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Vanity Fea

No leyendo a Bayard

quack

Comentario que pongo en POE a cuenta del libro de Pierre Bayard Cómo hablar acerca de los libros que no se han leído. No lo he leído, pero no me voy a cortar de opinar....

Es básico para una carrera académica aprender a hablar sobre lo que no se h
a leído. De hecho, teniendo en cuenta que lo que podemos llegar a leer es una fracción mínima—por no decir INFINITESIMAL—de lo que hay, es más importante saber hablar de lo que no hemos leído, que de lo que hemos leído, que puede ser una porción irrelevante de lo culturalmente relevante. Así que bravo por Bayard, que es un crítico muy divertido además de muy agudo.

—También es básico, claro, aprender a que no se noteque no hemos leído lo que no hemos leído: de eso se trata en realidad, no sólo de aprender a hablar de ello, sino de dar el pego con aplomo. Es divertido observar las estrategias de los académicos para esto. No negaré, mal académico sería, que sea conveniente, además de imposible, el dominar la literatura del área en cuestión en la que trabajes. Es importante leer mucho—o sea, "bastante"—y saber hablar también de lo que lees, sin por ello poner en evidencia lo que no lees... todo un encaje de bolillos, y de bolillas. Es la mitad de la carrera de un experto, la mitad trasera si se quiere, pero no una mitad a descuidar. Protocolos hay que aprender, para no ponerse en evidencia y para no poner en evidencia a los demás—dos mitades de lo mismo—y mantener la bicicleta rodando. Es la versión académica de lo que Goffman llama salvar nuestra cara colectiva por el procedimiento de proteger la de los demás.

Claro que otra estrategia posible—y por muchos seguida también—es acotar el área de especialización de tal manera que lo que queda fuera de ella es declarado, implícita o explícitamente, irrelevante, o actuar como si fuese inexistente sin más. Lo que Nassim N. Taleb llama el filisteísmo del estudioso exageradamente especializado. Esta es, de hecho, la auténtica receta a seguir para dar una impresión de solidez y solvencia académica.  Desconfíen de solideces tan endebles—si quieren, vamos. Si no, todo el mundo se lo agradecerá.


Mañana habrá sido escrito


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