Retropost (2006): Casino Royale
 Casino Royale 
Publicado en Cine.  com. José Ángel García Landa 
 No es un remake de Casino Royale la película, sino una adaptación de Casino Royale la novela. Y se ve muy bien, a pesar de lo larga, con ciertos fallos de  ritmo al final, cuando parece que ha acabado el argumento, sólo para  volver a complicarse cuando la chica Bond resulta ser (cómo no)  traicionera. Y mientras, los ingredientes de costumbre, lujosos hoteles y  mansiones de magnates del crimen, tecnología punta o futurista (ya ni  se sabe), violencia a mansalva, persecuciones espectaculares, intrigas  detrás de intrigas. 
 
Destaca una secuencia inicial de persecución estilo parkour por una ciudad africana, y destacan por lo bajo las secuencias de  partidas de póker excesivamente largas... pero claro, estamos en Casino Royale. Los caballeros con esmoquin juegan partidas interminables y se tratan  con cortesía exquisita y glacial en el salón público del hotel, pero  cuando se levantan de la mesa a hacer un descanso, y se meten en la  trastienda—pues toma brutalidad, espadazos, karate a las costillas,  despeñamientos por las escaleras, tiros a quemarropa—hasta que vuelve a  empezar la partida y todos se vuelven a sentar en un ambiente de  aparente normalidad, tras haberse cambiado a toda prisa la camisa  empapada de sangre; con los moretones y cortes en la cara no sé qué  hacen. 
Esta  es la manera propia que tienen las películas de Bond de acercarse  críticamente a la realidad: la cortesía y lujo del Occidente  internacional de terminal de aeropuerto y gran hotel, parecen decirnos,  no son sino el barniz superficial que cubre la realidad de las cosas,  los contactos inconfesables entre los poderosos y el crimen organizado,  las guerras industriales y la manipulación de las inversiones  (capitalismo viril); el caballero bien trajeado no es sino una fiera  inhumana que lucha a muerte y sin piedad en las bambalinas de la  realidad oficial, en un argumento que el espectador no acierta a  entender bien (¿Estará M a sueldo de alguien? ¿Quién pondría la mano en  el fuego?). La confusión argumental y las trampas detrás de trampas  vienen a decirnos que estamos indefensos en el mundo, que no nos  enteramos, que los resortes del poder están siempre más allá, que lo que  percibimos como el orden mundial, o el orden público, o el orden de la  comunicación, no es sino una apariencia cuya auténtica cara gentes más  expertas y puestas y duras que nosotros (el propio Bond) tampoco  alcanzan a desentrañar plenamente. Un mundo en el que los poderosos y  admirados, las gentes de mundo, los ricos y sus bellas, son  invariablemente canallas de la peor especie. Vestidos de Dior y tratando  con soltura al servicio; eso sí.
Algunas  cosas no me han gustado. Este Bond es un poco pipiolo (el personaje  digo, no el actor, que está genial). Acaba de obtener su licencia para  matar y la usa con demasiada ligereza para el gusto de Mm. M. Ésta echa  de menos la guerra fría, y claro, no puede presuponerse que Bond conoce  aquellos años, estamos empezando de nuevo sin ninguna referencia al  pasado del personaje como agente secreto. (Algo que se requiere  periódicamente, claro, en el caso de personajes clásicos como  superhéroes etc.: la historia avanza y los va descolgando y dejando en  un eterno presente imposible). Este Bond, como digo, parece que tenga un  pasado, de acomplejado social, según la chica: la dureza de ambos  resulta ser una máscara y al final se la quitan en parte, él más que  ella, para revelar un corazon tierno y amador y deseoso de cambiar... pues no, hombre, que  esto no me gusta; James Bond ni tiene que tener pasado, ni  sentimientos; tiene que ser frío, superficial, imperturbable, imposible,  una pura máscara sin nada debajo. ¿Bond enamorado, y con la hombría  dañada? Anda ya. 
Me  quedo con esa visión de un mundo de apariencias, charadas, traiciones,  falsedades y máscaras detrás de máscaras. Pero sin autenticidad debajo,  por favor, que la autenticidad aquí queda falsa, y lo falsea todo. Los  sentimientos son para fingirlos... las chicas.
Casino Royale. Dir.  Martin Campbell. Written by Paul Haggis, Neal Purvis and Robert Wade.  Based on the novel by Ian Fleming. Cast: Daniel Craig, Eva Green, Mads  Mikkelsen, Judi Dench, Jeffrey Wright, Giancarlo Giannini, Caterina  Murino, Simon Abkarian, Isaac De Bankolé, Jesper Christensen, Ivana  Milicevic, Tobias Menzies, Claudio Santamaria. Metro Goldwyn Mayer /  Columbia / Eon / Danjaq / Babelsberg / Stillking / United Artists, 2006.
  
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