El informe del 11-M
2017
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11/2/2017
Brandau, Dieter. "Editorial de Dieter: Los informes de Eugenio Pino." EsRadio 9 Feb. 2017.*
2017
Jiménez Losantos, Federico, et al. "Federico comenta los informes paralelos del 11-M y el Faisán." EsRadio 9 Feb. 2017.*
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Entre los objetivos de la Educación Secundaria se potencia "estimular el diálogo y la negociación", y a cuenta de ese fin en principio tan loable se escribió este artículo en Wonkapistas, buscándole los límites al tema del "diálogo y la negociación" con el ejemplo del bullying. Hasta dónde, se pregunta el autor, puede solucionarse la actitud de Perikito el Matón sólo con diálogo y negociación (como propondría, llegados a un extremo, el "pensamiento Alicia"). Y concluye que sin fuerza o autoridad que lo respalde, no hay diálogo eficaz con Perikito.
Bien, pues por el tono del autor y de alguno de los comentadores, parece (o a mí me ha parecido) que se está hablando en el artículo no sólo de Periquito el Matón, sino de un Perikito a nivel político, a saber, el terrorismo y en concreto el etarra, con quien también se está intentando aplicar el principio de "diálogo y negociación".
Curiosamente, ninguno de los participantes mencionaba el tema, con lo que mandé yo un comentario preguntando lo siguiente, impulsado por curiosidad de analista del discurso, y no en este caso para opinar sobre si hay que dialogar o no con los de la (metrall)ETA. Preguntaba, con tono amable y educado:
1) Si el autor, efectivamente, había presentado a "Perikito el Matón" (Perikito con ka, ojo) como una figura alegórica del terrorismo etarra, o (versión menos estricta) si consideraba que el terrorismo es una especie de bullying a nivel político, y que por tanto hay una dinámica común en los dos fenómenos, que justifica su equiparación retórica (y la alusión indirecta al terrorismo en el post). O, por el contrario, si yo deliro y el artículo no tiene nada que ver con el terrorismo, y a nadie se le ha ocurrido tal cosa más que a mí.
2) Si le ha extrañado ver que todos los comentadores se han atenido al tema del bullying, sin pasar abiertamente a tratar el tema del terrorismo que parecía (¿a mí sólo?) sugerir el post.
Bueno, pues he enviado el comentario dos veces estos últimos días, pero el blog tiene moderación de comentarios y no aparece. ¿Se habrá perdido? ¿O lo habrá considerado inconveniente el autor por alguna razón? ¿Será, incluso, por la misma razón por la que se evitaba nombrar explícitamente el terrorismo? Posiblemente nunca lo sepamos. Pero en fin, ya que no puedo poner el comentario en ese blog, pues lo pongo aquí para quien le interese reflexionar sobre este paralelismo entre matones de patio de recreo y terroristas. ¿Seré yo el único que ve una analogía? ¿O se ha producido en ese debate una conjura espontánea para hablar del terrorismo sólo entre líneas? Sería un caso más que curioso. ¿Era inoportuno mi comentario? Se queda uno sin saber qué pensar.
PS: Aclara el autor que los comentarios debieron perderse, y que su intención era escribir únicamente sobre bullying, no sobre terrorismo. Le contesto:
Muchas gracias por contestarme, Wonka. Debe ser el sistema ese de seguridad de los comentarios, el de poner una clave de letras, que por lo que se ve produce fallos. En todo caso me resulta muy aclaratoria tu respuesta, primero porque haya sido accidental la desaparición de los comentarios, y luego también por la aclaración que das de la intención. Se ve que la mayor parte de la alegoría "Perikito=Eta" la había producido yo, aunque me parece que también le rondaba por la cabeza a algún otro comentador. Ah, y por supuesto también creo que esa alegoría que he interpretado también es producto por una parte de las circunstancias políticas, el "proceso de paz" en candelero, etc., y, como señalo, por algunos elementos que tienen en común el bullying y el terrorismo, uno a pequeña y otro a gran escala. Hasta es posible que, "atmosféricamente", te haya influido un poco todo esto al escribir el post (y así me descargo de la responsabilidad completa de alegorizar yo, jeje!...). Bueno, eso ya son interpretaciones. Me alegro de concurrir contigo en que para solucionar estos casos hace falta, sobre todo, bastante negociación entre los no matones. Y un colegio con reglamentos claros en este sentido ayuda. ¡Un saludo!
Pues aunque no estoy en Madrid, manifiesto una vez más mi apoyo a esta manifestación y su ideario. Vergüenza para los partidos españoles importantes, que aparte del PP (y el recién estrenado Ciutadans) no apoyan ni esta manifestación ni esta política. Prefieren, sin duda, seguir tratando a los mafiosos como prohombres de Estado, y llamar fachas a todo el que haya sido víctima de la Eta o proteste contra ella de verdad, no con la boquita pequeña: "por favor, señores de Eta, sean pacíficos, no nos maten... a ver si logramos hacer con Vds. un pacto de gobierno..." ¿Socialistas, izquierdistas, esta pandilla de julays? Anda ya.
Fuera mafiosos, y asesinos, y mangantes. Fuera criminales de las instituciones y de la vida pública. Y fuera todos estos politicuchos que les bailan las aguas y les echan oxígeno y paños calientes. No hay por qué aguantarlos ni por qué votarlos, a ver cuándo se entera el país.
(ADDENDA sobre la lógica nacional, aplicada a rajatabla:
- El PP se opone a la negociación con bandas terroristas
- Tú te opones a la negociación con bandas terroristas
ergo
- Tú eres del PP y suscribes todas sus ideas.
...y así nos va, con estas cabezas incapaces de procesar el undistributed middle).
No a la negociación con bandas terroristas
Manifiesto que se leerá en la manifestación del 3 de febrero (comunicado de prensa del Foro Ermua):
Es una obligación moral comenzar mostrando nuestra solidaridad con Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, asesinados por ETA en la T4 de Barajas el 30 de diciembre, y con sus familiares y amigos, así como con el resto de los casi mil asesinados, los heridos y mutilados, los extorsionados, los amenazados, los desterrados, aquéllos a quienes el terrorismo ha dejado una marca indeleble en sus vidas.
Con el brutal atentado de Barajas ETA ha puesto de manifiesto, una vez más, su naturaleza criminal y fascista. No es nada nuevo: desde hace decenas de años la banda ha venido ejerciendo la violencia con el único objetivo de obligar a los representantes políticos a sentarse a negociar bajo amenaza y chantaje e impedir que los ciudadanos podamos pensar, expresarnos y comportarnos libremente. Por eso el proyecto terrorista ataca directamente a la libertad, al Estado de Derecho y a la Constitución que pretende violar y por eso son la Constitución, el Estado de Derecho y la libertad los que requieren una defensa activa y comprometida de toda la sociedad.
Ése es el motivo de que esta manifestación sea algo más que la expresión de la solidaridad con Carlos Alonso, Diego Armando y el resto de las víctimas: es también la expresión pública de la coincidencia y unidad de todos los presentes en el rechazo frontal del terrorismo y de cualquier negociación con los terroristas. No es una convocatoria ni de izquierdas, ni de derechas, ni de centro, es una convocatoria para todos los ciudadanos que quieran defender la libertad, confíen en el Estado de Derecho, en la derrota de ETA y que se opongan a la negociación con los asesinos. En un asunto de tan vital trascendencia no debe haber otro objetivo que la disolución total de ETA y la entrega de las armas: ésta es una cuestión de principios democráticos irrenunciable. Y para conseguirlo es necesario sacar las enseñanzas adecuadas de las equivocaciones cometidas a lo largo de tantos años de existencia de la banda.
No queremos mirar atrás para reprochar nada a nadie, sino para aprender de los errores y no volver a incurrir en ellos:
1. Debemos aprender de nuestro pasado que ETA no pone en riesgo la paz, sino la libertad y que cuando se ha hablado de "proceso de paz" para referirse al diálogo con los asesinos, se ha utilizado un término engañoso; España no está en guerra: no volvamos a repetir este error.
Pedimos que no se hable de paz, cuando lo que se requiere es un proceso de libertad y de aplicación de la ley, para que haya justicia.
2. Debemos aprender de nuestro pasado que las víctimas del terrorismo que dicen no a la negociación no hacen partidismo, sino que defienden los principios y valores por los que muchos de ellos se han convertido en víctimas. No se han politizado como víctimas, sino que precisamente los han convertido en víctimas, en su mayoría, por sus posturas políticas o personales frente a ETA o frente al nacionalismo o por su entrega en defensa del Estado de Derecho. Por eso ha sido una equivocación establecer diferencias entre las víctimas y olvidar las peticiones de las asociaciones que mayoritariamente las representan. No volvamos a repetir este error.
Pedimos que se respete y escuche la opinión de las víctimas, sin estigmatizarlas y sin acusaciones de politización que sólo vienen a hacer más profunda la herida que les ha dejado el terrorismo, ya que se les supone incapaces de mantener opiniones o tomar decisiones al margen de los intereses de los partidos políticos. Seamos solidarios con todas las víctimas de ETA, hoy especialmente con Carlos y Diego, por la cercanía de su asesinato, pero con todas las anteriores también
3. Debemos aprender de nuestro pasado que las mal llamadas treguas de los terroristas no son más que una parte de su estrategia terrorista, una pieza lógica y esencial de su proyecto para imponer su voluntad por medio del terror y obligar al Estado a sentarse a negociar bajo amenaza. Ha sido una equivocación responder a esa estrategia con ofertas de diálogo o modificaciones de la política antiterrorista: no volvamos a repetir este error.
Pedimos el compromiso firme para no volver a modificar jamás la actitud y las medidas contra ETA porque ésta decida declarar una tregua. Sólo el anuncio incondicional del abandono inmediato y definitivo de las armas y de toda la actividad terrorista, acompañado de hechos que lo acrediten con absoluta seguridad, deberá valer para los demócratas
4. Debemos aprender de nuestro pasado que no hay nada que negociar con ETA. En primer lugar porque no hay espacios legítimos entre la Democracia y el proyecto liberticida de la banda. Y en segundo lugar porque los intentos de diálogo no son gratuitos: sirven para legitimar a los terroristas, para hacerles concebir esperanzas y para que puedan recomponer sus fuerzas y animar a sus bases; la política de hacer, prometer o insinuar concesiones no logra, como se ha visto, más que fortalecer a los terroristas. Por eso la negativa a cualquier diálogo o negociación es el único camino para que pierdan toda esperanza de conseguir ninguno de sus objetivos y se extienda así entre sus filas y simpatizantes la desmoralización. Una desmoralización que acelere la degeneración y consiguiente derrota de ETA y la conquista de la libertad. Frente al fascismo de ETA no cabe más alternativa que la firmeza democrática, la movilización ciudadana y la persecución judicial y policial. Por eso, cuando se han abierto escenarios de negociación con la banda, se ha tomado el camino equivocado: no volvamos a repetir este error.
Pedimos que se rechace cualquier tipo de diálogo o negociación con ETA y que se apueste por su derrota con todos los instrumentos del Estado de Derecho.
5. Debemos aprender de nuestro pasado que la unión de las principales fuerzas políticas de España en una política antiterrorista sustentada sobre bases claras y de firmeza, apostando por la derrota de ETA y contra la negociación, es el mejor camino para reducir a los terroristas a la incapacidad y marginalidad y conseguir, finalmente, su derrota y el triunfo de la libertad. La ruptura del Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo fue una equivocación: no volvamos a repetir este error.
Pedimos la recuperación del Pacto de Estado por las Libertades y contra el Terrorismo en toda su integridad. Pedimos unidad en la lucha antiterrorista basada en unos principios conocidos y claros que eliminen del horizonte cualquier posibilidad de negociación o final dialogado con la banda.
Precisión en los términos, solidaridad y respeto a las víctimas, unidad en la firmeza y en la defensa de la libertad y la Constitución, rechazo explícito y contundente de toda negociación, abandono de cualquier horizonte de final dialogado de ETA y compromiso para obtener su derrota con todos los medios del Estado de Derecho. Ésas son nuestras peticiones y nuestras democráticas exigencias.
El criminal atentado de ETA en la T4 de Barajas exige una respuesta ciudadana y popular masiva, como la que ejemplarmente protagonizó la sociedad española tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Como entonces se puso de manifiesto, sólo una multitudinaria respuesta social de este tipo, capaz de desbordar y superar las divisiones y los recelos partidistas, tiene la fuerza necesaria para combatir a los terroristas, sus cómplices y quienes los amparan, los financian o los justifican. Exigimos a todas las fuerzas políticas democráticas que se unan a la inmensa mayoría de los españoles para llevar a cabo esta urgente tarea. Quienes se opongan a este camino de unidad y firmeza asumirán una gravísima responsabilidad ante la sociedad española.
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NOTA: El Foro Ermua comunica que esta declaración ha sido enviada por correo certificado al Presidente del Gobierno, Consejo de Ministros, principales directores de informativos, secretarios generales de los principales sindicatos, así como a líderes de los distintos partidos con representación en el Parlamento.
Yo me manifestaré por esta superficie, aunque comprendo que más mérito tendría mi aparición por Madrid. Pero no es broma: No a la negociación con terroristas. Por la paz también, hombre: que aunque guerra no hay, sí hay mucha gente a la que atropellan sus derechos constitucionales—no los subjetivos, o los de su clá–y no la dejan en paz. Pero sobre todo, por la libertad. Y por la justicia.
Adoptemos la teoría de la conspiración como hipótesis de trabajo. Una conspiración (que la ha habido) cuyo detalle queda, como el contenido de "La carta robada" de Edgar Allan Poe, sin especificar plenamente. Siguiendo el análisis de Lacan, nos centraremos más bien en la trayectoria del significante, y en cómo los conspiradores caen presa de sus propias artes.
A la manera de un retorno de lo reprimido, un mensaje siempre llega a su destino. El emisor, nos dice Lacan, recibe del receptor su propio mensaje en forma invertida. En "La carta robada" de Poe, diversos personajes ocupan sucesivamente el punto ciego desde el cual nada se ve, y caen víctimas de una persona con una comprensión más global de lo que sucede, que a su vez se confía y finge ceguera, sólo para volverse realmente ciega y caer víctima de un tercero más avispado, que pronto sin embargo ocupará el mismo puesto de su víctima y repetirá la maniobra.
Llama la atención en este relato que para recuperar y ocultar las pruebas de un posible complot que podría conllevar traición de Estado, se acuda nada menos que a la Policía. Lacan explica así este curioso paralelismo y complicidad culpable entre la Autoridad—ciega por definición a las intrigas y complots de su cara mitad y partícipe en el más alto puesto—y la Policía, que no ve o prefiere no ver lo que se trae entre manos.
Hay cegueras reales, y otras fingidas: pero una vez han tenido éxito temporal las conspiraciones y ocultaciones, se coge confianza, y van al traste inevitablemente. Por la tendencia fatídica a creer que los secretos inconfesables, y la alta traición, pueden pasar desapercibidos por el procedimiento de exhibirlos tranquilamente en la vía pública.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo se ha convertido en el chivo expiatorio de gran parte de la izquierda, por sus opiniones sobre la política antiterrorista del gobierno, por manifestarse contra ella, y por elegir al representante que creen que mejor defiende su postura y sus intereses (que "les manipula" al decir de quienes no tienen el menor interés en ellos a no ser para tildarlos de fachas). Sirva de ejemplo la opinión de Javier Marías:
La ocasión de este artículo es que a una amiga suya la abuchearon e insultaron unos energúmenos durante una manifestación de la AVT porque la vieron comprando El País. ¿No parece un poco injusto, o más bien muy injusto, cargar contra el conjunto de la manifestación y de los manifestantes (cientos de miles de ellos) porque la amiga de Marías fue a dar con unos energúmenos? Vamos, que oyendo a Marías parece que era Alcaraz quien les iba jaleando a esos mamelucos, o pidiendo linchamientos de lectores de El País. ¿Desautorizar en persona al presidente de la AVT, acusándolo de manipulador, y por implicación soterrada y mezquina, también de "energúmeno, intolerante, enemigo de la libertad y miserable"—a él y a todos los miembros de la AVT, convertidos ahora según parece en delincuentes? Todo entre líneas, claro...
Me encantan las novelas de Javier Marías. Pero este artículo, y otros del mismo autor en el mismo medio, son sectarios, injustos, producto de una mala cabeza y un mal corazón... o de un mal momento. Tiene trastocadas las prioridades, y hace un uso falaz y tendencioso del caso que presenta como representativo. Pero tanto a Marías como a su amiga le alarma el uso de banderas españolas en las manifestaciones. Sólo queda repetir con él: "¿qué clase de lugar es éste en el que todavía nos sobresalta y alarma la abundancia de enseñas del país nuestro?" ¿Qué clase de País estamos haciendo, tan anómalo y autodestructivo?
A mí no me gustan las banderas. Cuantas menos, mejor. Pero más que la exhibición de la bandera nacional, me alarma más el que se considere motivo de alarma su uso por parte de personas que le recuerdan al Gobierno (y a tantas personas como el Sr. Marías) la obligación de atender a la justicia. Y aún más me alarma que sea necesario ese recordatorio.