" (128). Apollinaire, Marc Saporta, Queneau, Pavic.... Novedad de los sistemas digitales: "Desde el punto de vista físico, la superficie de lectura se divorció de la información almacenada. Por primera vez, esto divide conceptos como ’el texto mismo’ en dos niveles tecnológicos independientes: la interfaz y el medio de almacenamiento" (130). "Dado el vocabulario seminatural de algunos lenguajes de programación modernos, es común entre los programadores escribir poemas en ellos, a menudo con la restricción de que los ’poegramas’ (o como quiera que se llamen) también tienen que tener sentido para la máquina" (130). Poética de la escritura de programas informáticos: en evolución continua, "es fuente de inspiración de filosofías prácticas, además de ofrecer modelos hermenéuticos de organización y comprensión del mundo, tanto directa (mediante los sitemas programados) como indirectamente (gracias a las visiones del mundo de los ingenieros informáticos)" (131). Generadores de historias, Tale-Spin: "Aunque el resultado de estos generadores son poemas o historias lineales, los propios sistemas son claramente máquinas textuales ergódicas, con posibilidades de variación ilimitadas" (132). Hipertexto, concebido por Ted Nelson - Joyce. (No menciona la WWW como hipertexto). MUDs: "Como literatura, son muy distintas de cualquier otra cosa, con sus flujos de texto continuo, y con su capacidad de escritura y de lectura colectivas, a menudo anónimas. La vida en las MUDs es literaria y está basada en estrategias puramente textuales, por lo que ofrece un laboratorio irrepetible para estudiar la autoexpresión y autocreación textuales" (134). Objetivo del libro: "Deseo cuestionar la práctica recurrente de aplicar las teorías de la crítica literaria a un nuevo campo empírico, aparentemente sin realizar una nueva valoración de los términos y los conceptos implicados" (134). (Aunque esto se contradice con su tesis simultánea de que el campo no es tan "nuevo", pues la diferencia relevante no está en la línea divisoria entre textos digitales o no. Alors?). "Un problema relacionado pero opuesto reside en la tendencia a describir los nuevos medios textuales como radicalmente diferentes de los antiguos, con atributos exclusivamente determinados por la tecnología material del medio" (135). Vs. determinismo tecnológico, refutado por L. Winner, J. W. Carey et al. "La idea de que ’el ordenador’ sea capaz de producir un cambio histórico y social por sí mismo es una idea errónea que resulta extrañamente ahistórica y antropomórfica" (135). (Bueno, veamos... el ordenador es un cambio ya en sí mismo, su difusión universal es otro cambio... y claro que produce cambios. No en sí mismo, pero sólo en el sentido de que está inserto en el mundo). "Hemos de realizar una vieja pregunta en un nuevo contexto: ¿qué es un texto?" (136)., Pseudo-debates de la academia en estas cuestiones de fenómenos ignorados: "indicios patéticos de un problema de mayor envergadura: ilustran perfectamente el estado parcial y conservador de las ciencias humanas ,en las que nada se puede estudiar si no es dentro de un campo" (137). "Mi empeño principal reside . . . en mostrar lo que implican las diferencias y similitudes funcionales entre los diversos medios textuales para la teoría y la práctica de la literatura" (138). "El cibertexto, por tanto, no es una forma de texto ’nueva’ y ’revolucionaria’, con unas posibilidades determinadas tan sólo por la invención del ordenador" (139). (Es decir, ¿que no va a estudiar la especificidad del formato digital? ¿Creía que ese era el objeto, el nuevo campo empírico"? Pero no:) "Dado que existen grandes similitudes entre los nuevos tipos de literatura ergódica y los antiguos, ’el ordenador’ y la ’tecnología de la información’ como tales no constituirán un factor explicativo dentro de este estudio, sino que serán parte del campo objeto de exploración" (Quizá entonces sea inadecuada la inclusión en el libro de este capítulo de Aarseth... es broma). "Los medios, ciertamente, no son ni mucho menos portadores neutrales del ’contenido’, pero la idea esencialista del ’medio informático’ como estructura singular de propiedades de comunicación bien definidas es igualmente indefendible, y puede basarse tan sólo en un conocimiento muy limitado de las aplicaciones informáticas y la teoría de los medios" (140-41). (Vaya... ¡si ahora resultará que no existe el formato digital, o que no tiene consecuencias identificables!). "Como puede inferirse de su etimología, un cibertexto ha de contener algún tipo de bucle de retroalimentación de la información" (141). (Puestos así, toda semiótica es cibernética, y todo son cibertextos). "El acto de la relectura es un ejemplo crucial: la segunda vez que leemos un texto, éste resulta diferente, o al menos eso parece. ¿Cómo podemos diferenciar el texto de la lectura? (141) (Traducción mía: erróneo en la versión española). Texto no separable de sus lecturas: "un texto nunca puede verse reducido a una secuencia independiente de palabras. Siempre habrá contexto, convención, contaminación, mediación sociohistórica de una u otra índole. La distinción entre el texto y la lectura no sólo es necesaria, sino que es prácticamente imposible, un ideal en otras palabaras" (141-42). Estudio aquí del campo de organización textual variable (no "variado" como dice la traducción), "Las diferencias de orientación teleológica - las distintas formas en que el lector es invitado a ’completar’ el texto - y los variados dispositivos de automanipulación del texto son precisamente la base del cibertexto" (142). Tres vértices en la máquina textual: el signo verbal, el operador, y el medio. "Los modelos de textulidad previos no han tenido en cuenta este aspecto funciona y tienden a ignorar el extremo intermedio del triángulo" (el operador humano) "y todo lo relacionado con él" (143). Lanham: los teóricos se han limitado al libro-codice (Será "a la perspectiva no ergódica" - ¿no decíamos que el códice puede ser y es ergódico?). "Esto no debe entenderse como una propuesta de renegociación de los valores ’literarios’, ya que la mayor parte de los textos que estudiaremos aquí carecen de las condiciones aedecuadas para competir por la canonización literaria" (145). (Traducción modificada. En un post futuro reseñaré otros capítulos o aspectos del libro de Aarseth).

Antonio Rodríguez de las Heras, "Nuevas tecnologías y saber humanístico".
Humanismo no como resistencia a lo nuevo, sino como asimilación profunda de ello. Peligos de la sobreinformación contemporánea: desatención a los mensajes. Internet como agujero negro de información: necesidad de "concepciones más creativas y acertadas de tratar y organizar la información" (Esta parece una concepción pre-Google, comprensible si tenemos en mente la fecha milenarista de publicación original. Supongo que Google va en la línea que desea el autor). Nuevo estado de cualquier información hoy día: el digital. Necesidad de un confinamiento de la información (Creo que quiere decir una "organización"- pero no, atención, habla de cómo confinar la información espacial y temporalmente). Historia de las máquinas de memoria: desarrollo de materiales cada vez más plegables y flexibles (papiro, papel...). Papel: alta densidad de almacenamiento, aceptable resistencia al paso del tiempo, y, al fin, consecución de la ubicuidad con el libro impreso" (154). TIC digitales: mayor densidad, pero poca durabilidad: "Más que el deterioro del soporte, lo amenazante está en la obsolescencia del instrumental y de los formatos de registro" (155). Nueva "arqueología" de formatos digitales y aparatos obsoletos ("Paleografía", quizá mejor). Metáforas visuales del espacio digital: como maraña, como estructura cristalina... mejor: como una esfera cada vez más densa. (Una esfera bastante literal, en la superficie del planeta Tierra... con algún hilo suelto que llega hasta Titán, Marte o Neptuno). Otro criterio: poder disolvente de los aparatos de memoria. "Las memorias naturales nos sorprenden por la capacidad de miniaturización que consiguen gracias a la disolución de todo lo que hay que registrar mediante una codificación muy poderosa: por la pequeñez de sus elementos, por el número reducido de ellos y por las potentes reglas de combinación" (157). Desarrollo de la combinatoria: Lulio, Juan Caramuel (Laberintos, s. XVII). Poder de selección de la memoria: básico para su uso, mientras que "La inmensa cuenca digital es una tentación para el exceso, para descuidar esta tarea fundamental de la memoria que es la exigente selección de información" (161). La abstracción requiere reescribir continuamente los libros. "La diferencia entre el sueño del libro mundo y un baúl mundo está en la clave de un buen proceso de abstracción. Sin él no hay confinamiento posible, no hay memoria, sólo registro" (163). (Este blog es un baúl - pero los baúles también tienen su encanto, para su dueño...). "Para la memoria, es tan importante recordar como olvidar" (163) (ya lo decía Nietzsche...). "Y el que se publiquen más libros que nunca, no es síntoma de vitalidaed, sino de sobreesfuerzo vano por responder a una exigencia de rendimiento que, definitivamente, no se puede alcanzar. De un tema cualquiera ya no hay bibliografía, sino babelografía. El exceso impide llegar a los conocimientos, la redundancia hace inasequible lo nuevo. El lector zozobra en un mar de repeticiones" (165). (Agg! Touché! Mi bibliografía también es un bául. Frente a eso,) "La memoria no amontona información como si de un depósito se tratara, sino que la guarda siguiendo una organización muy precisa. Esta es la pieza clave del confinamiento" (166). (Lo que Google ha añadido a la web justo después de callar A.R. de las Heras es la organización muy precisa - precisa según la propia naturaleza de la red). Dos estados de información en la memoria: el primero, por unidades precisas y cerradas; "El segundo estado es mucho más abstracto, no guarda elementos concretos como palabras o números, quizá imágenes reales y abstractas, pero eso permite el discurso, la narración, por ejemplo, de algo sucedido" (167). "Las máquinas de memoria han tratado todas de hallar la organización más afortunada de la información que pretendían confinar. . . . Pero ninguna, tal como vengo insistiendo, obtuvo los resultados que el libro" (169). Paso del rollo al códice: plegar en vez de enrollar. "Y una información plegada es un hipertexto. El hipertexto es una geometría nueva de la información, posible cuando ésta se registra en un soporte también nuevo como es el digital" (170). No le gusta a ARdlH el uso que se da al término "hipertexto" para aplicarlo a la Web: "En absoluto comparables estoos saltos, entre textos que pueden ser leídos aisladamente, por ser documentos independientes, y un texto continuo plegado" (171). (OK la diferenciación - pero todo es hipertexto. La web erosiona los límites del texto tal como los ve ARdlH). Se desplazará el libro al formato digital . . ."las características del soporte digital y la organización hipertextual, así como las otras operaciones que he presentado, podrían en teoría satisfacer el sueño del libro mundo, del libro de arena, porque no habría imposibilidad material para hacerlo" aunque la esfera resultante quizá esté consitutida de pequeñas esferas imperfectas aglomeradas - una máquina de memoria mejor. (Pero recordemos que el libro de arena de Borges era un artefacto diabólico... Es curioso que Borges, tan citado por los ciberliteratos, decidiese por su parte perder el libro de arena en una biblioteca).

(Sigue la reseña de Literatura y Cibercultura el 19 de septiembre).

0 comentarios