El lector tiene otro tipo de dominio perspectivístico: a saber, que es el que controla el proceso de lectura. El autor propone, pero el lector dispone, cuándo se inicia y cuándo termina la interacción textual. Es más, el autor puede atisbar si su obra es muy leída o poco, y se afana por saberlo o procura ignorarlo, según temperamentos. Cuántos autores desearían tener la perspectiva dominante absoluta que les permitiese seguir el trayecto de cada uno de sus volúmenes, y saber quién los está leyendo, o los ha leído—o cuántos van a seguir esperando hasta la eternidad en las estanterías, más de los que parecería, creo. Muchos chascos iban a esperar a los autores, quizá en general no están siendo leídos por nadie, en un momento dado, a menos que sean furias de ventas o enormes clásicos—pero no hay manera de saberlo. Mejor consolarse con que los volúmenes están publicados, e incluso vendidos en bastantes casos. La limitada perspectiva de que se dispone aquí la tiene el lector—que sabe que está leyendo a Cortázar, aunque Cortázar ya no esté en condiciones de saber nada.
Los textos electrónicos hodiernos han venido a complicar un tanto este panorama, con el uso de contadores y registros de visitantes como este que tengo, el Feedjit. Ahora se refuerza el dominio perspectivístico del escritor: no sólo sabe que ha escrito algo, sino también que está siendo leído, o por lo menos visitado o vistado. Vean, vean:
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Vicente Lopez, Buenos Aires arrived from google.com.ar on "Vanity Fea: Semiología del personaje literario".
21:12:43 -- 13 minutes ago
21:09:11 -- 17 minutes ago
21:03:54 -- 22 minutes ago
Santiago, Region Metropolitana arrived on "Vanity Fea: Cultura popular, literatura y traducción".
20:55:48 -- 30 minutes ago
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—etc.
Menos da una piedra. Ya hubieran querido los autores impresos y publicados tener un pequeño contador parecido, ya, para sus volúmenes.... Ahora podemos imaginar hasta el trayecto de los lectores, a veces, o el tiempo que tardan en leer algo. De comentarios no hablo, porque han desaparecido prácticamente de los blogs, para ir a refugiarse a las invectivas en los artículos políticos de los periódicos, y a las redes sociales y guassappps.
Un duelo de perspectivas dominantes se da cuando el contador se hace público, visible para los lectores, y por tanto pueden éstos no sólo saber que están leyendo, sino saber que se sabe que están leyendo. O por lo menos, imaginar que alguien imagina que estás leyendo algo—cuando igual sólo estás mirando los santos.
Las guerras de piques y de comentarios encontrados son interesantes en su uso de estas modalidades de la perspectiva dominante. Pero como casi han desaparecido de mi experiencia, voy a pasar de teorizar al respecto. Por cierto que también las visitas van bajando, quizá pronto sean un recuerdo de antaño, como los comentarios hogaño.
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