Proyectitis
viernes 20 de enero de 2012
Proyectitis
En tiempos, no hace tantos años, se publicaba una memoria anual de actividades de mi Departamento universitario. Memoria impresa, digo. Luego se quedó discontinued, pillada en una turbulencia mediática que la hizo obsoleta o irrelevante cuando aún la página web del departamento no estaba en condiciones ni se actualizaba. Ahora sí se actualiza, anualmente, pero with a difference: ya no importan las actividades en general, o aún menos los resultados. Sólo importan los proyectos y los grupos. Nos llega hoy esta carta de la secretaria, que yo veo sintomática, o característica del Zeitgeist, como se prefiera:
Me pongo en contacto con vosotros para comunicaros que se va a
realizar la actualización anual de la página web del Departamento.
Para llevar a cabo esta tarea, agradecería hicieseis llegar la
siguiente información (...) antes del
26 de enero:
- Los I.P. de proyectos de investigación nacionales (o miembro en
quien deleguen): título del proyecto, referencia y miembros del proyecto.
- Los I.P. de grupos de investigación reconocidos por la DGA (o
miembro en quien deleguen): nombre del grupo, referencia, miembros del
grupo y página web.
- Los coordinadores de proyectos de innovación docente (o miembro en
quien deleguen): Título del proyecto, referencia, breve resumen y
miembros del proyecto.
Y eso es lo que interesa que conste: lo proyectos, no las realizaciones. Quizá se presuponga que los proyectos realizan algo, cuanto menos agrupar a la gente—otras cosas yo no dudo que hagan, pero desde luego no es lo que interesa de ellos, cuando ni se menciona si se traducen en resultados, publicaciones, indicios de calidad, etc. El único indicio de calidad del proyecto es el propio proyecto, u otros proyectos previos, síntoma inequívoco de la hinchazón conocida como proyectitis. Entendiendo aquí por "proyectos" no cualquier noble empeño, claro, sino sólo los que tienen marchamo oficial y obedecen a algún plan quinquenal, cuadrando y cuadriculando participantes, temas sobre los que trabajarán, horas de dedicación, y subvención a recibir. En realidad lo más importante es estar agrupado, tabulado y etiquetado—no sea que no se nos ocurra qué hacer, o, peor aún—que nos vaya a entrar la inspiración.
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