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Vanity Fea

Ofendiendo al personal

Me resulta sorprendente la tranquilidad con que se toma en la Universidad la existencia y uso de censura. En mi Departamento organizaron un postgrado a medida de unos pocos, con criterios abusivos e ilegales. Tras muchos avisos y ruegos y debate, fue sometido a recurso, recurso que perdieron (como es o debería ser normal) los impulsores de la normativa abusiva e ilegal, a saber, los coordinadores del postgrado en cuestión, los Dres. Onega, Collado, Deleyto y Vázquez, que querían acotar el terreno del postgrado y reservarlo únicamente para los miembros de sus equipos, y no autorizar a los demás profesores ni la dirección de tesis ni la docencia en segundo ciclo. Responsables también de las prácticas contrarias a derecho y anuladas por el Rector son todos los que les apoyan en el Consejo, perdónenme que les ahorre los nombres porque si la coordinación del máster es pública, el voto es secreto—pero fácilmente se deducirá que algo tienen que ver los equipos de investigación "beneficiados" por esa normativa.

Aprovecho para decir que no era por desinformación, porque yo y otros les informamos abundantemente de la ilegalidad que se cometía—y conociendo la resolución del Rector no se han precipitado precisamente ni ellos ni el director del Departamento, Dr. Inchaurralde, a enmendar lo mal hecho, y a pedir excusas a los perjudicados que se han visto obligados a recurrir— qué va; antes bien han procurado repetir la maniobra con una variante, y volverlo a hacer mal de tapadillo, con un par de remiendos a ver si esta vez no se nota.  
 
Bien, pues en esta Universidad no se considera de mal tono que los Dres. Onega, Collado, Deleyto, Vázquez, etc., propongan y lleven a efecto normativas ilegales y abusivas. Qué va. Lo que es impresentable, imperdonable, contrario a la Academia, a los buenos modos y al buen gusto es que se les denuncie. Que se mencionen sus nombres. Que se diga que son los impulsores de una normativa que ha sido declarada contraria a derecho. Aunque sean, evidentemente, los impulsores, pues los criterios de ordenación docente del Máster son establecidos por los coordinadores—y aunque sea el Rector quien anule esa normativa (no yo, por cierto).

Si el Departamento actúa contra derecho, corramos un tupido velo y que no se sepa. Para que vuelva a tener ocasión de hacerlo, con más cálculo. Así, un mensaje que menciona el recurso al Rector y su resolución, incluyendo los nombres de los responsables mayores (o sea, los coordinadores del postgrado) es censurado en el Rincón de Opinión de la Universidad. Sin dar razones ni permitir argumentación: sólo silencio, que es la mejor defensa en estos casos. Quien calla como un muerto nunca se mete en líos en nuestra universidad del Pensamiento Crítico, o que habría de serlo, según la LOMLOU.

Y otro mensaje que menciona lo Innombrable—a saber que las actuaciones contrarias a derecho no salen de la nada, sino que tienen impulsores, y que no es secreto quiénes son, pues sus nombres están en la Red—tampoco es considerado publicable en la lista de correo del Colectivo de Profesores, a la que estoy suscrito. No se considera publicable a pesar de su indudable interés informativo—que creo que nadie negará, pues si se declara contrario a derecho que los Postgrados se reserven a los equipos de investigación, eso es un dato relevante para otros postgrados futuros y otros equipos de investigación. El caso es que el mensaje que envié repetidas veces a la lista era interceptado por alguien y no se autorizaba su aparición en la lista. Tampoco recibía aclaración del administrador de la lista, según lo establecido en las normas de uso de la lista. Bien, en este caso, el administrador de la lista, Fernando Zulaica, después de echar unos cuantos balones fuera, primero no contestándome y luego diciendo que no era él quien decidía lo que se publicaba o no en la lista, reconoce por fin que mi mensaje no se distribuye en la lista porque "suscita debate".

Bueno, no quiero personalizar indebidamente: por lo visto, el administrador ha hecho consultas en "petit comité", y seguramente se ha decidido que estas noticias serían incómodas para alguien de la cuerda de ese petit comité. Imagino. En una futura reunión del Colectivo de Profesores, me dice el administrador, se discutirá si se autoriza o no la publicación de estas polémicas ideas. (No es, por supuesto, el procedimiento seguido hasta ahora con ningún mensaje, que yo sepa).

Apréciese el doble rasero: "suscita debate" el dar a conocer a la gente las circunstancias de unas resoluciones del Rector, y sus antecedentes—unas resoluciones que me dan la razón a mí y a quienes recurrimos contra la ordenación docente de ese postgrado. No "suscita debate", en cambio, el hecho mismo de la actuación contraria a derecho, reincidente y encastillada, contra el criterio del Rectorado. Y se quiere evitar que se suscite el debate, claro.

Hay que tener en cuenta que la última vez que supimos de los criterios de uso de esta lista, no existía la censura, y el único requisito para enviar mensajes era que no tuviesen un tamaño descomunal. Incluso se hablaba de "la libertad de expresión que nos hemos dado" y se rogaba un uso responsable de la misma. Ahora... algo ha cambiado. Se juzga más prudente que no todos los profesores del "colectivo" opinen tan libremente, o que algunas noticias no corran mucho. ¿Será irresponsable dar a conocer resoluciones del Rector, o denunciar actuaciones contrarias a derecho? ¿Será irresponsable expresar opiniones que puedan molestar a alguien? Pues apaga y vámonos con el Pensamiento Crítico, porque esto otro se llama pensamiento PC.

Imagínense lo que sería el Estado de Derecho con una prohibición de nombrar a quienes toman decisiones, las defienden, aciertan o se equivocan, o prevarican, o son denunciados ante las autoridades... todo con la garantía de que por acción de la censura o por acuerdo tácito de respeto a quienes cortan el bacalao, sus nombres no van a ser asociados a sus acciones en público. Bueno, eso pasaba con Franco, más o menos, ¿no?  O quizá ni con Franco.

También "suscita debate" en esta lista de distribución, al parecer, que se denuncie que el Rincón de Opinión de la Universidad practica la censura ideológica, y que incumple los mandatos del propio Consejo de Gobierno. Pues tampoco un mensaje a este efecto ha sido admitido por la lista del colectivo, a la que estoy suscrito. Es una opinión demasiado dura para tiernos oídos universitarios, y por tanto es diligentemente censurada por el administrador de la lista. Que, sin embargo, no parece tener objeción alguna en repetir la maniobra de censura del Rincón de Opinión, en contra de los supuestos criterios de uso de la lista; es de suponer, por tanto, que tampoco le parecerá tan raro ni tan mal que el Rincón de Opinión ese incumpla su propia normativa.  Qué buena es la censura, cuando la hacen los nuestros.

Sorprendente, todo esto. Menuda universidad tenemos, de prudentes corrillos de intereses. Cuando el escándalo no son las malas actuaciones, sino el hecho de que se denuncien... es para echarse a temblar.

PS: Me republican este artículo, si un artículo de un blog es un artículo, si publicar es publicar y republicar es republicar, en Fírgoa: Universidade Pública).

Donde leen estas cosas más cientos de personas que aquí. Muchas gracias.

Censura y libertad de expresión en la Universidad

 


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