Por el trabajo no se me ve, es cierto, pero en casa estoy currando a l'homo caliente, con la bibliografía, y también repasando artículos para el libro sobre "la narratividad" que mi coeditor John Pier aún no se decide a querer bautizar. Ahora acabo de enviar un artículo a Tel Aviv, "antes de que Hezbollah le eche un pepinazo atómico" esperemos. El siguiente a Londres, y aún tengo que repasar mi propia contribución. Por cierto, que el libro de Interculturalism parece ser que nos lo van a editar también en español, lo cual quiere decir que me tendré que poner a autotraducirme, para más inri, como si no fuese bastante autoaguantarme mis razonamientos. Miento, lo cierto es que al releerme a veces me sorprendo de las cosas que escribo, como si lo hubiese dicho otro.
Por las tardes vamos, si no hay una tormenta tremenda como la de ayer, a la piscina del Ovnihuevo. Quien quiera puede echarme una carrera de un par de largos, pamás no sé si doy. Hala, entretanto, me voy a hacer unas compras a algún sitio con aire acondicionado.
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