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Vanity Fea

El remitente remitido

O de cómo utilizar el sistema contra sí mismo.... Veo que no sale en mi diccionario de literatura americana, The Oxford Companion to American Literature (6ª ed) la curiosa historia de Henry Box Brown. Pero la misma editorial ha publicado sus memorias, editadas por Richard Newman, de la universidad de Harvard (Nueva York: Oxford UP, 2003). También están en este sitio web de documentos sureños: Narrative of the Life of Henry Box Brown. Es una de esas fascinantes autobiografías de esclavos negros que consiguieron escribir para contarlo.

Y el nombre de "Box" no le viene por casualidad. Henry Brown era esclavo en la colonia de Virginia, y se le ocurrió un método ingenioso para alcanzar los estados libres. En 1849 preparó su escapatoria por correo certificado: habilitó una caja de madera—no muy grande— y se las arregló para enviarse él mismo por correo desde su estado esclavista hasta una dirección de Pennsylvania, estado libre de esclavitud. Para ir a lo seguro, se autorremitió a la oficina de un sociedad antiesclavista. La Wikipedia cuenta su historia.

Quizá su éxito tomándole el pelo al personal fue irresistible para él, así que Henry Brown, ahora Henry Box Brown, se volvió no sólo un activista antiesclavista, sino también prestidigitador, mago e hipnotizador... dedicándose a una combinación de sóubisnes y sermones. Pero lo tuvo que hacer en Inglaterra, porque hasta en los estados antiesclavistas empezaron a perseguir a los esclavos fugitivos. Por suerte, no tuvo que cruzar el Atlántico metido otra vez en su caja... y años después volvió a los EE.UU., tras la abolición de la esclavitud.

Una fugitiva cubana lo emulaba hace poco tiempo, autoenviándose a Miami por DHL: http://encaletado.com/egg/?p=407  —La analogía coloca al régimen castrista en buena compañía—con los negreros y esclavistas.

Autoenviarse por correo electrónico, aún no lo ha intentado nadie... pero al tiempo.


La pesca milagrosa


1 comentario

Maite -

Supongo que tanto el uno como la otra evitarían las fechas navideñas porque las esperas en las oficinas de correos estos días son considerables.