Día del padre
Es una suerte que en el día del padre te toque tanto dar como recibir felicitaciones. Además a mí (y a uno de los abuelos, José) nos caen por partida doble las felicitaciones, al ser tocayos de nuestro sufrido patrono.
Ahora que se me ocurre, pocas veces se celebra a San José como padre de Judas, pero debió serlo, si las Escrituras no nos engañan. También de Santiago, Simón, y otro pequeño José. Al menos otro padre no se les atribuye, que yo sepa. De Jesús fue padre putativo (de ahí lo de "pepe", dicen), una broma un poco chusquilla—a costa de la Virgen me parece que es, entre líneas.
Pero vete a saber. Los padres enseñan lo cierto y lo no-cierto, y ningún padre jamás enseña a sabiendas lo que no es cierto. En una nube de desconocimiento, pues, el padre procede adelante con su instrucción... Esto viene del "Manual para hijos" de Donald Barthelme, una lectura no recomendable para este día. Prefiero poner la versión escaneada de una felicitación improvisada por Otas, que incluye una orquestación de mi música favorita simultaneada con varias explosiones atómicas, y naves espaciales con instrumentos perforadores; todo en homenaje al patriarcado, y a mí:
Si nos diésemos cuenta de las responsabilidades no nos dedicaríamos a ser padres. Felizmente tenemos la mente en otro lado.
También me han regalado una lupa. Debe ser para que me fije más en las cosas pequeñas.
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