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Vanity Fea

Mesa por la libertad lingüística

Me adhiero al manifiesto, y manifestación hoy en La Coruña, de la Mesa por la Libertad Lingüística—contra la "normalización lingüística" que la llaman, no de normalidad sino de norma, la norma administrativa de poner el gallego de plato único, fruto de la alianza Popular-nacionalista-socialista. Como si en Galicia no hablaran español, o fuese éste una lengua extranjera. Los que dicen que está prohibido decir La Coruña, vamos, e imponen sanciones a quien lo dice. Porque, según razonan ellos, los gallegos deberían hablar gallego, quieran o no. Les ven estos puntos débiles a los gallegos, que flaquean en su fe, según estos normalizadores:

• A lingua non se percibe como factor radical de identidade e os seus problemas parece que non preocupan á maioría social
• Aumento da xente nova para a que o galego xa é lingua aprendida, segunda, non emocional e non necesaria, que xa non saben por que a deben falar.
• Indiferenza social ante a promoción do galego: a sociedade galega só se deixa levar. 

    (Plan Xeral de Normalización da Lingua galega, «Puntos débiles» Parlamento de Galicia., 21/09/2004)

Por suerte los gallegos al parecer son amorfos y se dejan llevar. Aún es algo.

Pero quién vota a esta gente, por favor...

Lo que pide el manifiesto de la Mesa ésta es:
 
—la derogación de la prohibición del español a los escolares en las materias troncales (decreto 124/07)
—la libertad, la igualdad y la paz lingüística, perturbadas por la injerencia de los poderes públicos a favor de un proyecto excluyente,
— Contra la planificación lingüística: por la denuncia y el desistimiento del Plan Xeral de Normalización y sus secuelas, y la renuncia a cualquier acción inspirada en la supuesta anormalidad de la conducta lingüística de los ciudadanos,
— Contra la "normalización", coactiva o indicativa, de cualquier grupo de ciudadanos por razón de lengua. Todos somos normales, cualquiera que sea la lengua que empleemos.

Fírmalo ahora y habrás hecho algo, en lugar de nada, contra la marea de "normalizaciones" de los nacionalistas.

Pastoreo lingüístico


11 comentarios

Jesús Sanchis -

Para mí también es un placer conversar contigo. Un saludo!

JoseAngel -

No veo qué es lo que te extraña tanto en decir que el español es una lengua de importancia mundial, o que es una lengua de conocimiento común en toda España. Más me extraña a mí que hables como si en Valencia o en Cataluña no hablase nadie español, ni nadie lo tuviese por lengua materna. Eso me parece que no hace falta ser catalán, ni valenciano, para saber que no se ajusta a la realidad. Pero como dices, tenemos opiniones tan distintas en esto que no creo que vayamos a llegar a ningún punto de acuerdo. Sí, a la conveniencia de que las leyes sean justas, y de que se cumplan, pero me parece que no las consideramos justas cada cual por sus razones, ni estamos de acuerdo en la manera en que se están cumpliendo. Así que bueno, siempre respetándote el derecho a réplica si te parece oportuno, lo podemos dejar aquí, y seguramente tendremos ocasión de seguir conversando en tu blog o en el mío; en cualquier caso es un placer, y gracias por el tiempo que me has dedicado, un saludo.

Jesús Sanchis -

Creo que este debate está llegando ya a un punto muerto, puesto que difícilmente vamos a llegar a mayores acuerdos. Como mínimo, creemos en la Consitutción y queremos que se cumpla. Eso está bien. Por supuesto las leyes son opinables e interpretables y respeto tu opinión. Mi opinión, como he dicho antes, es la de que me parece perfecto que a alguien que quiera dar clases o trabajar en la administración en Valencia se le exija el conocimiento de ambas lenguas oficiales. Parece que tú no estás de acuerdo en eso. Ahí tenemos una divergencia manifiesta, y un poco insalvable. En esta vida todo es opinable y debatible. A veces, sin embargo, no podemos evitar que se cuelen en nuestro discurso cosas que son insostenibles. Nadie está libre de ello. En tu último comentario dices lo siguiente: "cuando hay una lengua común en su país tan importante como el español", frase que no puedo tomarme en serio la mire como la mire. No sé si es tu opinión o una manera inexacta de expresar una opinión un poco más elaborada. Por otra parte, hablas todo el tiempo de leyes, señal inequívoca de que esta cuestión la vives desde la distancia, y no te afecta más que como un formalismo legal. José Ángel, ya te he comentado antes que las cosas se ven muy distintas según desde dónde se hable. En este artículo del blog hablas sobre todo de Galicia. Si te fijas, no he mencionado a Galicia ni una sola vez en mis copmentarios, sencillamente porque desconozco lo que allí pasa, y por lo tanto mi opinión al respecto sería muy pobre, o supérflua. Algo parecido pasa cuando tanta gente del interior de la Península opina sobre lo que pasa en Cataluña. Son opiniones sin contexto, que se basan en recuerdos del pasado, en términos legales, en supuestas injusticias y en una buena colección de leyendas urbanas. Del mismo modo que yo tengo la prudencia de no opinar sobre Galicia, porque sé que si lo hago estoy condenado a meter la pata, sorprende la ligereza con la que se opina en toda España sobre los catalanes. No tengo la más mínima duda: hay en todo ello un resquicio, o más bien claras señales, de un aguzado centralismo españolismo. Allá cada cual con sus perspectivas y su manera de ver el mundo o la historia. Visto desde dentro, muchas opiniones que se vierten desde fuera, y no lo digo por ti (estoy hablando en general desde hace varias líneas), son francamente patéticas.

En estas cuestiones, José Ángel, tenemos difícil llegar a entendernos. No es sólo una cuestión de opiniones o leyes. Tiene que ver también con el lugar en que uno nace y la vida que a uno le toca vivir. Eso sí: ¡la vida es bella!

JoseAngel -

Hay muchos tiempos que han pasado, y que vuelven; por ejemplo los tiempos en que la administración se hacía en valenciano pasaron, y luego volvieron. Y así va la historia. A mí como te digo me parece muy bien la ley actual, y me parece muy bien que se cumpla, como a tí, y me parece muy mal que no se cumpla. Lo de que la política lingüística catalana es constitucional será opinión tuya, y quizá de más gente y hasta de los magistrados del COnstitucional. Pero no es opinión mía, ni de otras muchas personas. Por tanto es un tema que seguirá sujeto a debate. El que haya dos lenguas oficiales no quiere decir que la población tenga OBLIGACION de ser bilingüe: esa es una interpretación abusiva de la norma. ¿Que es una ventaja, y hasta un mérito serlo? Sin duda. ¿Que es mejor que un profesional o un funcionario conozca las dos? Pues claro, y me parece bien que se le reconozca esa competencia con una puntuación en un baremo. Ahora bien, exigirle que sea bilingüe me parece un abuso. Comprendo que a tí te parecerá un abuso eso que dice la Constitución de "obligación de conocer el español"—pero bueno, yo no la he redactado, ni tú, ni tampoco la ha cambiado el PSOE a pesar de favorecer estas políticas de inmersión monolingÜe en lenguas minoritarias. Sí, he dicho minoritarias: en España, y en su peso a nivel mundial. Flaco favor se hace a los estudiantes poniendo el énfasis en su educación en valenciano o en vasco, cuando hay una lengua común en su país tan importante como el español. En cualquier caso es una opinión mía, y me parece muy bien el derecho a educarse en la otra lengua oficial, siempre que se respete el derecho a recibir educación oficial en LA LENGUA OFICIAL de todo el país. Cuando dices lo de que así aprenden los que no saben, etc., me imagino a un funcionario de la época de Franco diciendo que hay vías para que los que sólo saben la lengua de su pueblo se amolden al sistema educativo nacional. Estamos en tiempos de un localismo muy miope, y tiempos además en los que no importa que las leyes se contradigan palmariamente, o se vacíen de contenido de facto. El PSOE y los nacionalistas saben que no pueden cambiar la Constitución, y por eso han optado por vaciarla de contenido. Eso surte algunos efectos beneficiosos para quienes querrían cambiarla, pero no hay que olvidar que perjudica a quienes deberían ver sus derechos constitucionales protegidos. Y perjudica a todos (a todos, sí) el que la ley se convierta en letra muerta o en una ficción legal, según los intereses de los gobernantes de turno.

Jesús Sanchis -

Vamos a aclarar algunas cosas.

- Por lo que sé de la normativa lingüística que rige en Cataluña, mucho me temo que está escrita con la suficiente HABILIDAD para ser perfectamente constitucional. En las oposiciones, por ejemplo, se exige el conocimiento de las DOS lenguas oficiales. ¿Te parece mal eso? ¿Crees que basta con el castellano? Eso he oído muchas veces a personas del interior de la Península. ¿Compartes esa opinión? ¿Crees que a un docente o un burócrata le basta con saber hablar castellano para poder trabajar en Cataluña o en Valencia? Lo repito: ¿estás de acuerdo con eso? Y si tienes una opinión formada al respecto, ¿la defenderías en Barcelona y en Salamanca?

- Tal vez en algunos casos no se cumplen las normas (por ejemplo que se impriman los certificados de notas en ambas lenguas). Estoy de acuerdo en que se cumpla la ley, cómo no. Me imagino la situación: las universidades emiten los certificados en catalán por defecto (mecanismo muy útil y que permite ahorrar tiempo y energía, y ayuda a reducir la contaminación medioambiental). Si un estudiante pide sus certificados en castellano, se le deben proporcionar. ¿Cómo no? Si la administración no actúa así, se está cometiendo un error. Te lo digo yo, que tengo experiencia como secretario de un centro educativo. Por cierto, durante muchísimo tiempo en el pasado, y en muchos casos en la actualidad, el castellano ha sido y es, por defecto, la lengua por defecto.

- Si a lo de "aprender por su cuenta" el valenciano te refieres a los años cuarenta o cincuenta del siglo pasado, creo que te estás equivocando de pleno, y me resulta incluso incómodo pensando en la memoria de mi padre y mis abuelos. En aquellos tiempos el valenciano-parlante era el paleto, su lengua no tenía ningún prestigio. Pero bueno, supongo que eso en otras comunidades autónomas de España no debe importar mucho.

- En cuanto a los profesores y la traducción de textos, creo que estamos hablando de cosas distintas. Yo hablo del día a día en la vida de un centro educativo. Si no exiges que el profesor de Salamanca aprenda valenciano (por cierto, conozco uno que lo habla muy bien), la tendencia será a que esa persona se acomode y se acostumbre a que los demás, por deferencia, por ignorancia, o por exceso de amabilidad, se dirijan a él en castellano. ¿Es esa la situación que te gustaría que se diera en los centros educativos o en la administración de Cataluña o Valencia? Por cierto, prueba a ir a una oficina administrativa en Valencia y pide algo en valenciano. Lo más normal es que el burócrata de turno te conteste en castellano. ¿Te parece bien?

- Vuelvo al tema principal: en Cataluña hay dos lenguas oficiales y una política lingüística firme que puede tener sus defectos pero que funciona y que está permitiendo que el catalán siga vivo. Vivo quiere decir vivo. Que está vivo, que lo utilizan los viejos y los jóvenes, las familias, que está presente en la sociedad, que tiene cierta dignidad. Creo que la política educativa catalana en materia lingüística es constitucional se la mire como se la mire. El alumnado sale del sistema educativo hablando y escribiendo en ambas lenguas. ¿Dónde está el problema? ¿Hay que cambiar el sistema educativo para permitir que una familia de Salamanca establecida en Barcelona pueda permitirse el lujo de que a su hijo le expliquen las matemáticas en castellano? Esos tiempos ya han pasado.

- Volviendo al sistema educativo catalán. Se quiera o no, existen siempre medidas especiales para que quien no conozca alguna o ambas lenguas oficiales las aprenda y pueda incorporarse al sistema educativo en catalán. Vuelvo a preguntar: ¿qué le pasa por la cabeza a los que se niegan a eso, que no son más que cuatro gatos considerados unos mártires en otras regiones españolas?

JoseAngel -

Claro, el problema lo tienen ellos, y por eso protestan. Supongo que tan "intransigentes" son ellos ahora como los que bajo las leyes franquistas protestaban por la educación obligatoria en español. Dices que tus padres no tuvieron nunca derecho a aprender a escribir su lengua. Supongo que te refieres al sistema público de enseñanza: quien quisiera aprender por su cuenta claro que podía, y hablarlo y escribirlo en sus comunicaciones privadas. En la administración no: y eso es lo que se remedió poniendo DOS lenguas oficiales. Pero te recuerdo que son DOS, no una. El nacionalismo vuelve a hacer como Franco, nos pone plato único obligatorio, pero esta vez además saltándose la Constitución, para mayor inri—no sirve de nada ni siquiera apelar a los principios constitucionales que supuestamente nos rigen, y que dicen entre otras cosas que todos los españoles tienen el derecho a usar el español. Es aberrante que normativas de rango menor contradigan ese principio constitucional. Como te digo, no estoy hablando de mis gustos ni disgustos, sino de los DERECHOS CONSTITUCIONALES, que no los han dictado las minorías intransigentes, ni son manías personales.

En el caso que dices, de un profesor que no hable valenciano, por supuesto más le vale aprender la lengua que utilice la mayoría, pero si no lo hace tiene derecho, en un contexto administrativo, a pedir que se le traduzca lo que se ha dicho. Como lo tiene alguien que sólo hable valenciano (suponiendo que exista tal fenómeno) si se quiere enterar de lo que dice alguien en el claustro que hable en español.

Las políticas lingüísticas se utilizan no solo de modo (inapropiadamente) sentimental ,como dice la normativa gallega esa, para "hacer patria", sino que son una manera de separar churras y merinas: no tanto los nacionalistas de los no nacionalistas, sino los que están dispuestos a aceptar la política oficial de los que no están dispuestos a tragar todo lo que les echen. Eso siempre es útil en un sistema clientelista como el que fomentan los nacionalismos. Y por eso es pernicioso el monolingÜismo oficial, además de por lo que supone de introducir absurdos legales como el de una lengua oficial que no puede emplearse en la administración.

Jesús Sanchis -

No cabe duda de que estos temas son complejos y dan pie a discusiones larguísimas. Te aseguro que ya he tenido muchas de estas. En estas cuestiones (agravios comparativos inter-regionales, 'políticas' lingüísticas, etc.) ocurre que, hasta cierto punto, todo el mundo puede tener razón, ya que se trata de debates eternamente abiertos e imposibles de cerrar. Yo personalmente huyo de términos del tipo "sufrir". Al fin y al cabo, como ciudadanos, sufrimos muchas cosas. En Valencia, por ejemplo, estamos sufriendo lo de la asignatura de Educación para la Ciudadanía en inglés. Las personas sufren, el ciudadano sufre. Abunda también el victimismo. Me hablas del derecho a recibir educación en la otra lengua oficial. En Valencia funciona la doble opción (líneas en castellano y en valenciano), y creo que es un sistema que se adapta bastante bien a la realidad valenciana. Por suerte, desde hace unos años (en una normativa aprobada en tiempos del PP) se exige que todos los profesores que quieran trabajar en Valencia tengan conocimientos de valenciano. Ya sé que esto parece una monstruosidad en algunas partes de España, pero no encuentro otra manera de asegurar algo tan simple como que los escolares de estas tierras tengan el derecho a estudiar íntegramente en valenciano (curiosamente, esos alumnos suelen acabar la ESO hablando y escribiendo ambas lenguas sin mayores problemas, un fenómeno difícil de entender para quien no es bilingüe). Imagínate si llega un profesor de Salamanca sin saber valenciano. ¿Qué ocurriría entonces? Que los 120 alumnos de ese profesor tendrían que dar sus clases en castellano, como pasaba antes. Seguramente eso no preocupa en Salamanca o en Zaragoza, pero aquí hay muchísima gente a la que le preocupa esos detalles. Otro detalle. En los centros educativos hay claustros, reuniones, se emiten documentos, se publican cosas. ¿Qué ocurre si un sector del profesorado no conoce valenciano, o catalán? ¿Qué hacemos? ¿Desarrollamos las actividades del centro en español, a la antigua usanza? ¿Qué más da, no? Hay cien profesores en un claustro y cinco de ellos no hablan valenciano. ¿Qué hacemos? ¿Hacemos las reuniones en castellano? ¿Y en la administración también?

En Cataluña el modelo es diferente. No hay opciones, la educación es íntegra en catalán. Los alumos que llegan a la enseñanza pública sin conocimientos de castellano y/o catalán reciben clases de apoyo para que puedan integrarse en el sistema educativo. Yo lo he visto con mis propios ojos. Estoy cansado de oír hablar en catalán a hijos de marroquíes, polacos o rumanos. Llegados a este punto, me hago la siguente pregunta. Imaginemos una familia castellano-hablante que vive en Cataluña y exige que sus hijos sean educados en español. La pregunta que yo me hago es la siguiente: ¿qué te parece la actitud de esa familia? ¿Por qué viven en cataluña? ¿Dónde se creen que están, en una colonia del 'Imperio'? Por suerte, este tipo de familias son una ínfima minoría. Por lo demás, el sistema de educación en catalán, con programas de apoyo e inmersión, funciona bastante bien y genera muchas menos tensiones de lo que se cree en el interior de la Península.

Creo que en este debate tiene gran importancia la perspectiva que se adopta.Se puede ver "desde dentro" o "desde fuera". Yo vivo en un territorio bilingüe, y mis conciudadanos hablan ambas lenguas desde que son niños y con una sorprendente habilidad. El mundo no se ve igual desde el bilingüismo que desde el monolingüismo. Las supuestas 'tragedias' o los supuestos 'sufrimientos' me suenan a ciencia ficción. No voy a entrar en el terreno de los agravios históricos, porque entre otras cosas me cansa mucho la cantinela de agraviosa propia de los nacionalistas, pero a ver qué te parece esto: mis padres no tuvieron nunca derecho a aprender a escribir su lengua. ¿Te parece bien? ¿No crees que es lógico que se intente poner los medios para reparar esas situaciones, por mucho que encontrar la solución perfecta sea imposible? Que haya un minúsculo reducto de castellano-parlantes intransigentes en Cataluña me preocupa poco. El problema lo tienen ellos.

JoseAngel -

Pero además del concepto de "mayoría democrática", Jesús, quizá también te suene otro concepto democrático, el de "respeto a los derechos de las minorías." Me parece bien la inmersión para quien quiera ser inmersionado: quien no quiera, debería tener derecho a escolarizarse en su lengua. Ya no digo en su lengua materna, cosa que trae otro tipo de problemas de organización, sino en la otra lengua OFICIAL. Por atenernos meramente a la constitución, digo, al margen de gustos personales. Si te informas más, verás que la oposición a este modelo de inmersión "plato único" se da también, y cómo no habría de ser así, entre quienes la sufren directamente.

Jesús Sanchis -

Te preguntas "quién vota a esa gente", y la respuesta es muy simple: la gente. Aunque parezca mentira visto desde fuera, hay un amplísimo porcentaje de la población (por ejemplo en cataluña, caso que conozco bien) a favor del modelo de inmersión lingüística. En realidad, es lo que la gente de esas tierras quiere (entendiendo por "gente" la "mayoría democrática"). Estuve varios años trabajando en institutos de Cataluña y nunca, NUNCA, oí a nadie (ni profesor, ni alumno, ni padre o madre de alumno) poner en duda la validez de este modelo, un modelo que, aunque parezca increíble, funciona. No quiero ser defensor ni abogado de nada, sino simplemente ofrecer una visión "desde dentro". Porque a veces, desde dentro, nos preguntamos a qué viene tanta opinión y tanto manifiesto "desde fuera".

JoseAngel -

Por eso hablo de Alianza Popular-Nacionalista-Socialista.

Juan -

Oye, en 2004 gobernaba el Partido Popular, no?