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Retropost (2006): Si la ley no lo prohíbe explícitamente... estamos cubiertos


Si la ley no lo prohíbe explícitamente... estamos cubiertos

Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa

El Consejo de Gobierno de la Universidad de Zaragoza ha aprobado el nuevo Doctorado en Estudios Ingleses. Pero no es cosa para celebrar, al menos no del todo, porque ese programa instituye criterios abusivos, que han sido objeto de recurso.  El Vicerrector de Ordenación Académica nos aseguró a los recurrentes que se investigaría con mucho cuidado la legalidad del procedimiento, que se respondería al recurso, y que se hablaría de este asunto en Consejo de Gobierno. Si se trató, mucha huella no ha dejado. Y en cuanto al recurso, aún estamos a la espera de una respuesta.

Entretanto, mal me parece que primero la Comisión de Estudios de Postgrado, y luego el Consejo de Gobierno, den su visto bueno a estos criterios sin contar con la garantía legal de que en efecto pueden hacerlo sin incurrir en prevaricación. De esta manera los órganos encargados de velar por la corrección administrativa de los procedimientos se van quitando responsabilidades o enfrentamientos desagradables de encima, que van recaer sobre las espaldas de los profesores afectados por los abusos. Malo será tener que deshacer una decisión del Consejo de Gobierno, llegado el caso. Aunque seguramente se optará por corregir las erratas legales por lo bajini, y sin que trascienda mucho, con lo cual lo mal hecho ya está mal hecho: o sea, que no sólo nuestro Consejo de Departamento, sino la Comisión de Postgrado y el Consejo de Gobierno, habrán aprobado un programa de postgrado con criterios ilegales, y ello a pesar de habérseles hecho notar por adelantado esta circunstancia. Menudo papelón: para cubrirse de gloria. (¿O estará de verdad el pleno de nuestra universidad por la labor de reservar los postgrados a los miembros de equipos de investigación financiados?).

Se demuestra además con esto que si alguien mete la pala del cristiano de entrada, ya lleva mucho terreno ganado por delante, pues ante la duda no se debate académicamente la cuestión, sino que estos cuerpos colegiados se inhiben de opinar hasta la resolución del recurso; de momento se deja hacer, se desconecta el debate, y se buscan garantías jurídicas de que la Universidad no esté actuando ilegalmente.

Espero que aunque sea por ese triste procedimiento de remitir la decisión al Gabinete Jurídico,  la Universidad vaya bien aconsejada y opte por introducir correcciones en el programa ya aprobado. Atención, Gabinete Jurídico: este asunto va a ir a un contencioso administrativo si no se modifica; así que será mejor que esté todo atado y bien atado. Que sea legal—o sea, que sea un abuso cuya ilegalidad sea difícil de demostrar ante un tribunal.  Con sus vistos buenos, a eso están contribuyendo la Comisión de Postgrado y el Consejo de Gobierno. Por eso están viciadas estas decisiones que dan el visto bueno sin entrar a valorar el tema sometido a recurso: su aprobación de entrada puede ser utilizada luego como un criterio para apoyar la legalidad del procedimiento recurrido, ante un tribunal que procure ser respetuoso y puntilloso con los criterios internos usados por la universidad: y así, pescadilla que se muerde la cola, acaba saliendo adelante la decisión tomada por el corrillo más influyente, y no la más ajustada a derecho.

Pues si esto sale adelante, ya saben, señores profesores: impartir docencia en segundo ciclo o dirigir tesis doctorales, en las universidades públicas, puede impedírseles a los profesores que no tengan en curso un proyecto de investigación financiado por otros organismos.  Habrá que cambiar la redacción de la LOU y, para ajustarla más a la verdad, escribir ahí que "los Profesores Titulares y Catedráticos tendrán plena capacidad docente e investigadora si disponen de financiación adicional". (Con el añadido de que los proyectos del Ministerio están reservados, de modo ya totalmente explícito y descarado, a los "usuarios habituales"). Así iremos construyendo la Universidad que nos disgusta a unos, y les gusta a otros, pasito a pasito.
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PS: Opinión enviada el lunes al Rincón de Opinión de la Universidad de Zaragoza: 

 Y ahora, el Consejo de Gobierno.

El Consejo de Gobierno considera que puede ser exigible la pertenencia a grupos de investigación financiados para poder dirigir tesis doctorales en los nuevos postgrados.

Al menos, eso es lo que se desprende de la aprobación que ha dado el Consejo de Gobierno, tras la Comisión de Estudios de Postgrado, al nuevo Doctorado en Estudios Ingleses, contra cuyos criterios de ordenación docente (exigiendo dos sexenios de investigación y la pertenencia a un proyecto financiado para poder dirigir tesis) se había interpuesto recurso.

El recurso está aún por resolver. Entretanto, la Comisión de Estudios de Postgrado y el Consejo de Gobierno han hecho suyos los criterios abusivos de este programa de postgrado, dándole el visto bueno y certificando que a su juicio sí cumple los requisitos exigidos por la Universidad (entrando así en contradicción con la normativa aprobada por el propio Consejo de Gobierno para dirección de Tesis Doctorales).

Quizá sea la manera habitual de proceder ante un asunto sometido a recurso: cerrar filas con el órgano universitario responsable de la decisión recurrida, y darle el visto bueno sin entrar a valorar la cuestión. Y que decida el Gabinete Jurídico. Pero se podría pensar que entre tantos Doctores que tiene esta Iglesia, alguno podría considerarse capacitado para opinar sobre la cuestión. Siquiera sea para rebatir la argumentación presentada por los recurrentes.

Si el Gabinete Jurídico decidiera a favor del recurso presentado, el resultado habrá sido que Comisión de Estudios de Postgrado y Consejo de Gobierno habrán aprobado un programa que no cumple los criterios. Y sin siquiera mirárselo ni discutir el asunto, pese a conocerlo.

Y si sale adelante el programa tal cual, haciendo exigible la participación en proyectos de investigación financiados... ¿no será en parte porque pasa el "filtro" automático de tantos órganos, sin que ninguno entre a opinar sobre la cuestión?

En cualquier caso, una actuación brillante. Y típica, me temo.

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PS, años después. En efecto el asunto fue a contencioso administrativo. La Universidad eligió defender la actuación ilegal del Departamento, en lugar de corregirla, y el caso lo perdió espectacularmente, con grandes daños para la moral y coherencia del departamento. Cuando todo se podía haber hecho bien desde el principio, y si no, podía haberlo corregido quien debía, cuando debía.

¿Puede una subvención validar el título de Doctor?
 
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Retropost (2006): The Questioner Who Sits So Sly



The Questioner who sits so sly

Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa

O, sobre las mutuas evaluaciones de profesores y estudiantes en la Universidad....

Bueno, la semana pasada me llegaron las últimas evaluaciones del viejo sistema, basadas en las encuestas que realizaron los alumnos del curso anterior. Las despido sin gran dolor de corazón, porque siempre me han parecido mal diseñadas. De entre las cuestiones que tenían que valorar los alumnos del uno al cinco, a veces el cinco era "positivo" (muy bien) y en otras preguntas era "negativo" (muy mal), lo cual desorientaba bastante, y hacía imposible hacer una valoración global. En esas encuestas, mis resultados se han movido siempre en la mediocridad; obtenía buenas puntuaciones en cuestiones periféricas como si soy puntual, si atiendo bien en las tutorías, etc., pero en la cuestión más crucial, la eficacia y claridad de mis explicaciones…. flojo. Siempre allí la nota más baja.

Y lo mismo ha pasado con las encuestas del nuevo sistema que estrenamos este año, el sistema online, completamente automatizado para el año en curso (lo cual es de agradecer). Como digo, sigo sacando resultados mediocres en cuanto a claridad y eficacia en la transmisión de las ideas. Sí se me puntúa bien en otras cosas: por ejemplo, mi única nota unánime máxima es que soy "educado y respetuoso con los alumnos"; también tengo excelente dominio de la materia, explico bien los objetivos y criterios de la asignatura, soy bastante receptivo y dialogante (sin éxito, como se verá), soy puntual y cumplidor con las clases…

A ver, resumiendo la estructura de la nueva encuesta, está dividida en tres partes: sobre la labor del profesor, sobre la propia labor del estudiante, y un apartado de opiniones o sugerencias. Esta última parte es para redactar; en las dos primeras partes se marca de uno a cinco una serie de 25 preguntas, agrupadas en estos bloques temáticos:

a) Sobre la información facilitada por este profesor al comenzar el curso: 4'39 me ponen de promedio.
b) Sobre el cumplimiento de obligaciones del profesor: 4'85.
c) Sobre las relaciones de este profesor con el estudiante: 4'33 (Mi peor puntuación es en "promover el interés por la materia", aysss..).
d) Sobre el desarrollo de la actividad docente de este profesor, aquí bajamos: 3'57.
e) Opinión global sobre la labor docente del profesor: 3'5 (¡Eh! ¡pero si mi media de todos los apartados es más alta! "Labor docente del profesor, global": 4'05. Será que gusto más en los detalles que cogido en bloque…)

La autocrítica del alumno (sobre si asiste a clase, si se siente preparado, si considera la asignatura en sí formativa, si lleva al día la materia…): media, 3'86. Aún les gano, en su propia estimación, jeje.

Bueno, esto está basado en ocho encuestas solamente, de los 43 estudiantes que tengo en lista en esta asignatura. Sobre la opinión de los demás, mejor no contarla en media, supongo. Si no contesta, no sabe. Además considerando que este año podían hacer la encuesta quienes no aparecen nunca por clase… aún he salido bien librado.

Les comenté a los alumnos estos resultados, para que tengan una visión global del resultado (que si no creo que no la tienen). También les expliqué que en relación a los puntos flojos, de oscuridad o desorden en la explicación, tiene que haber un toma y daca, es decir, que si nunca me hacen preguntas en clase o me piden que repita algo que no se ha entendido, etc., pues que no contribuyen a controlar el nivel de claridad, que es algo necesario. Podría quizá suponerse que me dan por imposible de entrada, pero lo cierto es que no hay costumbre de hacer preguntas en la universidad, en general, y eso me parece muy malo… y, en mi experiencia, difícil de cambiar. El alumno sólo abre la boca en clase (generalizo odiosamente) cuando le asignas un trabajo obligatorio. Nunca—jamás—lo hace por iniciativa propia. Y así pues el feedback está bastante tocado del ala de entrada… porque uno puede ser dialogante, pero si sólo hay bustos escuchantes por el otro lado, el diálogo deviene en monólogo inevitablemente. Pasa como con los blogs. Pero sería injusto echarme la culpa sólo a mí.

Otro problema, claro, y este no se lo comenté tan abiertamente en clase por no herir sensibilidades, es que, naturalmente… yo llego a final de curso y me encuentro con que de cuarenta estudiantes se presentan a los exámenes veinte. El resto, autoevaluación de entrada: no quieren ni ver el examen. De los presentados, pues vienen a aprobar con notas buenas (notable o sobresaliente) una pequeñísima parte. La mayoría de las notas pues van en campana de Gauss: o sea, muchísimas entre el cuatro y el seis. Lo estadísticamente normal, vamos.

Y resulta entonces que la evaluación sobre mi conocimiento de la materia o mi capacidad de explicación la hacen en gran proporción alumnos que desconocen mayormente la materia y que tienen dificultades para seguir las explicaciones. No es que quiera desautorizar a las evaluaciones, que reflejan un punto de vista y una experiencia muy a tener en cuenta, pero también se verá que en cuanto a la validez de los resultados que más evalúan la capacidad del profesor entramos en un regressus in infinitum: el profesor no se explica suficientemente bien —¿para los alumnos de sobresaliente, o para los de suspenso? Añádase que, al ser las clases en inglés, y las obras de Shakespeare también en inglés, y tener muchos alumnos una seria dificultad con la lengua de Shakespeare… pues eso. ¿Quién evaluará a los evaluadores? Los evaluados. ¿Y a los evaluados? Los evaluadores. Como digo, me interesa conocer la opinión, y el nivel, de mis alumnos. Más discutible es que se pretenda hacer de estas encuestas una medición exacta de la calidad docente de un profesor. A menos que entendamos calidad sólo en términos de oferta y demanda, sin criterios adicionales.

Bueno, en estricta justicia, tengo que hacer una matización. Aunque se refiere a algo que creo, no algo que yo sepa ni que contemple la encuesta. Creo, digo, que de hecho son los mejores estudiantes quienes nos evalúan: que las encuestas tienden a ser respondidas por los estudiantes más competentes, informados, interesados, activos, y de mejor nivel en general. (O, si se dice de otra manera... que las encuestas no reflejan la opinión de los estudiantes, sino sólo de los mejores estudiantes). Como digo, de esto no conozco otra prueba que la intuición o el sentido común.

Lo que es en general, los estudiantes no se han interesado mucho por esta cuestión de las evaluaciones. A mí no me han hecho comentarios ni preguntas al respecto (como cuando les hablo de los sonetos de Shakespeare más o menos). También he aprovechado para sermonearles un poco sobre lo poco que participan en elecciones y órganos colegiados, y lo poco que los representan sus representantes (en mi experiencia, no asiste ningún representante de alumnos a consejos ni comisiones a los que yo asisto, y sí existen en teoría esos representantes). La LOU ha rebajado la representación de los estudiantes en los órganos universitarios: antidemocráticamente quizá, pero muy merecidamente habida cuenta (según lo que yo veo) de lo desaprovechada que estaba esa representación, y lo manipulable que es por tanto.

En cuanto a las encuestas, parecida indiferencia. Nos agradece el Vicerrector nuestra colaboración, y nos comunica lo siguiente:

Somos conscientes de que la implantación del nuevo proceso de evaluación de la actividad docente del profesorado implica un cambio cultural importante en nuestra Universidad, y que serán necesarios varios cursos para que se vaya consiguiendo una alta participación en la primera fase del proceso.

La semana pasada se dio el primer paso y más de la mitad del profesorado ha recibido al menos una encuesta en alguna de sus asignaturas/grupo. La participación de los estudiantes ha sido superior al 5%. Además, algunas de las novedades del cuestionario, tales como el punto 4, han sido bien recibidas por los estudiantes, de forma que más del 15% de las encuestas tienen este campo rellenado, lo que supone más de 1300 opiniones que el profesorado va a poder analizar y de las que muy posiblemente se concretarán cientos de pequeñas mejoras en el día a día de nuestra docencia.

Pues eso: cerca de un 5% de participación estudiantil. Al menos una encuesta rellenada por un alumno en alguna asignatura, para más de la mitad de los profesores… No es mucho, la verdad. Nuestros estudiantes deberían ponerse más las pilas, me parece, en esto y en otras cosas. No sólo los profesores.

(PS: Tras redactar esto, me voy a una jornada sobre Neurociencia. Que me sugiere ampliar este post de hace unos días).

 

 

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Retropost (2006): Cuando la calidad pierde su honesto nombre



Cuando la calidad pierde su honesto nombre

Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa

Recomiendo leer esta interesante y polémica ponencia sobre "La reciente evolución de la corrupción universitaria", presentada por José J. Erviti en el II Congreso nacional contra la corrupción y el acoso en la universidad pública española, celebrado en Madrid los días 20 y 21 de octubre de 2006.
La ponencia está en la web que está construyendo la Plataforma contra la Corrupción y el Acoso en la Universidad Pública Española.

Me gusta la consideración previa: "Quienes nos ponemos a hablar de la corrupción universitaria tenemos que reconocer que no estamos fuera o libres de ella, porque cuando la corrupción sopla a favor de uno, no se percibe como tal. Es difícil percatarse de las inercias que nos arrastran." Aunque eso no quiere decir que no haya diferencias entre pajas y vigas, ya estén en ojo ajeno o en el propio. "El régimen del bienestar", concluye Erviti, "se halla condenado a la producción masiva de inutilidades y las Universidades no escapan de esa condena, porque la dinámica de la evaluación de méritos obliga a la producción masiva de publicaciones perfectamente prescindibles, pero que, valoradas al peso o en “esa grotesca casa de citas que tiene su sede en Filadelfia" (según expresión del destacado catedrático de matemáticas D. Antonio Córdoba el pasado 4 de enero en El País), generan la “calidad” y la “excelencia” necesarias para la promoción personal, que es lo que está en juego para los autores."

Es interesante su crítica a la perversión instrumental de las evaluaciones de calidad, creando un sistema mecánico que busta autojustificarse y al fin se convierte en un fin en sí mismo. A estos métodos estandarizados de evaluación podría aplicárseles, creo, el razonamiento de Feyerabend en su tratado Contra el Método. Con la peculiaridad de que cuando se aplica un método estandarizado de evaluación a una investigación metodológicamente predeterminada, lo que obtenemos es, por una parte, un método al cuadrado (pues el método se estandarizará de modos acordes a la evaluación que se espera de él) y por otra parte una ficción formalista también al cuadrado: si el método nos da una versión cuadriculada de la realidad, la evaluación metodologizada nos llevará a una imagen de la realidad que como mínimo será cubista.

Es difícil, sin embargo, concebir cómo va a renunciar a estos sistemas de evaluación estandarizada un sistema que se ha embarcado tan deliberadamente en una búsqueda de la calidad, entendida ésta como homogeneización o estandarización de procedimientos mediante la retroalimentación evaluación/financiación, y reduciendo en última instancia la aerodinámica de la Universidad a una menor resistencia a las fuerzas del mercado (utilizando la evaluación estandarizada para diezmar las áreas menos productivas). Eso no garantiza que lo seleccionado sea necesariamente más valioso... Que se adapta mejor al medio ambiente, eso sí. Un darwinismo de la evolución en ecosistemas enrarecidos...

Kuhn y el calzador metodológico





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Retropost (2006): Un complemento, por calidad


Un complemento, por calidad

Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa


En septiembre pedí un complemento salarial por mejora a la docencia, y ahora me llega la resolución de la ACPUA, o sea, la Agencia de Calidad y Prospectiva Universitaria de Aragón, nuestra ANECA local, que es quien determina. Y es moderadamente positiva, o sea que algún eurillo me darán. Me han puesto un 1'4 sobre 2; o dicho de otra manera (puesto que teniendo encuestas positivas ya tenía asegurada la mitad, un punto) que de otro punto que me podían dar por actividades de mejora e innovación docente, me han dado 0'4. Será sabio, creo, reducir mi tiempo dedicado a estas actividades a un 40% del que le he venido dedicando...  y destinar a menesteres más provechosos el tiempo no perdido.

Tampoco sé cuánto me van a pagar de complemento. De esos detalles insignificantes no me informa el escrito que me ha llegado; habrá que esperar a recibir la nómina, que es ya un galimatías de complementos girando en torno a un sueldillo de mil euros (1069 euros, con 62 céntimos, para titulado superior doctorado funcionario nivel A en nuestro rincón de la administración). Más se vale de los complementos...  Pero mejor preparar la dura jubilación, creo, que seguir acumulando complementos evanescentes.

Ahora, que para mileuristas, los asociados. Y divide eso por la mitad, porque sólo les dan medio contrato. Y sin peldaños ni trienios, que no son funcionarios. ¿Será esto la universidad de Calidad de la que habla la ministra—o igual era caridad y entendí mal?

Me pagan las clases



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Retropost (2006): Hoy olla podrida



Hoy olla podrida

Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa

Gracias a los blogueros universitarios de Fírgoa que me han colgado otra vez una cosa en portada, esta vez la nota sobre evaluación en la universidad que pasé ayer: "La evaluación evaluada." Era mayormente, recuerdo, una visión crítica que nos ha hecho llegar la UGT. Hoy nos pasaba Comisiones Obreras una intervención ante la Comisión de Educación del Congreso donde se expresaban similares temores de que la evaluación de calidad universitaria se convierta en un fin en sí mismo que vaya a distorsionar la propia actividad de la universidad...

Y cosas aún más interesantes pueden encontrarse en la portada de Fírgoa. No os perdáis las conclusiones del congreso que se ha celebrado sobre corrupción, acoso y endogamia en la Universidad, expuestas por su organizador Guillem Bou: "Investigar la Universidad: Una tarea restringida".
Para muestra un botón:

Corrupción y acoso, por lo general, van unidos a la casuística universitaria. Es decir, no existe la figura del ‘corrupto simpático’ o delincuente popular tipo Robin Hood. Al contrario, se trata siempre de personas ambiciosas en extremo, sin ningún tipo de empatía por el prójimo, tendentes al abuso reiterado de poder y capaces de cualquier crueldad. En esta tesitura, por tanto, la persona corrupta acosa sin piedad a todos aquellos testigos no participantes de sus corruptelas y, por añadidura, a cualquier persona mínimamente creativa, honrada o con un mínimo de conciencia personal o profesional.

Los casos de corrupción son tremendamente complejos; ello se debe a los múltiples recursos financieros a que da acceso la vida universitaria y al poco control sobre los mismos. Además, se dispone de un marco legal claramente insuficiente para perseguir la corrupción ya que las leyes, quizá malentendidas bajo el pretexto de la ‘autonomía universitaria’, garantizan la impunidad de quien corrompe.

La situación de corrupción en la asignación de plazas en la universidad pública española no es, en absoluto, nueva. Se remonta quizá a sus orígenes y, como muestra, disponemos de un artículo impagable del mismísimo Ramón y Cajal en el que opina que “la situación no tiene manera de ser arreglada”.

   
Pues seguro que Ramón y Cajal lo tenía bien estudiado... así que es desalentador.

Otra noticia interesante recogida en Fírgoa: un documento de trabajo del Ministerio sobre la reforma universitaria en curso que tantas vueltas nos ha hecho y nos hará dar: "Aclaraciones sobre el documento de 26 de septiembre de 2006: La organización de las enseñanzas universitarias en España" Lo de "aclaraciones" suena prometedor, pero lo cierto es que hay cosas que siguen sin estar nada claras. Por ejemplo: ya creíamos que con la reforma del registro de titulaciones se había alejado de momento el fantasma de la supresión de Filología Inglesa (y otras titulaciones). Ahora vuelven tímidamente asomando las orejas los Libros Blancos aquellos de la ANECA, que serán criterios, no se sabe si requisitos, para las nuevas titulaciones que se implanten. Con lo cual ¿volvemos a estar en las mismas? Recordemos que la ANECA (la necat en este caso) rechazó la existencia de un título de Estudios Ingleses, que están por tanto sin libro blanco... Tampoco queda nada claro si las titulaciones actualmente existentes y que no tengan Libro Blanco serán suprimidas, reformadas, amalgamadas, o qué. Hará falta una aclaración de la aclaración. Y quizá volver a desempolvar los silbatos y las pancartas, ay qué cruz.

Y he estado explorando la web con Google, con combinaciones de los términos "profesor" "titular" "experiencia" "investigadora" "acreditada" "doctor", intentando resolver un conundrum legal, pero sin éxito—o sólo con éxito en egorías, porque Google me devolvía a mi propio blog que debe ser uno de los pocos sitios donde se plantea el tema. A ver, la cosa es que la LOU exige para dirigir tesis que el director tenga "experiencia investigadora acreditada". Allí está hablando de doctores directores, no de catedráticos ni de profesores titulares, ni nada similar sobre los cuerpos docentes universitarios, porque este punto también es aplicable a las universidades privadas. Bien, el Consejo de Gobierno de la Universidad de Zaragoza dictaminó que tienen "experiencia investigadora acreditada" a estos efectos quienes tengan un sexenio o tramo de complemento salarial investigador reconocido. O méritos comparables (pues sexenio o tramo sólo lo pueden tener los funcionarios).

Y mi duda es: ¿no se contradice esto con otro punto muy claramente expuesto de la LOU, aquél donde sí habla de los cuerpos docentes universitarios, y dice, cito: "Los Catedráticos y Profesores Titulares de Universidad tendrán plena capacidad docente e investigadora". ¿Acaso no incluye esta "plena capacidad investigadora", por definición, la dirección de tesis doctorales? La ley no considera oportuno introducir ninguna matización ni limitación en este punto. Creo que es un asunto que se va a tener que plantear nuestra Universidad, no vaya a ser que la normativa emanada del Consejo de Gobierno contradiga a la LOU.

Ah, y otra noticia de la ANECA (ultima necat). Es posible trabajar desde hace quince años en la Universidad, sacarte hace años tu título de doctor, tener todos los informes de docencia de tu centro positivos, teniendo tus publicaciones, un libro recién salido en una excelente serie de tu campo de estudio, bien reseñado... y es posible, digo que te den informe negativo de la ANECA para poder presentarse a concurso a una plaza de contratado doctor. (No sé si se entiende: es que ni siquiera puedes presentarte a concurso a competir con otros ciudadanos a sacar una plaza de profesor no permanente de la categoría que vienes ocupando desde hace años). Es lo que le ha pasado a un compañero nuestro. Claro que también se lo habían cargado injustamente en unas oposiciones antes, y eso igual marca. ¿Será que le pasaron la mota negra?

En fin, que esto es lo que se llama hacer atractiva la carrera docente.

doctores y Doctores tiene la Iglesia
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Retropost (2006): La evaluación evaluada

La evaluación evaluada

Publicado en Cátedra. com. José Ángel García Landa

Nos hacen llegar los representantes sindicales de FETE-UGT esta valoración tan negativa del novedoso programa de evaluación de la actividad docente del profesorado recién implantado por la Universidad de Zaragoza:

Habréis recibido (seguramente con sorpresa) una carta del Vicerrector de Profesorado en la que nos comunica, sin grandes explicaciones, que se ha implantado el nuevo proceso de evaluación de la actividad docente del profesorado, por supuesto, sin conocer ni publicar previamente los criterios de valoración ni el modelo de encuesta.

La evaluación de la actividad docente del profesorado constituye, tanto por el contenido como por la forma de implantarlo, otro ejemplo de IMPOSICIÓN por parte del actual equipo rectoral.

UGT quiere manifestar que comparte el interés por mejorar la calidad de la docencia universitaria, esto siempre ha sido una voluntad reiteradamente expresada en sus congresos, pero rechaza frontalmente los métodos utilizados por el equipo rectoral, imponiendo un procedimiento que puede terminar desvirtuando la actividad docente del profesorado con el único fin de conseguir la evaluación positiva. Somos conscientes de que los defensores a ultranza de este procedimiento (¿con qué intenciones?), rápidamente nos acusarán de corporativismo, por esa razón y ya desde el principio, queremos dejar claro que no hay que jugar a la confusión, que nuestro compromiso es defender a todos los miembros de la comunidad universitaria (PDI, PAS y alumnos), y en este caso, entendemos que se lesionan gravemente los derechos del profesorado.

Así pues, VALORAMOS MUY NEGATIVAMENTE:

• Las actuaciones del vicerrector de profesorado durante el proceso hasta la aprobación del documento “Normativa básica sobre el procedimiento y los criterios de evaluación de la actividad docente del profesorado”.
• El contenido de la propia normativa, sobre la que se presentaron numerosos escritos y alegaciones por parte de la Junta de PDI en su totalidad.
• El apresurado comienzo del procedimiento a pesar del desacuerdo mostrado por la mayoría de los representantes de los trabajadores.

Como en otros temas relativos a las condiciones laborales del PDI, la actitud del vicerrector de profesorado se ha limitado a reunir a los representantes, comunicarles lo que el equipo piensa llevar al Consejo de Gobierno e indicarles lo que no están dispuestos a negociar, es decir todo. En este contexto, UGT DENUNCIA LA FALTA DE NEGOCIACIÓN con los representantes legales de los profesores de la UZ. A diferencia de otras universidades españolas donde se están firmando numerosos acuerdos que van permitiendo mejorar las condiciones laborales, encorsetadas por la legislación nacional de su personal, en la Universidad de Zaragoza se continúa en el oscurantismo, defendiendo a ultranza una normativa calcada de la anterior (de nefasta experiencia....) y que no sirvió para mejorar la docencia que era su objetivo, sino todo lo contrario, para crear malestar e incluso fomentar el “mobbing laboral” o acoso psicológico o moral en el trabajo. Entendemos, pues, que no es suficiente poner sobre el papel que “…se cumplirá con los requisitos legales de información, análisis y negociación con los órganos de representación de los trabajadores…”, ¿con quién se ha negociado?, ¿quién le ha dado las bendiciones?. Desde luego, UGT no.

Con respecto al procedimiento para la evaluación docente, RESALTAMOS y CRITICAMOS los siguientes aspectos:

• El proceso resulta complejo, generando gran cantidad de burocracia, para terminar limitándose a la encuesta anónima de los alumnos. En este sentido, es preciso señalar que, salvo la encuesta a los alumnos, los restantes elementos de evaluación están sin regular, lo que ofrece una idea muy clara de la importancia que se les piensa conceder a pesar de todas las “buenas palabras”.
• Generará indefensión y malestar en el profesorado al verse sometido a la valoración subjetiva tanto de los alumnos como de los miembros de las diversas comisiones implicadas. Para detectar incumplimientos o deficiencias en la calidad de la actividad docente, indudablemente existen métodos más objetivos. Además, la Universidad no puede delegar en otros una función que como gestora de fondos públicos es suya.
• Algunas etapas del proceso crean serias dudas respecto a lo establecido en la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre de Protección de Datos de Carácter Personal. La confidencialidad no se garantiza en el caso del profesor, dada la forma en que se pretende dar a conocer el resultado.
• Las encuestas de opinión son herramientas de sondeo muy útiles para detectar cuestiones específicas a mejorar. A modo de ejemplo, en los EEUU, de donde algunos siempre quieren aprender, se inventaron las encuestas de opinión para saber, por ejemplo, si un coche gustaba a los usuarios, nunca se pretendió saber con ellas si un coche ere mejor que otro, y mucho menos para saber si era bueno o malo. Sin embargo, como ya se ha apuntado al principio, la mala utilización de las mismas puede incentivar al profesorado a que no sea riguroso y exigente en la docencia para conseguir una evaluación positiva. Apoya lo anterior el hecho de que los profesores universitarios vivimos de nuestro trabajo, necesitamos complementos que ayuden a pagar nuestras hipotecas, necesitamos consolidar una plaza tras años de dedicación, etc.

Desde UGT entendemos que un programa de mejora continua de la calidad de enseñanza, debe partir de un análisis exhaustivo de la situación actual (por ejemplo analizando las consecuencias de la excesiva masificación en las aulas,…), para poner en marcha programas concretos de actuación, que posteriormente deberán ser evaluados, de forma que el proceso se vaya perfeccionando en etapas sucesivas. En la UZ parece que lo más importante es poner en tela de juicio al profesor, amenazarle con la penalización (se habla de complementos, pero pensemos en lo que puede suponer para los profesores que todavía no tienen plaza consolidada). ¿Es una buena estrategia para motivar al profesorado?. ¿Casi veinte años de experiencia negativa ha servido para algo?.


FETE-UGT. SECCIÓN SINDICAL UNIVERSIDAD.



Recuerdo a este respecto que en la última oposición a la que me presenté, la presidenta del tribunal me echó en cara que no les hubiese presentado entre la documentación para la plaza los resultados de las encuestas de docencia de los alumnos. A lo que repliqué que le había presentado al tribunal el documento que creía oficial y relevante sobre este particular, a saber, la certificación por parte de la Comisión de Docencia del centro (que había tenido en cuenta las encuestas como parte de su proceso de evaluación). Una certificación en la que se comunicaba la valoración positiva de mi docencia y se me felicitaba por la labor realizada. Pero la presidenta del tribunal insistía:

- ¿Que por qué no les entregaba las encuestas al tribunal?
- Pues porque era un documento previo a la elaboración del informe, y además de carácter confidencial, y no se requería para presentarse a la oposición.
- Pero el Tribunal deseaba verlas, me recordaba la Presidenta, y tenía derecho a solicitarlas.
- Bien, ustedes tienen derecho a expresar ese deseo, pero yo tengo derecho a no dárselas, les dije, y a que se me evalúe de acuerdo con los documentos que tienen validez oficial, es decir, los informes emitidos por mi centro.

Y así quedó la cosa, y así me fue en la oposición, supongo... (Por cierto, mis encuestas de alumnos eran todas positivas si bien no brillantes, así que, con hindsight, le ahorré al tribunal el trabajo de esgrimir ese argumento para dejarme en la cuneta. Tampoco pondría yo la mano en el fuego de que mis clases sean necesariamente peores que las de profesores que sean mejor puntuados por los estudiantes).

Evaluación e inspección ha de haber en la Universidad, eso parece claro. Pero habrá que regular los procedimientos y usos y límites adecuados de las diversas fases del proceso de evaluación, además de su resultado final. El mal uso interesado de las evaluaciones nunca quedará descartado. Con lo cual la energía perdida en medios, y en medios para examinar los medios, va a ser realmente notable.



Hago un corralillo

 

  
 





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Quién manda en la huelga

miércoles, 26 de octubre de 2016

Quién manda en la huelga

Huelgas supervisadas:

En las huelgas se supone que hay libertad de huelga; se supone (menos) que hay libertad de trabajar, y se presupone que hay maneras sutiles, o no tan sutiles, de coaccionar, orientar, o pastorear al personal para que haga huelga, o no.


Hoy había una huelga estudiantil convocada por diversos colectivos estudiantiles (de extrema izquierda, se entiende), que no son realmente representativos y que por sus propias fuerzas consiguen, normalmente, que haga huelga un estudiante de cada cien. En mis clases desde luego no se ha notado en absoluto la convocatoria. ¿Y eso por qué? Sutilmente se averigua: porque el Rector no ha apoyado la huelga. En otras ocasiones, la huelga tiene un apoyo parecido, pero viene anunciada por grandes pancartas colocadas a la entrada del campus, para que nos vayamos enterando, como si fuera una campaña de la propia institución. Y con piquetes organizados que a la punta de la mañana han echado la cadena a la entrada del campus, y están ahí, cincuenta o cien, con sus palos y capuchas y pasamontañas y pancartas y consignas y banderas de la URSS y republicanas y piratas, cerrando el paso a los coches, e impidiendo que nadie entre al campus si no es saltando la tapia. Los humildes opositores a la huelga, si son peatones, pueden entrar ya sea por algún lugar del perímetro saltando la tapia, o por una puerta si hay policía allí que cubra servicios de acceso mínimo. También hay policía observando (los días de huelga general habitual, digo) la entrada principal, pero sin intervenir ni decirles a los piqueteros que despejen, ni mucho menos obligándoles a abrir la entrada. Todo por orden del rector, que cuando he telefoneado en tales ocasiones siempre me dicen que se mantiene la normalidad pacífica (o sea, la entrada bloqueada a la fuerza) y que el Rector no está localizable, ni el jefe de seguridad.

Hoy, en cambio, no hay bula para que los podemitas armen más jaleo del debido, y la Policía se ha aposentado a la entrada del campus no para mirar la verja cerrada, sin para cuidar de que nadie bloquee la entrada. Y la verja la han descolgado y retirado preventivamente, para que nadie le eche el cierre a la  vía pública.

¿Qué se demuestra con esto?

Se demuestra lo siguiente: que cuando hay huelga general en la Universidad, con un seguimiento apreciable, es porque el Rector ha cuidado de dejar que los piquetes hagan el trabajo sucio de cerrar la puerta, amedrentar al personal e impedir el acceso. En un bolsón los cojo a todos y me los llevo de huelga.

El orden público mantenido selectivamente es un desorden. Pero dentro de todo, me quedo con lo de hoy: que no vuelvan a colgar esas verjas, que no sirven más que para entorpecer la libertad de acción personal, y permitir a los manipuladores que coaccionen a la gente y la pastoreen.  Y me refiero a los piquetes, pero sobre todo a los Rectores que no cuidan de mantener el orden público y la libertad.

Así que enhorabuena por el rector Mayoral, y a ver si mantiene esta línea coherentemente, no unos días sí y otros no, según quién convoque la huelga.

Me complementen esta reflexión con la lectura de este brillante artículo de Arcadi Espada: Donde la policía no puede entrar.

Ránking UZ

miércoles, 19 de octubre de 2016

Ránking UZ

Nos pasa el Rectorado, bastante preocupado por las malas lenguas, un detalladísimo informe sobre cómo se ubica nuestra universidad en los ránkings de calidad.  Bueno, ya se sabe que las universidades españolas, así en general, no destacan; pero viendo la cosa por áreas de conocimiento a veces la cosa mejora un poco (otras, supongo, empeora).

Dentro de las universidades españolas venimos a estar así globalmente la décima. Que no está mal, por decir algo, entre setenta universidades—aunque Zaragoza no es la décima ciudad de España, precisamente, y esta universidad aquí pesa más que la Complutense en Madrid, comparativamente.

Así quedamos según el ránking ARWU. Ya veis cuáles son, se supone, las mejores: Barcelona y la Autónoma de Barcelona (si son españolas, que ya no lo saben ni ellos), la Autónoma de Madrid, la Pompeu Fabra (que también debe de ser secesionista, supongo), la Complutense de Madrid, la de Valencia o València, la de Graná, la Politécnica de Valencia, y la del País Vasco, ese país. Curioso que la Universidad de Navarra (también País Vasco según a quién le pregunten), que en otros ránkings aparecía la primera, aquí queda bastante por debajo:

ARWU ranking

Luego la de Santiago de Compostela, y la Politécnica o Politècnica de Catalunya o Cataluña.
Bueno, no me voy a quejar. En Filología Inglesa aún subimos un poco la media, estamos según cómo se nos mire los novenos del país según el ránking QS:
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Según el ránking Arwu (el de Shanghai) la UZ está consistentemente alrededor del puesto 400 mundial, así globalmente. Y como áreas más sobresalientes, están Ciencias de la Computación que llega a situarse entre las 200 primeras, y sobre todo Química, donde estamos por encima del puesto 100 (pero no del 50).

Esto todo es según el ránking que mires, y el Rector matiza estas cosas en su presentación. Nos dice que conociendo estos datos nos conoceremos mejor a nosotros mismos. (Si quieres conocerte a tí mismo—mira lo que dicen de ti los demás. No sé si los griegos iban exactamente por allí, pero tiene su sustancia el consejo, qué duda cabe).

Si miras otros ránkings, resulta que yo esta semana tengo el primer puesto mundial (en número de lecturas, no en interés o en sustancia o en belleza de estilo) en Filología, en Epistemología, en Teoría Literaria  y en Filosofía:


El más leído en Filosofía

—y hasta en mi departamento soy leído (o descargado).

Estos récords son según ResearchGate, que también hace sus estadísticas sobre nueve millones de académicos que tiene en lista. Así que según se mire tampoco desmerezco yo en mi institución. Todo según a quién le pregunten.


Mi posicionamiento a estas alturas

 

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