Qué hacías tú el 11-S
viernes 11 de septiembre de 2009
Qué hacías tú el 11-S
¿Qué hacías tú el 11-S ése? ¿Y el 5-4-2003? Siempre me han hecho mucha gracia, o me han dado mucho miedo, los novelistas rusos como Tolstoi que recordaban su infancia hasta los más mínimos detalles, o los niños prodigio como Oliver Sacks, que te sabe contar en El tío Tungsteno el tipo de cosas que todo el mundo debería haber olvidado de cuando tenía diez años. Debe ser un tipo de defecto cerebral, tipo Funes. Pero en cambio mucha gente se acuerda de lo que estaba haciendo un día colectivamente memorable, como el 23-F, o el 11-S, o el 11-M, o algún otro. Esto demuestra que la memoria tiene una dimensión social y colectiva—había un libro interesante de David Pillemer sobre el tema, Momentous Events, Vivid Memories. Supongo que un acontecimiento memorable ya afecta a la memoria de entrada de otra manera, y conforme se va volviendo más memorable en días sucesivos, se asientan los recuerdos y se fijan de un modo especial, no sólo los "colectivos", sino los recuerdos personales que iban asociados a los colectivos. El famoso 11-S yo estaba, atípico total en mí, echándome una siesta. Me despierta Beatriz—"Oye, ven a mirar la tele, que está pasando una cosa muy rara".... Y como casi todo el mundo, ví entonces el segundo avión en directo. Tengo que comprarme y leerme, por cierto, The Second Plane. También tuve un efecto de irrealidad o dejavu cuando no sabía distinguir si me estaban repitiendo por la tele lo ya sucedido, o estaba sucediendo otra vez: un fenómeno supongo que muy extendido. Y también recuerdo pensar, al ver la primera torre hundirse, cómo la segunda aguantaría, y qué extraño sería ver a partir de entonces una torre donde antes había dos. Y donde yo había estado, un buen día de 1988, mirando en la cima las pintadas de los escaladores que subían, más despacio que yo, por fuera de la torre, antes de ser arrestados.
Narratología del 23-F
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