Minas virtuales, oro real
Vía Loïc Le Meur: 500.000 chinos se sacan un sueldo trabajando en las minas de oro virtuales de World of Warcraft, y revendiendo su oro a los occidentales que se lo curran menos pero que están dispuestos a pagar para hacer avanzar a su personaje. ¿500.000? Bueno, como si son 500; es curioso que se pueda vivir de palear oro virtual, pero ya ven.
Podría verse como una forma de ayudar al Tercer Mundo (al segundo más bien, parece) que estamos dispuestos a practicar los decadentes occidentales: pagarles al pagarnos nuestros vicios.
No es tan distinto de lo que hacemos al ir a ver una película cuyos efectos especiales han sido apañados en talleres de diseño por ordenador deslocalizados a la India. Y bien mirado, todos excavamos en minas virtuales para satisfacer las necesidades imaginarias del vecino.
¿A quién le interesa un juego donde se ganan puntos si tienes fondos para pagarte jugar con ventaja? Pues a todo el mundo, seguramente. La vida (virtual o real) es así; es un juego con cartas marcadas y con tahures experimentados.
Pero en todo caso las relaciones entre virtualidad y realidad, y sus vasos comunicantes y sus transvases mutuos, no dejan de sorprendernos. The World (of Warcraft, too) is a Stage.
2 comentarios
JoseAngel -
Tachikoma -