Desmemoriado
Incluso amnésico, podría decir. He perdido la memoria. Hasta hoy tenía memoria, la usaba sin prestarle mayor atención, y de repente... nada. No me acuerdo de dónde la he puesto, claro, cómo me voy a acordar, si me acordase no la habría perdido. Pues ya me fastidia, porque tenía ahí memorizado mi último trozo traducido de La Filosofía del Presente, y me moría de ganas de colgarlo. Tendré que volver a traducirlo, como una repetición del presente o un eterno presente. Frente a mi puerta del despacho, tengo un cartel que pone: ¿Te acuerdas de llevarte LA MEMORIA? Porque ya había apreciado cierta tendencia a traspapelarla... Está visto que me tendré que poner cartelitos de esos por todo. Y escribirme recordatorios por la piel, como en Memento. On se gadgette, pero ni por esas: debería implantarme una memoria directamente en la sien; con la mienne está visto que no me apaño. Ya he interrogado a los nenes: "Otas, te has llevado tú mi memoria?" Y nada, me juran. Pero sí me dicen que la habían visto por ahí tirada; así que cualquier rato me vendrá alguien (espero) mientras estoy con la mirada perdida, waiting for the day: "¿Es ésta tu memoria?" "Ay, sí, contiene bonitos recuerdos— ¿dónde estaba?". Me pregunto si alguien que la encuentre (si se me ha perdido por la calle) podrá decir que es mía examinando su contenido... Qué razón tenía Hume, que decía que sin la memoria no somos nadie.
0 comentarios