Historia de una geisha
A quien no le ponga enfermo la recreación punto por punto de este mundo donde las mujeres son seres entrenados y diseñados para entretener los ratos perdidos del hombre de negocios... (se puede crear toda una existencia, plan de vida, ideales, competitividad, autosuperación, en ese estrecho marco, e ignorando todo el ancho mundo)... le gustará la película; en especial las imágenes y la música.
Eso si no le irritan las historias de amor como ésta entre el humilde objeto decorativo y el admirado presidente de empresa que un día le dio una palmadita en la cara y ya cayó rendida a sus pies de por vida; digo, si no le irrita que se le intente vender al espectador (occidental) como una tierna historia, llegar a amante oficial y devota del empresario-presidente después de largos años de esfuerzo y silenciosa admiración echándole el té.
Pero mí es que me pone enfermo y me irrita, lo siento. Como el harakiri o la devoción feudal a la empresa. Será el choque cultural, o será la Ilustración, que me tiene mal acostumbrado, pero creo que la vida de las geishas (tal como se presenta aquí, que no la conozco más) es un insulto a la dignidad humana de las mujeres, aquí y en Japón, y que hace falta mucha mala conciencia para presentarla como una existencia aceptable y un marco poético para una historia de amor que da sentido a la vida, y de autorrealización personal.
7 comentarios
JoseAngel -
francisco vega -
FRANCISCO -
JoseAngel -
El lirio roto -
Soy uno de ellos. Soy chileno. Y tomo de ella lo justo para abrir a otras verdades el ojo occidental acostumbrado a ideales de belleza.
Soy el lirio, el lirio del jardín.
JoseAngel -
Elena -