Investigaciones oficiales
Muy interesante el artículo de Miguel Ángel Sabadell en el último ídem, muy interesante. Y controvertido, como anuncia. Se titula "¿Ciencia electoralista? La turbulenta relación entre políticos e investigadores". Y narra los avatares de un fenómeno en absoluto nuevo, pero que está volviéndose más llamativo en tiempos recientes: la aparición de una "ciencia de pegolete" que les sirve a los políticos como manera de ponerse un medallón, mostrando que apoyan a la ciencia, a la vez que encauzan los fondos hacia orientaciones deseables. Siempre hay un equipo asesor de científicos dispuestos a firmar que la dirección deseada por el político es la deseable, sobre todo si hay cuantiosos fondos de por medio. Parte de la retórica de esta ciencia vendida a la política es "la utilidad social": en efecto, se priman los proyectos de investigaciones aplicadas y de "relevancia social" antes que las investigaciones puras y duras en las fronteras del conocimiento. Tanto más se derivará en esa dirección ahora que las universidades reorientan sus actividades explícitamente hacia la formación profesional, con la reforma que tenemos en curso.
Muchos científicos "oficialistas" hacen así carrera a base de proyectos, equipos y complementos salariales disfrazados de partidas destinadas a la investigación. Partidas que en todo caso les permiten hacer un pequeño reino de taifas. Los científicos posan junto a los políticos en la foto, y los proyectos oficiales de investigación adquieren un tinte... pues eso, oficialista.
"Debido a los habituales vaivenes políticos, los investigadores han desarrollado un curioso tropismo, pues son capaces de orientar su línea de investigación en función de las modas, ya sea el cáncer, la nanociencia o la proteómica. El instinto de supervivencia les ha enseñado a redefinir su trabajo para que encaje en los temas más ’financiables’ y poder continuar con sus investigaciones."
Tira con bala Sabadell, que quizá se esté refiriendo a la Universidad de Zaragoza, quién sabe, con eso de la nanociencia... ¡desde luego no se priva de aludir a nuestro antiguo rector, Juan José Badiola, como el prototipo del científico bien versado en bandearse bien con los políticos, importante referencia mediática y "experto en enfermedades inexistentes"! Para Sabadell, el uso político de los comités de expertos está alcanzando tal grado de politización (muy vistoso en la administración Bush) que se corre el riesgo de desacreditar la fiabilidad de la ciencia.
También menciona el caso de la Generalitat declarando a la homeopatía medicina oficial.... ¡a la vez que la exime de los requisitos que tienen los demás medicamentos de probar su efectividad! Y también alude a la sustanciosa parte del presupuesto de investigación destinado a gastos militares (otra promesa rota más de Zapatero, por cierto). Así interpreto yo, al menos, la frase de Sabadell de que quizá con otro tipo de control de los recursos, los científicos encontrarían la investigación sobre Venus más interesante que la investigación actual sobre Marte.
Y sigue la lista: manipulación de pánicos sociales para orientar la investigación, especulación urbana con la edificación de supuestos "parques científicos y tecnológicos" que luego proporcionan suelo barato a empresas que poco tienen que ver con la investigación; las subvenciones ocultas.... Vamos, un artículo que hay que leerse, porque nos aclara muchas cosas que oímos a veces sin saber por dónde van los tiros. Una para terminar: la reconducción de fondos de ayuda europeos a la investigación a financiaciones espúreas e inyecciones de dinero políticamente orientadas:
"esté atento a qué empresas amenazan con marcharse y a los seis meses busque aquellas que se llevan una importante tajada del pastel de I+D."
Atentos a Delphi, por ejemplo, a ver qué pasa.
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PS (2011): Pues a la larga sale. A los de Delphi les buscaron otra solución, pero casi igual de buena, con desviación de fondos públicos.
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Mariana -