zARAGOzA
sábado, 20 de julio de 2013
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Una adivinanza: ¿dónde están estas siete abejitas? (Aparte de en Zaragoza y en Aragón, claro).
Una adivinanza: ¿dónde están estas siete abejitas? (Aparte de en Zaragoza y en Aragón, claro).
Sigue el perpetuum mobile de normativas de estudios de postgrado. Tras el nuevo decreto de Doctorado, ahora la Universidad de Zaragoza reorganizará sus estudios de máster—en una línea que parece apuntar a mayores requisitos (y por supuesto mayores papeleos) para la implantación de estudios de máster. El discurso es cómo no el de la calidad, junto con el de la viabilidad—y en la práctica supondrá un ajuste selectivo de la oferta a la nueva realidad económica de la Universidad: que tiene que aprovechar personal, reducir gastos, y recortar estudios. Incluidos los de calidad que no tengan buena ratio calidad-precio. A los que no recorte, los llamarán de calidad—o léase al revés, harán una selección de lo que interese conservar por A, B o C, y se guardará lo más competitivo según criterios de número de estudiantes, financiación externa recibida, y posibilidades de competir frente a otras universidades. Ya cuando estaba yo en la Comisión de Doctorado íbamos teledirigidos con unas plantillas encaminadas a recortar programas de doctorado. Que, vale, será más viable económicamente para una universidad endeudada hasta las cejas, pero difícilmente puede considerarse que es una mejora del conocimiento o un aumento de la calidad en todos los sentidos, el eliminar estudios y posibilidades de doctorarse en áreas y especialidades donde antes sí se podía. El estrangulamiento burocrático será inexorable. En nuestro departamento igual son noticias bienvenidas para algunos (eso de que ahora sí se reconoce como un criterio prioritario la existencia de proyectos financiados, para la existencia del máster)—pero de hecho es dudoso que nuestros másteres puedan sobrevivir en la nueva ecología académica. Ya hay uno que sobrevivirá de oficio, de hecho el peor organizado—el de Formación de Profesorado que nos aterrizó de rebote y por imposición ministerial, en una facultad de Educación que no estaba lista para organizar ni ése ni el resto de la colección de másteres paralelos que forman el llamado "Máster de Secundaria". Allí se ve bien claro que una cosa es la calidad (académicamente o intelectualmente entendida) y otra las plantillas administrativas que se utilizan para distribuir enseñanzas por aquí y por allá y recortar por unos sitios y otros. Difícil veo que sobreviva a las evaluaciones y plantillas el máster de Estudios Textuales y Culturales en Lengua Inglesa, por falta de demanda estudiantil—aunque tenga muchos indicadores de calidad adicionales. Seguramente habrá conversaciones para reorganizar todo el mapa de másteres y ofertar sólo uno de Filologías Modernas... o quizá sólo uno de estudios ingleses. El máster de Traducción tendrá que ceder sus estudiantes por el bien de la causa, me temo, para juntar fuerzas. De los papeleos ya mayúsculos que tuvieron que hacer los coordinadores para implantar los másteres ahora existentes, yo me libré en tiempos porque mis colegas me vetaron la entrada de entrada, anticipándose a un futuro que quizá nunca llegue y haciendo obligatorio ya, hace seis años, venir con la financiación debajo del brazo (en forma de proyecto subvencionado) para poder participar en la docencia. Luego un juez les obligó a los coordinadores a dar marcha atrás y retrotraer toda la cuestión y deshacer toda esa normativa sobrepuesta, y comérseme con tomate les apeteciera o no. Los nuevos papeleos para diseñar el máster creo que van a dejar pequeños a los anteriores—así que esperemos les queden fuerzas o ganas a nuestros catedráticos para seguir coordinando, y que las nuevas plantillas y cuadrículas aprieten pero no ahoguen. Si no, se cerrará el chiringuito de los postgrados filológicos, y la Universidad... agradecida, que estamos de recortes y nos gustan más los másteres con prácticas en empresas. Y con el máster es de temer que caerá el Doctorado en Estudios Ingleses, que lo tiene como puerta de entrada. Y habremos hecho una calidad como unas tortas. Eso de doctorarse por amor al arte no tiene bastante calidad, así de entrada, en el Nuevo Mundo boloñés—tiene que haber cifras detrás que lo avalen. Y toda esta historia es también parte del discurso de la competencia entre universidades—para que unas destaquen inter pares, lo más expeditivo es cerrar a las otras o cortarles los recursos. Tened y se os dará: hasta Cristo estaría de acuerdo con eso.
En el blog Fotos antiguas de Zaragoza he encontrado esta foto de mi casa hace cien años, con la calle a medio construir:
Mi casa es la de la izquieda. Obsérvese la disponibilidad de espacio para aparcar... los carros. Ahora tiene este aspecto la calle:
Espero que dentro de otros cien años siga teniendo un aspecto parecido—pero supongo que no estará ya para verlo nadie que yo conozca (ya). Cómo será el mundo entonces, en 2111, sólo podemos imaginarlo. Saberlo, nunca.
Lo veo apto para arte abstracto.
Esto está yendo a más. Los nuevos modelos de cagada ya habían hecho su aparición antes, pero creo que podemos decir que es esta semana cuando han tomado la calle, definitivamente. Bueno, la calle, los bancos, los coches... y que ande con cuidado el personal, porque si no acabará cagado.
Las nuevas cagadas aparecen a veces aisladas, pero con mucha frecuencia acumuladas en chaparrón. Son amplias y generosas, de color verde claro / amarillento, de textura granulosa con tendencia al líquido pastoso. Salpican, caen con energía, y se extienden de tal manera que bien pueden cubrir todo un capó o un parabrisas a manchones. No sé aún si además son corrosivas. Pero son pruebas de un sistema digestivo potente, vigoroso y decidido, y de una afición incontrolable a cagar en grupo.
No sé si atribuirlo a una epidemia de diarrea entre las palomas. Pero mucho me sospecho que las responsables son realmente de importación reciente— a saber, las cotorras que poco a poco han proliferado en Zaragoza y están cotorreando en todos los árboles, construyendo además unos nidos bien voluminosos. Anden con cuidado, y no miren para arriba. Además, hablan—y no sé si harán comentarios sobre su puntería.
Buenos días (escribo):
Si sigues llevando el blog de "Blogs de Zaragoza" quizá pudieras incluir el mío. Se llama "Vanity Fea" y se publica por triplicado en estas tres direcciones:
http://vanityfea.blogspot.com
http://tinyurl.com/blogdenotas
http://garciala.blogia.com
Un saludo,
Jose Angel García Landa
A unos pasos de casa nada más. Ayer encontraron una mujer que había sido asesinada la noche anterior, al parecer por el hombre con el que vivía, en la Plaza de los Sitios (en el número 1)—el portal de al lado de la floristería. Cecilia, al parecer, de 48 años. Y Alejandro, dicen. Ecuatoriana, y ecuatoriano—las estadísticas de violencia doméstica de los inmigrantes son tremendas. Era la portera sustituta, y trabajaba allí desde principios de mes; vívían cerca y su "compañero sentimental" era el portero de su casa. El presunto se ha dado a la fuga. Alguien oyó una discusión—yo también oigo discusiones a veces, pero paran en nada. Y cuando oyes en los periódicos las palabras "compañero sentimental" ya casi es para echarse a temblar. ¿Salen alguna vez para algo bueno en las noticias, los compañeros sentimentales?
En el interesante blog de estadísticas Wonkapistas salen algunos datos sobre parejas de hecho, inmigrantes y violencia de género. Son cuestiones no por desagradables menos ciertas.
Qué rabia, la Ronda de Boltaña va de ronda por la nueva Ronda de Boltaña, y yo resulta que estoy asmático y sin fuerzas para acercarme allí. La maldita primavera, que decía Yuri. ¡Hola desde aquí, Montse! Y enhorabuena a la Ronda.