Ultima scena
Qué agradable es irse de cena de fin de curso con los amigos, y qué buenos ratos se pasan… y sin embargo tambien es ocasión para tristezas. De ver cómo a algunos se les va poniendo difícil la vida, con enfermedades que les hacen pensar ya en la baja laboral permanente, o en la jubilación, y que les complican la vida mucho. O cómo hay amigos que ya no aparecen por las cenas, por la dinámica de grupos, cambios de relaciones - - Y quién no se habla ya con quién, quién evita a quién… Cosas que parecen tener tan poco remedio como las enfermedades crónicas. Llevamos la historia a cuestas como una costra que nos va creciendo alrededor, y no la podemos dejar atrás porque ya forma parte de nosotros, para lo bueno y para lo malo.
Jamais l'homme avant qu'il meure
ne demeure
bien heureux parfaitement;
Toujours avec la liesse
la tristesse
se mêle secrètement.
Este año nos dicen que (por primera vez en muchos muchos años) se va a organizar una cena de fin de curso en el trabajo. Esa es otra historia. No sé si asistiremos, aunque la idea en sí parece excelente . . . al menos comparada con un ambiente en el que no sea planteable la cena.
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