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Retropost (2006): Esto apesta

Esto apesta

Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa

Me refiero a la "RESOLUCIÓN de 29 de septiembre de 2006, de la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación, por la que se hace pública la convocatoria de ayudas para la realización de proyectos de investigación, en el marco de algunos Programas Nacionales del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2004-2007" (PDF aquí).

Lo que apesta no es que haya programas de subvención a la investigación, ni las cantidades destinadas a las humanidades (que serán como siempre, imagino, irrisorias). No, me refiero al planteamiento general sobre quién puede recibir las ayudas. Hay tres tipos de acceso, a cual más apestosillo cuando se estudian los criterios de cerca. El primero:

A. Proyectos para jóvenes investigadores de talento, con contribuciones científico-técnicas relevantes y prometedoras y con líneas de trabajo diferenciadas e innovadoras; los requisitos exigidos a los investigadores principales que presenten proyectos en este eje son: 1) tener como máximo 40 años en el año en curso de publicación de esta resolución de convocatoria; 2) no haber sido investigadores principales de un proyecto financiado previamente dentro de una convocatoria del plan nacional de I+D+i; 3) solicitar dedicación única al proyecto solicitado. Se considerará no adecuado al espíritu de este tipo de proyectos las peticiones que supongan una fractura de grupos previos y que mantengan y dupliquen la misma línea de trabajo, con objetivos y técnicas similares.

 
Bien, o sea que estos jóvenes lumbreras, estos mirlos blancos, tienen que aterrizar del extranjero, impolutos por el contacto con otros grupos de investigación aquí. Por ejemplo, alguien que trabaje en nanotecnología cristalográfica, suponiendo que tal cosa exista, y esté contaminado por haber colaborado con algún grupo de investigación subvencionado, y desee formar grupo aparte porque disienta de la manera en que se lleva la investigación en su grupo, está marcado como persona non grata para la convocatoria. Si te sales del grupo... allá tú. Nadie te va a financiar, por joven y prometedor que seas. Bueno, lo de los jóvenes de 40 años, me callo por interesado (tengo 45 y podría despotricar un poco... desde luego no hay convocatorias específicas para gente entre 45 y 50, y no veo por qué no podría haberlas)—pero desde luego si a los 40 no diriges tu propio proyecto, seguro que no lo vas a dirigir en la vida con los criterios que aquí te preparan. Eso sí, tendrás que aterrizar como algo nuevo y sorprendente, the new kid in town, como Cristo entre los Doctores. Vamos a la modalidad B:

B. Proyectos para grupos de trabajo usuarios tradicionales de esta convocatoria. No se aplica ninguna condición específica, salvo las genéricas de la convocatoria que se expresan en los correspondientes apartados. Este eje se corresponde con la convocatoria general, que será una opción estratégica para los grupos de investigación y tendrá unos niveles de calidad similares a las de los otros tipos de proyectos.

Traduzco: tened y se os dará. Los usuarios tradicionales son bienvenidos; los otros, NO. Esta convocatoria fomenta el mantenimiento de grupos estables. Algo que suena a loable, y probablemente lo sea en muchos sentidos, pero a cambio perpetúa:

- La falta de innovación, es decir, la falta de investigación de calidad—hablo de las humanidades, que es lo que conozco. Se investiga aquí en ciencia normal, que diría Kuhn, se prima la continuidad con lo ya hecho. Los usuarios tradicionales seguirán con sus tradiciones, de eso poca duda cabe. Y en ciencia dura (física-química-ingeniería-etc. etc.) puede que la cosa tenga su lógica. Allí la gente firma los artículos en equipo, y los hace en equipo. Porque trabaja en equipo. Porque son importantes los resultados replicados, controlados, exactos, con procedimientos estandarizados, impersonales. Aunque a cambio quizá se pierdan iluminaciones rompedoras del paradigma; posiblemente compensa el progreso estable y medido; al menos no conozco a científicos que protesten contra el trabajo en equipo (sí contra algunas servidumbres específicas de cada equipo...). En cambio, cuando a las humanidades se les aplica el mismo rasero y los mismos impresos de solicitud, el fiasco es total. Se crea investigación mecánica, o colaboración ficticia. En las humanidades es esencial la interpretación del caso único, la investigación creadora y sin cuadrículas ni instrumentos de medida que estandaricen el resultado. Es la investigación más característica de estas disciplinas, la más valiosa, la de más calidad. En humanidades los artículos se firman individualmente (aunque luego se agregen como labor de equipo en el impreso). Y los grandes humanistas siempre han investigado solos. El mismo planteamiento por el cual se saca una convocatoria única y cuadriculada para ciencias y humanidades es un procedimiento antihumanístico. Es, eso sí, profundamente oficialista, oficinista, administrativista, y, para los "usuarios tradicionales", repetitivo. Justo lo que no deberían ser las humanidades jamás.

- Perpetúa también el feudalismo. Ya hemos visto en el punto A que los miembros de los equipos (pongamos, por simplificar, los profesores titulares) han de estar atados y bien atados al grupo. El que se mueve no sale en la foto. Hay que estar año tras año en el orden jerárquico establecido, y produciendo para el jefe. Porque, ¿se piensan ustedes que los grupos se van turnando la jefatura de grupo, que tienen tan buen fílin y tanto compañerismo de equipo que este año dirijo yo y el año siguiente tú? ¡Ji ji ji....! Si es que los privilegios que la LOU no da a los catedráticos, se los van arrogando luego entre líneas, y así la Universidad sigue siendo la que era, con los usuarios tradicionales.

- Perpetúa los intereses creados. Los contactos entre los interesados de siempre y las comisiones (también un petit comité de catedráticos, al fin y al cabo). La acumulación de recursos año tras año en poquitas manos, que lleva a malos hábitos y despilfarro—despilfarro por unos sitios, y carencias por otros. Lleva también al desarrollo de maniobras establecidas en las universidades, a resultas de las cuales se utiliza la pertenencia a grupos como un salvoconducto para muchas otras cosas. Y por allí pasamos a las tergiversaciones de las normativas, para favorecer a los grupos; a las dinámicas de apoyo mutuo por parte del fosilizado grupo contra quienes no pertenecen a él. Se estimula la lucha de partidos (partidillos casposos) en los Consejos de Departamento. Etc. etc. etc.

- Ah, he identificado "catedráticos" con "investigadores principales", y "profesores titulares" con "curretas de a pie". Una simplificación grosera, lo reconozco. Ahora bien, que si no lo son (catedráticos, investigadores principales), tranquilos, que pronto lo serán. Porque ya cuidarán los catedráticos de promocionar al cuerpo a los primus inter pares. Y los que no dirijan equipo van a tener muy pocas oportunidades de hacerse catedráticos; al menos si les dicen lo que me dijeron a mí en la Infausta Oposición: que si bien había participado en muchos proyectos, no había dirigido ninguno. Humm.... El Dedo no me había señalado, es cierto.

C. Proyectos para grupos con líneas de trabajo en la frontera del conocimiento y resultados previos de calidad, así como con una trayectoria acreditada y solvente dentro de la comunidad científico-técnica nacional e internacional. Para poder solicitar este tipo de proyectos, el investigador principal deberá haber realizado previamente, como tal, al menos 5 proyectos del Plan Nacional financiados dentro de este mismo tipo de convocatoria (no se consideran válidas otras convocatorias del plan nacional como las denominadas: acciones especiales-complementarias, ni los proyectos complemento al programa marco de la UE, ni proyectos PETRI, PROFIT, FEDER, OTRIS, P4, ... ( .... ) etc etc etc etc... (....) También será posible solicitar este tipo de proyectos cuando se unan dos o más grupos de trabajo en un proyecto único y cada grupo haya tenido al menos 4 proyectos previos con el mismo investigador principal, en las condiciones anteriormente reseñadas.

Bueno, la idea de los C parece que es hacer grupos más fuertes y consolidados con los ya existentes. En la frontera del conocimiento (aunque no especifica si es la frontera de aquí o la de allá). Obsérvese el énfasis en la identidad personal e intransferible del investigador principal. Son proyectos no para equipos, sino para Investigadores Principales y su séquito. Aquí está claro que dependes de tu Señor; si tienes la desgracia de que se te jubile antes de que complete cuatro proyectos, no eres nadie; no pasarás al grupo C, lástima de vasallo, si no oviere buen señor. Ojo que estamos hablando de proyectos que suelen durar cuatro años, y en un sistema establecido no hace tanto tiempo; es decir que cinco proyectos por cuatro igual a veinte años: catedrático a los cuarenta pongamos (optimista) más veinte años de proyectos, todos bajo control continuado... sesenta años. Estamos hablando de un grupito de gente reducidísimo. Mirad quienes son los quinqueproyectistas, y veréis quiénes buscan asegurarse llegar a la jubilación (y pasar a eméritos si pueden) bien aupaditos por sus militantes de base, y sin ningún acelerado que se les vaya a subir a las barbas... Incluso no costaría mucho ver quiénes en concreto han redactado o inspirado la convocatoria ésta, que apesta.

Y encima igual piensan que no se nota.

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Retropost (2006): Re-redactando la LOU

Re-redactando la LOU

Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa


Nos han colgado en la página web de la universidad un PDF comparando la redacción de la LOU anterior y posterior a la reforma. Sería interesantísimo escribir un largo post comparando las dos versiones, pero no me va a dar el cuerpo de sí.

Ya hay movidillas con la nueva ley; por ejemplo se iba a hacer una reconversión precipitada de profesorado no permantente a colaboradores (más estables) antes de que desapareciese esa figura, pero el Rector la ha aparcado en el último momento. Como que se iba a ver demasiado el plumero... La nueva ley también busca limitar más aún el "coladero" de profesores asociados. Y exige a las Universidades Privadas un 50% de Doctores, en vez de un 25%... o sea, que haya menos academias de formación profesional disfrazadas de universidades.

Es interesante la sustitución de las infaustas habilitaciones por acreditaciones (Art. 57). La madre del cordero es que las acreditaciones no son presenciales y sobre todo que no tienen número limitado de plazas (bueno, de pseudo-plazas).

Los cuerpos docentes de funcionarios quedan reducidos a dos: Profesores Titulares de Universidad y Catedráticos de Universidad, sin funciones diferentes (aparte de las de selección del propio cuerpo) excepto en que los catedráticos pueden aspirar a ser rectores. Y el sueldillo, claro; eso va implícito.

El caso es que al margen de estos dos cuerpos seguirá habiendo otros (y eso sin contar los cuerpos a extinguir..., ni los distintos cargos que ocupen, claro). Por el precio de dos, existen al menos estos cuerpos con funciones y capacidades diferenciadas:

- Catedráticos
- Profesores titulares acreditados para Catedrático
- Profesores titulares sin acreditar, pero con "plena capacidad docente e investigadora" (Art. 56) de verdad. Y además están los Doctores acreditados, no funcionarios, con más de ocho años de antigüedad, que pueden pedir la acreditación para Catedrático (Art. 60). (Vamos, que los doctores de la universidad privada se podrán presentar a catedráticos directamente). 
- Profesores titulares sin acreditar y sin "aptitud científica y docente" reconocida (medida actualmente en sexenios, mientras no se alteren los Reales Decretos de postgrado). Estos quizá no puedan ni dirigir tesis doctorales, es decir, en realidad no tienen la "plena capacidad docente e investigadora" que supuestamente les concede el Art. 56. Y en mi departamento, si no tienen un proyecto de investigación en curso, tampoco la tendrán por muchos sexenios que tengan. (Es la norma que nos han vendido nuestros catedráticos, y que yo he recurrido). Veremos lo que dura esta norma, y veremos lo que duran los actuales Reales Decretos de Grado y Postgrado...

De momento, con el sexenio y la acreditación, ya estamos lo bastante entretenidos como para no dar mucha guerra con la carrera docente. Peleando por zanahorias. Por cierto, que el sexenio se ha evaporado en esta ley como criterio (yo firmé un manifiesto contra el uso de los sexenios como criterio para dividir pseudo-cuerpos dentro de los cuerpos universitarios). Pero sigue actuando el sexenio como una titulación suplementaria en las prácticas internas de selección de la universidad, y a través de su presencia fantasmal en los Reales Decretos.

Hay otros cambios graciosos, como el referente al "pelo de investigación" del antiguo artículo 52 en este PDF. Menos mal que han cambiado la redacción (¡que por suerte no era la original de la LOU!).

Desaparece lo que decía la LOU de que el Rector decidirá sobre la situación administrativa y régimen disciplinario de los funcionarios. Más cosas... No me gusta nada el artículo 35 bis: que las Universidades deberán solicitar autorización a la Comunidad Autónoma para la implantación de sus enseñanzas. Me parece justificable hasta cierto punto en el caso de las públicas, aunque de hecho no: debería ser la Universidad el órgano de la Comunidad Autónoma encargado de determinar qué enseñanzas habrían de implantarse. Financiarse con fondos de la Comunidad... eso ya es otra cosa. En todo caso, en el caso de las Universidades privadas, no veo por qué han de pedir autorización para implantar tal o cual carrera, si lo hacen de acuerdo con las garantías establecidas por la ley y están revisados los estudios por el Consejo de Coordinación Universitaria. También sigue sin quedarme clara la diferencia entre estudios propios y estudios oficiales. Si un "estudio propio" se ajusta a las normativas oficiales de titulaciones, ¿podrá inscribirse en el catálogo de títulos oficiales aun cuando no sea financiado por la Comunidad Autónoma? Aquí no se ve por qué no.

Y en fin, que las cosas van a cambiar mucho. Pero para mí, más que nada, porque aparte de todo esto, a final de curso nos derriban el edificio donde tenemos los despachos y nos mandan durante tres o cinco años a ni se sabe dónde, a alguna sala común para cuarenta personas nos han dicho. ("¡Menuda catarsis!", decía ayer un colega cuando nos lo contaban en la reunión). Esto sí que va a ser un antes y un después. Se me van a quitar las ganas de pedir la acreditación, si es que las tenía.

La reforma de la reforma









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Retropost (2006) Más calidad-precio

Más calidad-precio

Publicado en Filología Inglesa. com. José Ángel García Landa

Precios de los estudios de Filología Inglesa en las distintas universidades españolas, cortesía de la Guía de Universidades de Consumer-Eroski. Van desde los 450 euros para el primer curso en las universidades de las Canarias, hasta los 9.333 euros por el primercurso en una (doble) titulación de Filología Inglesa y Turismo de la Universidad Antonio de Nebrija. Toma ya. Más les valdrá que aprendan veinte veces más que en Canarias, que si no... (Aunque me sospecho que la differentia specifica estará en salir ya colocado o no, o sea no tanto en el saber adquirido sino en el savoir faire).

Y hay muchísimos datos interesantes comparativos en la sección "Qué universidad es mejor en...?" - en presupuesto, en número de alumnos, proporción de doctores, tesis leídas, proyectos, etc. La mía, pues por en medio, o más hacia arriba en unas cosas que en otras. Así pues, una página muy interesante para los universitarios, y a la que llego vía Reflexiones e Irreflexiones.

Se acercan los Estudios Ingleses
 
 
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Retropost (2006): Los profesores sobramos en la Universidad


Los profesores sobramos en la Universidad

Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa

Es el nuevo discurso sobre la universidad, propiciado por las autoridades académicas y aliñado con salsa boloñesa. Los profesores estamos de más. Somos un problema, un obstáculo para la reforma necesaria de la universidad, en realidad una cosa del pasado. La universidad con profesores es un modelo en última instancia medieval, llevado al ridículo en la época de la universidad masificada de la segunda mitad del siglo XX. Ahora, con la privada, ya hay más competencia entre las universidades, el aula está más tenue, y los alumnos ya no son la peste que eran cuando yo estudiaba, antes son un bien preciado a adquirir y atraer, una fuente de ingresos, clientes. El profesor en cambio sólo produce gasto; aquí hace falta una reconversión industrial. Antes se creía que el profesor tenía una función: hoy se sabe que es inútil. La universidad debe ser más interesante, más participativa, con alumnos activos que se procuran a sí mismos el conocimiento. El énfasis, nos dicen, ya no está en la enseñanza, en realidad no hay que "enseñar": es prepotente, y antipedagógico eso de enseñar. Deben ser los alumnos los que se autoeduquen en una moderna universidad con medios interactivos a su alcance, en centros de autoaprendizaje. ¿Podría pensarse que el profesor, si bien sobra como docente, es necesario como evaluador? Pues no, tampoco; el profesor es la causa del fracaso escolar, primero por sus métodos repulsivos, y segundo por el planteamiento erróneo de toda la cuestión. No se trata de poner cortapisas al proceso de autoeducación, sino estimularlo y valorarlo en lo que tiene de positivo. Luego el mercado de trabajo se encargará del examen final. No es labor del profesor anticiparse al mercado: más bien debería cuidar de subir las tasas de éxito académico, y hacer que su empresa, la Universidad, presente un balance positivo. No es que haya que imponerle un porcentaje determinado de aprobados, por decreto; en realidad todo suspenso es malo, y el espíritu a inculcar es más bien un cambio espontáneo de actitud, una autocrítica, un sentir con los tiempos que lleve al docente a entrar en sintonía con la nueva manera de hacer las cosas, y facilite al alumno el éxito académico que todos deseamos, el alumno por supuesto, pero quizá aún más las autoridades que hacen estadísticas. En realidad, para ser sinceros, el profesor no es un profesor. Será un experto en su materia, si quieren, pero... ¿profesor? Ja. Para eso le haría falta mucha más pedagogía; en realidad sólo los expertos en pedagogía deberían llamarse propiamente profesores. Los demás, al ICE. Les hace falta rellenar unos cuantos impresos previos al curso (y posteriores también) con planificación, objetivos, diseño curricular—pronto estarán informatizados, y el ordenador no dejará pasar ciertas cosas. La clave está en diseñar, y luego dejar que todo funcione solo, que autoaprendan los estudiantes con las actividades y el trabajo en grupo. En grupo, sí, porque la calificación individual es una herencia del pasado. Es mucho mejor valorar a la clase en su conjunto, ya se sabe que el trabajo en equipo es formativo y potencia la sinergia. Mejor que evaluar a los alumnos, de hecho, el profesor debería someterse a una autocrítica, valorarse a sí mismo, autoevaluarse, hacer informes sobre la adecuación de su propio diseño curricular, en función del éxito académico de sus alumnos. Aún más adecuado es que los alumnos evalúen al profesor; esa sí es una evaluación pertinente y que hay que potenciar. Mejor si contribuye a moderar un poquito los sueldos, con complementos de docencia que pueden utilizarse también estadísticamente como indicadores de la modernización de nuestra universidad. ¿Que se obtienen muchos complementos? Modernos que somos. ¿Que no? Eso que nos ahorramos. Mal invertido en todo caso está el dinero que se dedique a preservar una figura medieval, decimonónica, desagradable, autoritaria. ¿Quién quiere oír una lección magistral? Yo desde luego, no. Lo mejor sería diseñar adecuadamente unos sistemas de autoaprendizaje, o importarlos de los americanos, que ya tienen todo esto hecho, y que todo funcionase luego por sí mismo, únicamente con personal de administración y servicios, técnicos para revisar los cuelgues del sistema, o todo lo más unos animadores culturales, unos psicólogos de grupo, que hiciesen las pocas clases, digo clases, reuniones de trabajo con los alumnos, amenas y provechosas para todos. Y titularlos a todos en el período de tiempo establecido. Después de todo, ¿qué mayor estafa puede haber, en una empresa-universidad, que cobrarle a un cliente por un servicio que no se le presta, un producto-diploma que no se le entrega? Deberían devolverle el dinero, en ese caso. La Ministra ya nos anuncia que las Universidades serán financiadas en función de sus resultados académicos (inmediatos, se entiende). Las que produzcan fracaso serán lentamente estranguladas. A buen entendedor. En realidad, los estudios universitarios no tienen por qué ser difíciles, está al alcance de cualquiera ser un médico, arquitecto o filólogo. Si no se le ponen obstáculos, claro; si se introducen las reformas adecuadas en la metodología docente, y si se logra que capten el mensaje los profesores, esos anticuados personajes de dura mollera que para desgracia de la universidad aún siguen siendo muy influyentes en ella. Arrebatar la universidad a los profesores, y luego, en la medida de lo posible, expulsarlos de ella: he ahí un objetivo loable para administradores, pedagogos, rectores y ministros.

Que estudien ellos




 

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Retropost (2006): Investigación en grupo (o tribu)

Investigación en grupo (o tribu)

Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa

Me quedo pasmado leyendo una resolución tomada este verano por el Consejo de Gobierno de la Universidad de Zaragoza, sobre el reconocimiento de grupos de investigación. Según los Estatutos de la Universidad, ésta "podrá reconocer grupos de investigación a petición de los interesados, de acuerdo con los criterios elaborados por la Comisión de Investigación y aprobados por el Consejo de Gobierno". Bien, pues estos órganos se despacharon bien pronto su tarea veraniega, porque el Consejo de Gobierno aprobó por unanimidad "reconocer como grupos de investigación de la Universidad de Zaragoza a los grupos de investigación reconocidos por el Gobierno de Aragón en los que participen miembros de la comunidad universitaria" (Acuerdo de 6 de julio de 2006. BOUZ 08-06).

Entiéndase bien: sólo se reconoce a éstos, los reconocidos por el Gobierno de Aragón, y a ninguno más.

Aquí está la lista de grupos resultante.

Bien, o sea que la Universidad de Zaragoza, centro crucial de la investigación en Aragón, no tiene criterios propios para determinar grupos de investigación, y se remite a los del gobierno. Vale, esto puede tener su lógica, reconocer a los que reconoce el gobierno que la financia, pero... ¿no tener criterio propio suplementario? ¿No es excesiva supeditación de la investigación universitaria a los criterios gubernamentales? ¿No existe un pequeño espacio en el que los fines investigadores de la Universidad se desligan de los del gobierno? Aunque sólo sea por eso de la autonomía universitaria. Bueno, pues no. Pero claro, podríamos pensar que se está evitando trabajo inútil, repetición, papeleo. Si los criterios del gobierno son buenos, y universitarios, y por qué no habrían de serlo, no es preciso que la Universidad repita el trabajo. Buena sintonía, etc. OK.

Peeeroo.... Resulta que a mí los criterios del gobierno no me parecen buenos. Será por mi experiencia personal quizá. En 2003 recibí esta respuesta cuando, ateniéndome a una convocatoria del Gobierno de Aragón para el reconocimiento de grupos de investigación (esos que ahora hace suyos la Universidad), solicité con otros profesores, siendo yo el investigador principal, el reconocimiento de un grupo "emergente" según la clasificación que hacían. (Traducción: emergente quiere decir que se dan por enterados de que existes, pero no te dan ninguna ayuda financiera). Se nos negó el reconocimiento, o sea, la existencia a coste cero para el gobierno, por criterios que no pueden calificarse sino como cerriles, ignorantes... y casi como una parodia malintencionada del momento político que vivimos en España. Cito literalmente el texto de la respuesta a la solicitud:

"Mediante Orden de 8 de Octubre de 2002, del Departamento de Educación y Ciencia, se convocaron las ayudas [JE!] destinadas a Unidades Operativas de Investigación de la Comunidad Autónoma de Aragón. En desarrollo de la citada Orden, la Comisión de evaluación de expertos, reunida en Zaragoza durante los días 14 y 15 de noviembre, realizó el primer reconocimiento tentativo.

A la vista de los resultados de dicha evaluación, y de conformidad con lo establecido en las bases de la convocatoria, le comunico lo siguiente:
Primero.- Denegar la adscripción de su grupo a la tipología EMERGENTE. De acuerdo con las mencionadas bases, la presente convocatoria está dirigida a unidades grupos de investigación de la Comunidad Autónoma de Aragón. En su caso, dos de los miembros propuestos pertenecen a la UNED y la U. de Navarra, respectivamente, y no pueden ser considerados como investigadores del grupo. Debido a ello su grupo no puede ser reconocido como emergente al no alcanzar el mínimo de 4 miembros establecido. En su caso, dos de los miembros propuestos son estudiantes de últimos cursos que no pueden ser considerados como investigadores

lo que pongo en su conocimiento a los efectos de comunicación de la resolución de la citada convocatoria, teniendo un plazo de 7 días para, en us caso, efectuar las alegaciones que estime oportunas.

Atentamente,
El Director General de Enseñanza Superior,
Manuel López Pérez
([Sello:] Gobierno de Aragón, Departamento de Educación y Ciencia, 17 MAR. 2003, SALIDA nº 49597)"

He de reconocer que no presenté alegaciones (con lo cual igual hasta se presupone que estoy de acuerdo con la resolución). Acababan de suspenderme una manipulada oposición de cátedras y estaba hasta las cejas escribiendo recursos y alegaciones a "eso" (—escritos que quedaron todos sin respuesta por parte del rector Pétriz: silencio administrativo, que todo lo cura; buena solución a alegaciones, recursos, y denuncias).

El criterio, es, como digo, cerril y tribal. No se reconoce a un equipo de investigación como tal porque de los cinco investigadores dos son de centros de otras comunidades autónomas. Suponiendo que la UNED sea de otra comunidad, claro, detalle en el que sin duda no cayó el Director pero que tiene su chiste. En cuanto a lo de "estudiantes"... por supuesto los investigadores a que se alude eran licenciados y profesores de Universidad. No funcionarios, es cierto, y estaban a punto de leer la tesis doctoral, cosa que pronto hicieron con la máxima calificación—pero naturalmente tenían sus publicaciones y su línea de investigación, y por otra parte la convocatoria no decía nada de eso. Lo de "estudiantes de últimos cursos" es sencillamente una falsedad. Simplemente, quien hiciese este informe pasó a presuponer que sólo los Doctores tienen suficiencia investigadora, cosa que es falsa no sólo en términos reales sino también en el mundo especial de los términos administrativos.

Aquí hay una convocatoria más reciente en la que se aprecia la misma nebulosidad en cuanto al origen/adscripción territorial de los investigadores aceptables como tales: nos dice que "Son beneficiarios de esta convocatoria todos los investigadores que realicen su labor en los centros de investigación radicados en la Comunidad Autónoma de Aragón, adecuadamente agrupados".

O sea, que hay que agruparse con ARAGONESES. Un críterio político-autonómico-cerruzo donde los haya, un criterio de cachirulo a rosca y hago un corralillo. Comprensible, quizá, en el horizonte de unos políticos locales que tienen que venderse a sí mismos como aragoneses y promotores de lo aragonés por encima de todo lo demás. Pero esa idea de LOCALidad está reñida de entrada con la idea de UNIVERSidad. Y sin embargo la "Universidad" hace suyos estos criterios que supeditan a la política local la libertad política y administrativa necesaria para la investigación de calidad. De calidad real, no de calidad certificada por los políticos y sus chupatintas. Pero si los investigadores les dicen a los políticos y los chupatintas que les pongan ellos el criterio, porque los propios investigadores no lo tienen... apaga y vámonos.

Team workPor otra parte, se viene dando a los grupos de investigación una importancia desmedida. Con esto me refiero a la investigación en lo que ahora se llama "Arte y Humanidades"; entiendo que los investigadores de otras áreas sí aceptan la lógica de la investigación en grupo. Y, por supuesto, se puede investigar en grupo en Arte y Humanidades, pero también se puede investigar individualmente, y de hecho es lo que se hace. En muchos casos, la investigación en estos "grupos" no es sino la suma de las líneas de investigación desarrolladas individualmente por sus miembros, y el grupo se constituye mayormente con vistas a facilitar administrativamente la adqusición de recursos y ayudas oficiales que no se ofrecerían a los miembros por separado. Creo que esto es bastante obvio y no resulta sorprendente para nadie que conozca la manera de trabajar en Arte y Humanidades. Una manera que sin embargo se va transformando (no siempre positivamente) bajo la presión de la lógica competitiva de los grupos.

El grupo no aporta sólo recursos. También aporta una dinámica de grupo, y ésta no siempre es totalmente beneficiosa. Sí tiene aspectos beneficiosos que no voy a negar ni tampoco entrar a discutir (la unión hace la fuerza, suplir deficiencias individuales, espíritu de colaboración, criterios objetivables, aprender de los demás, emulación, espíritu de equipo, etc etc.). En cuanto a las negativas, los grupos de investigación tienden a resucitar la vieja lógica de las cátedras feudales de antaño. No siempre se constituyen los grupos en un mundo angélico de lógica investigadora y coincidencia de objetivos. En su constitución entran elementos de personalidad y de conflictividad laboral; los grupos se constituyen así pues para potenciar la carrera de unas personas (las del grupo) por encima de otras (las que no pertencen al grupo). Un grupo se convierte en un departamento en un partido político, con las consabidas lealtades incondicionales, liderazgos sacrosantos, fotos en las que no sale el que se mueve, y en suma, renuncia o seria moderación de la independencia y espíritu crítico que tan de desear son en la investigación en humanidades. Y este aspecto pernicioso del funcionamiento del grupo se extiende, por supuesto, a todo el entorno que rodea al grupo, una vez se acepta que la única manera de hacer carrera y obtener reconocimiento, recursos, etc., es a través de un grupo (o sea, con la bendición y protección de un Jefe).

Encuentro cuestionables, pues, muchos aspectos de los grupos de investigación tal y como veo que funcionan de hecho (insisto y repito: estoy hablando de mi experiencia en las Humanidades). Pero más cuestionable encuentro aún que la propia institución universitaria contradiga sus propios principios al convertir en un fin o un requisito imprescindible lo que sólo es un medio: el trabajo en grupo.

Según los Estatutos de nuestra Universidad, "La Universidad desarrollará la investigación a través de su profesorado y de grupos de investigación reconocidos; ésta se llevará a cabo principalmente en departamentos e institutos universitarios de investigación" (Art. 118). OK, muy bien, también muy bien que se fomente la formación de grupos y redes en las que participen los investigadores (119.1). Se especifica que los grupos trabajan coordinados en líneas de investigación concretas y desarrollan una actividad investigadora de calidad contrastada, y también que los responsables (no todos los investigadores, señor López Pérez) habrán de tener el grado de Doctor. (Art. 119). Luego dicen los Estatutos eso de que establecerán criterios (jeje) para el reconocimiento de grupos (Art. 119.3), y a continuación lo que sigue:

"4. La adjudicación por la Universidad de recursos para investigación irá ligada al reconocimiento de los grupos, sin menoscabo a la libre investigación individual. La pertenencia a grupos no podrá ser requisito absoluto o excluyente de adjudicación de recursos para la investigación o de becas, salvo que se establezca en la correspondiente convocatoria nacional o internacional" (Art. 119.2)

Si leo bien, esto quiere decir que en las convocatorias propias de la Universidad de Zaragoza es ANTIESTATUTARIO el establecer como criterio excluyente la pertenencia a grupos de investigación. No es que esta Universidad destine mucho dinero a programas de investigación, pero eso sí, sus convocatorias propias vulneran sistemáticamente los estatutos en este punto, al ser la pertenencia a grupos requisito previo y no haber programas de apoyo a los proyectos de investigación individuales. Pero esto al parecer no llama la atención a nadie.

En mi departamento (Filología Inglesa y Alemana) la lógica de los grupos de investigación se ha extendido a la implantación de nuevas enseñanzas. Los grupos financiados se apoderan de las enseñanzas de postgrado y utilizan el criterio de pertenencia a un grupo para excluir a quienes no forman parte de él, pretendiendo convertir la pertenencia a un grupo en criterio determinante para que un profesor pueda ejercer docencia en segundo ciclo o dirigir tesis doctorales. Lo cual me parece no sólo antiestatutario, sino contrario a la lógica misma de la Universidad y el significado mismo de la titulación de Doctor. Con todos los equipos votando prietas las filas, naturalmente.

La pertenencia a un equipo con un proyecto financiado en curso viene considerándose meritoria en sí misma, independientemente de los resultados del proyecto (que están por venir); ahora quiere convertirse la integración en un equipo en requisito excluyente para la acreditación, algo que ofende a la sequentia temporum. ¿Quousque tandem? Ni se sabe. Hasta ahora, esta lógica ilógica no ha hecho sino ir a más. Cabe esperar, pues, que siga, y siga. Así pues, quien no tenga equipo, o Protector, o grupo de ayuda mutua, que se lo busque rápido. Y que sean todos de la tribu, "adecuadamente agrupados".

(Envío esta nota al Rincón de Opinión de la Universidad de Zaragoza).

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Ránkings

Ránkings

(Sept. 2016)

Han salido otra vez los ránkings internacionales de las mejores universidades, esos donde nunca figura ninguna universidad española. Estos son los que aparecen en el Guardian; el general, donde destaca el MIT, y el específico de lengua y literatura inglesa, donde tenemos a Oxford. Hasta donde llego yo es a constatar que en los dos sitios tienen puesto un enlace a mi bibliografía desde hace años.

Brown, donde hice mi último año de estudiante, sí que figura en los dos ránkings en primera página. 

Luego busco a la Universidad de Zaragoza a ver dónde está. Pero desde luego no parece que vayamos a mejor en estos ránkings; estamos en época de decaer más bien, me parece, por mucho que logre destacar alguna pequeña especialidad que otra sobre el conjunto. Tampoco yo contribuyo quizá mucho a que destaque la institución; aunque estoy extraordinariamente bien posicionado en sitios como la SSRN o Academia, el posicionamiento en estos sitios tampoco es que cuente para nada en estos ránkings (quizá deberían empezar a tenerlo en cuenta).

Una cosa sí hay que tener en cuenta. El panorama de las universidades europeas en general también está a la baja. Es difícil llegar a figurar en estos ránkings, y mantenerse en ellos tampoco se hace quedándose sentado.


A ver... según el artículo de El Mundo, la universidad de Zaragoza aún ha subido, desde el puesto 500 hasta el 490. Y nuestra universidad también da la noticia, en principio como buena. ¿Supongo que menos da una piedra?


El ránking universitario de este año (2012)

Retropost (2006): La reforma de la reforma

La reforma de la reforma

Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa


Nos pasaron hace unos días los representantes de la coordinadora nacional en favor de un grado de Estudios Ingleses el siguiente
 

RESUMEN DE LA REUNIÓN CON EL DIRECTOR GENERAL DE UNIVERSIDADES EN MADRID, 31 DE JULIO DE 2006,

que pego aquí en tinta roja y comento cuando proceda en tinta negra.

La reforma de la LOU que el MEC pretende llevar a cabo afecta primordialmente a los artículos 34 y 35, y se puede resumir en los puntos siguientes:

1. Creación de un registro de universidades y títulos.

1.1. Desaparece el catálogo de títulos, y en su lugar se crea un registro de universidades y títulos.  

La diferencia es que el catálogo se impone a las universidades, mientras que el registro simplemente anota lo que ellas implantan. Claro que se mantiene el catálogo detrás del catálogo, para los títulos realmente oficiales.

1.2. Se establecerán directrices para grandes ramas del saber (Humanidades, CC. Sociales, CC. Jurídicas, de la Salud, entre otras -probablemente, no más de ocho-). Por ejemplo, se podrá implantar un título que lleve por nombre Grado en Humanidades: mas lo que sea: Estudios Ingleses, Inglés y nuevas tecnologías, Literaturas comparadas, Literatura anglo-sajona,...etc. El límite lo ponen las propias universidades y las CC. Autónomas. Es decir, el dinero.

Grandes ramas del saber, hasta ahora macroáreas de conocimiento, que adquieren ahora mayor sustancia a la hora de estructurar los tipos de títulos. Obsérvese que, si no leo mal, no habrá un "Grado en Estudios Ingleses" (etc.) como se venía pidiendo, sino un "Grado en Humanidades: Estudios Ingleses2. Que no es exactamente lo mismo. Sí se suprimen así las discriminaciones introducidas entre distintas áreas de las Humanidades: que se previese un título en Filología Vasca, por ejemplo, pero no inglesa. (Politicos—politiquillos... qué peste). Quedará por ver si no se ha pegado con esto el gran tijeretazo a las Humanidades, en plan no querías café, pues taza y media, un solo grado de humanidades. Aunque esta era una solucion que defendían no pocos dentro de las Humanidades. Cuando el río va a misa, agua lleva.

2. Diseño de los nuevos grados.

2.1 Los nuevos títulos serán oficiales y tendrán validez en todo el Estado Español.

Sí, oficiales, pero unos más que otros, como se verá. Y ¿no debería decirse que tendrán validez en toda la Unión Europea? ¿No era esa la idea primordial de la Reforma Boloñesa? Será un lapsus calamitas. Menos mal que por lo menos no dice en la Nación Española, que esa ya ni sabemos dónde empieza y dónde acaba.

Cada cuatro años, el MEC evaluará los nuevos títulos (se habrán de cumplir ocho o nueve criterios)

Sólo se apunta más adelante el criterio de que tengan alumnos. Aunque se ha hablado también de mantener estudios de "interés cultural" (y siempre se piensa en este caso en las Filologías Clásicas, pero otros habrá).

diseñados e implantados en las universidades, a quienes, además de concedérseles completa libertad y autonomía, también se les atribuye plena responsabilidad, y se confía en su “sentido común” en lo que respecta al diseño de las nuevas titulaciones, a la asignación del profesorado para la impartición de las mismas, al uso de los recursos propios, etc.

Parece ahondarse así en la autonomía universitaria. Que eso sea compatible con Bolonia, se verá. También puede resultar ser muy compatible con los criterios ad hoc y con el sentido común localmente entendido.

2.2 Los títulos de grado tendrán 240 créditos.

Oséase que volvemos a la reforma de los primeros 90 anterior a la reforma de los últimos 90, títulos de cuatro años, pero ahora con un aligeramiento de créditos, no manteniendo el creditaje de los cinco años comprimido en cuatro, como había sucedido al menos en nuestro título de Filología Inglesa.

Habrá dos tipos de grados:

(A) Profesionales (con reserva legal para el ejercicio de una profesión, i.e. maestro, ingeniero, médico, farmacia, enfermería, etc; esta reserva legal obedece a los criterios de la U.E., por un lado (Medicina, Arquitectura, etc.), y a la decisión del gobierno español de regular otras profesiones más, como la de maestro o profesor de educación secundaria).
(B) No profesionales (sin reserva legal para el ejercicio de una profesión, como es el caso de Filología Inglesa). 

 The mother of the lamb. Se reproduce y ahonda así la diferencia tradicional que venía existiendo entre estudios oficiales y estudios propios de las universidades. Eso sí, ahora se llaman todos oficiales. Pero unos conducen a capacitación profesional y otros no. ¿Alguien adivina cuáles van a ser los más demandados, con limitación de plazas, con exigencia de notas altas para entrar, etc.? ¿Y cuáles se van a devaluar al introducirse un título específico que capacita para la enseñanza en secundaria, mientras que las titulaciones de humanidades no lo hacen?

2.3. El Ministerio dictará dos tipos de directrices: (a) genéricas para los grados profesionales con reserva legal para el ejercicio de la profesión; y (b) generales para grandes campos del saber, como es el caso de Humanidades. En estas directrices se establecerán las materias (no asignaturas) que deberán conocer los estudiantes.

Me gustaría saber qué materias van a establecerse como necesarias para todas las titulaciones de humanidades. Actualmente no hay ninguna, y me extrañaría que se fuese en esa dirección. Debe ser algo mal pensado todavía, o mal entendido por los informadores.

2.4 El MEC dictará tres tipos de criterios: (a) criterios para la aprobación de los grados, (b) criterios para la implantación de los grados, y (c) criterios para la evaluación de los grados. El registro es, por lo tanto, condicional; puede suprimirse un título si no supera la evaluación o si se queda sin alumnos, pero esto último dependerá de la Comunidad Autónoma.

Perpetuum mobile de informes, acreditaciones, evaluaciones... ya lo veo venir. Como los másteres, que los tienen que proponer cada año. Ventajas debe tener cuando tantos expertos lo aconsejan, pero también lleva a regimentaciones, cuadriculaciones metodológicas, e incertidumbres sobre la estabilidad del propio trabajo y de la propia disciplina de estudio que no son en absoluto favorables a lo que se ha venido entendiendo como universidad hasta ahora.

3. Estructura del Grado.

Los nuevos grados comprenderán 4 cursos, a razón de 60 créditos por curso (30 créditos por semestre). El MEC contempla tres componentes: 1. materias (aparecerán en las Directrices), 2. asignaturas (vinculadas a las competencias, y 3. competencias (“saber hacer”). Estas dos últimas han de estar íntimamente ligadas, puesto que no se puede exigir lo que no se da. La Tabla 1 resume la estructura de los nuevos grados.

Se supone que aparecerán, como venía siendo habitual, las "troncales", o sea, las materias que ha de incluir el grado en cualquier universidad en que se imparta. Pero aquí aparece una contradicción con lo dicho antes. ¿No quedábamos en que habría un solo Grado de Humanidades? Con la dificultad que señalaba yo de definir "troncales" para semejante grado. Si las directrices establecen materias, ya tenemos el supuestamente abandonado Catálogo otra vez. Por cierto, que nadie nos ha aclarado aún qué ha pasado con el trabajo de todas aquellas Anecas, Libros Blancos, Subcomisiones y Recomisiones que sacaron una serie de "fichas" para los grados. ¿No se pretenderá volver a resucitarlas en estas Directrices de no se sabe qué grados? A mí no me casa una cosa con la otra.


Tabla 1: Estructura del Grado.

Estructura del Grado 240 créditos
Primer curso Materias generales y transversales (60 créditos)
Segundo curso Materias específicas (60 créditos)
Tercer curso Materias específicas (60 créditos)
Cuarto curso Materias específicas (60 créditos)

3.1 Primer curso (60 créditos): Las materias que se incluyan en el grado se deberán traducir en una serie de asignaturas, en las que se abordarán competencias generales y transversales. En la Tabla 2 se ilustra de modo gráfico el diseño del primer curso.

Tabla 2: Diseño del primer curso.

Competencia 1 Competencia 2 Competencia X
Asignatura 1
Asignatura 2 • •
Materias Asignatura 3 •
60 créditos Asignatura X • • •

Sobre el tema este de la invasión del lenguaje de las "competencias" frente al conocimiento no conviene perder de vista el demoledor análisis que hacía José Luis Pardo en este artículo.

El objetivo de este diseño de carácter general es facilitar el cambio de titulación a los alumnos que así lo deseen o estimen oportuno cuando hayan cursado estos primeros 60 créditos.

Los representantes del Comité Interdepartamental que asistieron a la reunión advirtieron al Sr. Vidal del peligro que este diseño excesivamente general podría entrañar, pudiéndose dar el caso, como en la actualidad ocurre en algunos planes de estudio de Filología Inglesa, que en el primer curso tan sólo se cursen dos asignaturas de la especialidad o de que los alumnos de primero tengan la sensación de estar repitiendo el segundo curso de Bachillerato. Con el fin de salvaguardar los intereses y formación académica de los futuros especialistas de Filología Inglesa o de cualquier otra especialidad, se sugirió que el MEC recomendara unos porcentajes, aunque fuesen mínimos, a saber, 60% para las asignaturas de la especialidad que los alumnos deseen cursar, y 40% para las asignaturas que permitan a los alumnos cambiarse de titulación dentro de un gran campo del saber, como Humanidades, después de haber cursado el primer curso (60 créditos).

Lo que yo no entiendo es cómo va a haber un 40% de asignaturas comunes a todas las titulaciones de "un gran campo del saber, como Humanidades." ¿40% de ... lengua española, latín e Historia? Aquí hay algo que alguien no tiene bien pensado, o bien entendido. Porque, insistamos, tal como se supone que está la cosa ahora, hay UNA directriz general para Humanidades, no una para inglés, otra para Historia, otra para Arte, etc. etc.


3.2 Segundo curso (60 créditos): Materias y asignaturas específicas. Su selección dependerá de cada universidad.

3.3 Cuando los alumnos hayan cursado 120 créditos, se emitirá un Certificado de Estudios Universitarios Iniciales (que no es un título ni una diplomatura), cuya función es dar a conocer al empleador los estudios que han cursado y los conocimientos y competencias que han adquirido. Uno de los objetivos de este certificado es que los alumnos que se vean obligados a abandonar temporalmente o definitivamente los estudios puedan acreditar alguna formación, aunque ésta sea mínima, y que puedan entrar y salir de la Universidad con facilidad.

Se entiende que el mero expediente académico no acredita nada, pues, aunque especifique los créditos cursados.

3.4 Tercer curso (60 créditos): Materias y asignaturas específicas. Su selección dependerá de cada universidad.

3.5 Cuarto curso (60 créditos): Materias y asignaturas específicas. Su selección dependerá de cada universidad.

3.6 En este segundo bloque de 120 créditos se habrán de incluir obligatoriamente varios tipos de actividades docentes, profesionales y/o de investigación: (a) prácticas, (b) estudios en el extranjero (para lo que se va a intentar arbitrar un sistema de financiación adecuado), y/o (c) trabajos de investigación.

3.7 Los cuatro años del grado han de ser coherentes. Por ejemplo, en un plan de estudios de un grado en Estudios Ingleses puro, prácticamente todas las asignaturas deberían ser de este campo, excepto en el primer año, en el que se introducirían otras materias y asignaturas de Humanidades.

Bueno, pero también se quieren fomentar los títulos mixtos, Inglés e Informática, o Derecho y Equitación, pongamos... (ver punto 4). ¿Alors? Por otra parte, enseguida se nos dice que los "campos" aludidos (y no puedo entender por tales sino las áreas de conocimiento) se suprimen. ¿Cómo se van a presuponer, entonces?

3.8 No se establecerán por directrices generales las pasarelas de una titulación a otra, pero pueden establecerlas las universidades.

4. Naturaleza y contenidos de los grados. Se abre la posibilidad de plantear el diseño de títulos puros y/o mixtos, y su implantación dependerá de los recursos de cada universidad y de la financiación que se reciba del organismo competente en cada Comunidad Autónoma. Muy importante:

4.1. Convalidación a nivel nacional e internacional: No se atenderá al ‘etiquetaje’ de lo cursado, sino a la acumulación (al número) de créditos cursados.

¿Número de créditos de qué tipo? Porque dicho así esto es absurdo. No van a convalidar créditos de Matemáticas por créditos de Enfermería, digo yo. Así que algún "etiquetaje" habrá, aunque no se considere el título de la asignatura (¿ni de la materia?) y se suprima el área de conocimiento. (Buf). ¿Equivalente todo lo de la misma "gran rama del saber", en este caso Humanidades? Perdón, pero ni eso me creo.

4.2 Habrá grados de maestro para música, educación infantil y primaria. Y quienes, habiendo cursado Filología Inglesa u otra especialidad, deseen presentarse a Magisterio, basta con que hagan el máster en formación del profesorado (que, dicho sea de paso, insistió el Director G.U., no figura por ninguna parte que lo tengan/vayan a dar los de Educación; ni siquiera figuran áreas de conocimiento). Será un máster ‘genérico’ atendiendo, en función de los medios, a lo específico.

Bueno, áreas de conocimiento malamente pueden figurar si se supone que las suprimen. (Un absurdo, repito). ¿O sea que el Máster de Educación no lo van a dar las Facultades de Educación? Pues ya lo que me faltaba por oír. Habrá que ver qué sucede si es nuestra Facultad de Filosofía y Letras, por ejemplo, quien se autopropone para implantar este Máster. ¿Y por qué Música es tan distinta a las demás materias? No lo entiendo, pero hay tantas cosas que no entiendo en esta reforma...

5. Financiación de los grados. La financiación dependerá del resultado de la negociación entre la Universidad y su Comunidad Autónoma.

Pues Universidad de la Formación Profesional habemus. Por capítulos, claro, y por lenta estrangulación de las Humanidades no estrictamente aragonesas, o riojanas, o lo que sea. En humanidades, Arte, Historia y Cultura de la Nación de Turno para arriba, lo demás para abajo; pronto habrá que llamarla la Localidad, en lugar de la Universidad.

6. POPS y títulos de máster oficial.

6.1 Los títulos máster, que podrán ser de carácter oficial o propio, serán considerados como un mérito adicional en el currículum del estudiante. En palabras del Sr. Vidal, ‘serán un mérito, pero no un requisito’.

¿O sea que no se va a exigir el título de Máster para ninguna profesión? Anda ya. Para empezar, ya están hablando del Máster de Profesor de Enseñanza Secundaria, como máster profesional reglado. Así que aquí alguien no ha entendido lo que se está diciendo. Tampoco se aclara, por supuesto, cuál será la diferencia en el caso de los másteres entre los oficiales y los propios (si la hay a efectos académicos y no meramente monetarios).

6.2 Doctorado. Los alumnos que deseen completar su formación académica con la investigación conducente a la confección de una tesis doctoral tendrán dos opciones: (a) haber cursado 60 créditos en algún curso diseñado por el propio departamento (no necesariamente máster) o (b) completar dichos créditos cursando parcialmente un máster oficial o varios (p.ej. 15 crs. en uno, 25 en otro, etc., dentro o fuera del departamento; en casa o en el extranjero).

Otra vez, ¿60 créditos de lo que sea? Porque si no hay áreas de conocimiento... Esto es un absurdo total. Supongo que la idea es que cada departamento ponga sus propios requisitos, pero semejante desregulación no tiene ni sentido ni futuro.

6.3 Habrá un Máster oficial en formación del profesorado de enseñanza secundaria que capacitará a los alumnos para ejercer su profesión docente. Dentro de este máster se incluirán materias y asignaturas de didáctica específica de la disciplina. El Director G.U., asegura que no consta en ninguna norma jurídica que lo tenga que impartir la Facultad de Educación; ni siquiera figuran áreas de conocimiento. Será un máster “genérico” atendiendo, en función de los medios a lo específico. Se le puso de relieve que existe un amplio descontento entre el profesorado de las facultades humanísticas y, en menor medida, de las de ciencias, con la actual propuesta de dicho máster, pero el Director General aseguró que no compartía las razones de ese descontento.

Habrá que ver si se requiere para las distintas especialidades de este Máster, si las hay, haber cursado Grados especializados o no, o si va a ser la continuación natural del Grado de Maestro. Todo esto parece estar totalmente en el aire.

7. Desaparecen las áreas de conocimiento.

La desaparición de las áreas de conocimiento, que sólo persistirán en las pruebas de habilitación y acreditación del profesorado, entraña importantes ventajas y desventajas para cualquier especialidad. El Sr. Vidal apeló al sentido común de las universidades, y a la evaluación final a la que todas ellas serán sometidas para velar por la calidad de los títulos y adecuación del profesorado propuesto para impartir las asignaturas.

No me creo nada. ¿O sea que las universidades no van a dotar plazas de determinada área de conocimiento, se entiende, sino sólo para impartir tal o cual materia? ¿O los departamentos no van a aglutinar una o más áreas de conocimiento? Esto de la supresión de las áreas de conocimiento ya lo oí hace tiempo, pero me hacen aún los oídos chiribitas cada vez que lo vuelvo a oír. Y es que no estamos, al parecer, a salvo de un iluminado tras otro que con una idea brillante nos viene a reformar la estructura completa del conocimiento de un plumazo. En fin, paciencia y barajar...


8. Calendario.

Noviembre 2006: directrices para las familias de campos del saber.
Diciembre 2006: directrices para las atribuciones de profesiones regladas.
Primavera 2007: Elaboración de los nuevos planes de estudio.

Panta reï. Comisiones habrá que se reúnan. Yo desde luego estaré en las menos posibles.

La Academia de Proyectistas



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Etiquetas: Universidad, Reforma, Titulaciones, Humanidades

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viernes, 29 de julio de 2016

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Esto es nuevo, entre mis pequeños récords de posicionamiento:


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No está mal teniendo en cuenta que de mi institución se han dado de alta en ResearchGate 3099 miembros.

También obtengo esta semana otros buenos posicionamientos que suelo mantener: el más leído en Lingüística, en mi departamento, en Filosofía, o en Literatura.