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Vanity Fea

Plan de vuelo: Desaparecida

Un thriller un tanto rocambolesco de Jodie Foster; rocambolesco a la americana, es decir, con un argumento basado en planes improbables, coincidencias de cine y cálculos acertadamente absurdos sobre cómo van a actuar los demás. Es una historia de secuestro aéreo en la que la Foster se ve implicada sin comerlo ni beberlo, vamos, que hasta le habían matado al marido para que se subiese precisamente a ese avión precisamente con el ataúd que le habían llenado de explosivos, y luego le secuestran a la hija para hacerla pasar por desequilibrada... cosas de todo punto imposibles, y que no haría ni un criminal cuerdo ni uno desequilibrado. Así que la película falla por su base. Lo mejor, las escenas de la Foster enfrentándose histérica a la tripulación que no cree que su hija ha desaparecido, sino que cree que no existe la niña. Y se engaña al espectador, a modo de película de alucinación materializada, y creemos por un momento que la Jodie sí deliraba... así que la película juega con diversos géneros, entre ellos el del trauma proyectado a la pantalla, un género que me gusta bastante, pero que aquí es sólo una apoyatura para el thriller (que es la base, y, como digo, endeble). Significativa la palmadita que da el director al mundo árabe: los árabes del pasaje se ven acosados no sólo por pasajeros xenófobos, sino por la Jodie, que al final tiene que reconocer que la jodió y que en el tema de los árabes sí que alucinaba. También en este tema arábigo está el espectador que no sabe hasta el final por dónde le va a dar el viento, todos tenemos un xenófobo dentro, o al menos no nos sorprende ver ventilar estas actitudes. Aparte de eso, la JF bien, los demás flojillos en general, y mala propaganda no tanto para la Boeing como para las compañías aéreas su conjunto. Si a alguien le apetecía subirse a un avión antes de ver la película, después seguro que le apetece menos.

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