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Retropost (2007): El Libro Negro

 

 (Lunes 5 de febrero de 2007)
 
Esta es una película de Paul Verhoeven, la mayor superproducción holandesa de los últimos treinta años, nos comentan en la IMDB.  Y a su manera se ve bien, en el género "película de nazis y aventuras". Ahora bien, tiene sus serios defectillos, mayormente de guión. Es la historia de una cantante judía, Rachel/Ellis (Carice van Houten), escondida de los nazis, que en su huida por la vida se ve envuelta en una célula de la Resistencia holandesa, célula totalmente infiltrada de espías nazis, según vemos al final. En el curso de la guerra, pasa Rachel/Ellis por prácticamente todas las posiciones disponibles para una mujer en la guerra: refugiada, trabajadora, colaboracionista, espía, enamorada, heroína, perseguida... casi un personaje alegórico se vuelve; para al final acabar de maestra en un kibbutz, donde empieza y acaba la película con un breve marco, con la guerra contenida en un flashback.


El marco tiene su importancia, pues es un tanto "pro-israelí", al presentar a los judíos atacados y asediados por los nazis tanto como por los invisibles atacantes árabes que llegan al final, mientras se cierra la película. Se presenta así una historia de continuas persecuciones pero con una identificación de unas y otras un poquillo tendenciosa, pues no es la misma la posición de los judíos bajo el régimen nazi y en Israel.

El kibbutz en cuestión lo financió la maestra con el botín que es el "money interest" de la película, botín obtenido ilegalmente por nazis corruptos (nazis, y además corruptos porque se quedaban el dinero para ellos, no para el Führer), matando judíos cuidadosamente seleccionados por la red de infiltrados. La lista y el botín se apuntaba en el librito negro que llevaba uno de los traidores, y éste sirve a Rachel/Ellis para probar que no era una agente doble (a pesar de sus revolcones —no se sabe si nauseabundos o gustosos— con los nazis). Y ésta es la historia que es demasiado artificiosa para sonar real, la historia de tanto doble agente infiltrado en las células resistentes, sólo para el lucro personal de un teniente que había por allí. Más que de alevosía, el efecto logrado es más bien de arbitrariedad; los personajes parecen cambiar de personalidad súbitamente según las necesidades del guión: ahora resulta que tal o cual es un traidor; excelente, vale, pero eso vuelve absurdas e incomprensibles muchas de sus acciones anteriores (arriesgadísimas misiones y rescates, por ejemplo); tampoco se sabe qué hacen que no detienen a un grupo tan vigilado de resistentes. La gente hace cosas absurdas e incomprensibles, quizá más en tiempo de guerra, pero tantas como estas no. (Vaya, ya se me ha ocurrido el contraejemplo. Los terroristas del 11-M, tan infiltrados de confidentes y policía... Bueno, aunque la realidad supere a la ficción eso no convierte a la ficción en ficción realista. Ya lo dijo Aristóteles: para ser realista, antes que ser realista, hay que parecerlo).

También me resultan especialmente desagradables los amores de la judía con el capitán nazi. Excelente, era una magnífica persona, suponemos, a pesar de masacrar a la población, pero sobra que la espía se tome tan en serio su papel, en especial cuando acaban de asesinar a su familia. ¿Ambigüedades del carácter humano? Seguramente, pero también (y más bien) arbitrariedades de la película. La realidad es mucho menos frívola, me temo, y menos aventurera que esta judía que tan alegremente canta para los nazis y se acuesta con ellos y hasta se enamora de ellos. Aunque miren a Hannah Arendt, si es que ya no sabe uno qué decir.

También, en muchas escenas, se comprime la acción de modos implausibles para el carácter, y los personajes se comportan de modo inconcebible en alguien que diez segundos antes estaba en una situación incierta de peligro mortal, o siendo masacrado, o perdiendo un hijo, etc. Es una convención cinematográfica de la que aquí se abusa bastante.

En suma, que los personajes parecen creados para las necesidades del guión, y renuncian alegremente a toda credibilidad o sustancia cuando se hace necesario seguir las vueltas y revueltas que les impone el curso preestablecido de los acontecimientos. Los actores hacen lo que pueden (a veces mucho) para seguir al personaje en estas piruetas vitales. Me pregunto si en realidad también pasa eso en la vida, y si será éste el auténtico mensaje de la película.

Jarhead: Otra másh

 

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Retropost (2007): Babel

Visionada la película de Alejandro González Iñárritu, enlazo aquí una reseña del blog de Ireth, para quien quiera más detalles; con esta reseña desde luego me animé a ir a ver la película, y me ha gustado tanto como las anteriores de Iñárritu.  Bien, pues seguramente se llevará un oscar a la mejor película extranjera... si es que es extranjera, claro; si no, a la mejor película no creo que llegue. Aunque es lo bastante compleja, bien hecha, acongojante, multicultural, crítica con Occidente, y además tiene star system... qué más se puede pedir. Aquí va el trailer:







Puntos fuertes de la película: casi todos, y eso justifica ir a verla y disfrutar con ella. Como puntos flojos: creo que la conexión entre las historias no es todo lo fuerte o significativa que podría ser. Claro, en cierto modo el "caos" global que quiere sugerir la película invita a conexiones "flojas" o accidentales, y por tanto no significativas, pero aquí hay un compromiso difícil que lograr. Creo que deberían haber sido igual de caóticas o imprevisibles pero a la vez más significativas. Más trabada está la historia de la nanny chicana ilegal y los líos en que mete sin querer a los hijos de la pareja de turistas americanos mientras ellos están en Marruecos.  También contrasta allí significativamente la vaciedad del turismo occidental con los problemas que tienen en su misma casa, o en la trastienda. (Un poco justo tenían planeado el regreso para tomarle el relevo a la nanny, observo... o bien ellos o el guionista Guillermo Arriaga). Pero hasta allí, OK. Sin embargo, la historia de la japonesa sordomuda ya está clavada con chinchetas en la película. El padre proporcionó el arma del crimen, sin querer. Pero esa sí que es una conexión totalmente insignificante, y lo peor es que deja a esta historia colgando en la nada con respecto a las otras; se convierte la película en la historia de un rifle, o ni eso. No quita para que esté excelentemente llevada de por sí la historia de la chica en muchos sentidos. Pero el suicidio de la madre también queda sin explicar (si es que un suicidio tiene explicación, vamos). ¿Incomunicación? OK, nos lo podemos creer, pero no se muestra. Tal como está narrada esta historia, son casualidades significativas en sí quizá, pero no tanto para la película como forma unitaria.

¿Que no quiere Babelser una forma unificada? Ah, entonces lo logra, pero eso también tiene sus limitaciones. En fin, que está muy bien el babel superficial, pero que algunas coherencias subterráneas a nivel de guión podrían haberse cuidado más. También concibo maneras ligeramente más efectivas de organizar las anacronías narrativas (no con menos yuxtaposiciones y recortes de tiempos, sino precisamente con más, más babélica). Para sacar partido a la fragmentación temporal, sería necesario lo que he dicho antes: más conexión significativa e imprevisible entre las historias. Más ligazón, y más fragmentación (o sea, más tensión aún). Yo la habría hecho más parecida a su trailer; pero no hay que pedirle peras al público. Bueno, Memento hizo lo de la gran fragmentación, y no le fue mal.

A esta tampoco le ha de ir mal, ni de público (cine lleno a reventar ayer) ni de crítica. Hace falta más cine planetario y de la globalización... y que no sea sólo James Bond saltando de Venecia a las Bahamas y al casino de Montenegro. Y saltando también por edificios en construcción africanos, vale. Eso también es Babel global, no le quiero yo quitar todo el mérito.

En cualquier caso, sugiero algunas reglas de comunicación y convivencia aplicables tanto al Primer Mundo como al Tercero:

- No dejes que los niños jueguen con armas de fuego.
- No conduzcas zorro como una cesta.
- No le metas mano al dentista mientras te está revisando las caries.

Y así el planeta irá un poco mejor.

Casino Royale 
 


Retropost (2007): Poco se sospechaba él



Me hace gracia en la película Más extraño que la ficción el personaje de Dustin Hoffman, teorizador literario. La película es una especie de versión americana de Niebla, quitándole toda la niebla, claro; en realidad es bastante flojilla como película metaficcional, no le llega a la suela del zapato a la divertidísima Adaptación: El ladrón de orquídeas. Sin contar con que ésa realmente tomaba para su adaptación la historia de una novelista que existe realmente, a la que no sé cómo convencería Charlie Kaufmann de trabajar en el proyecto: deben de ser amigos, digo yo...

Bien, pues ésta otra, Stranger than Fiction, es un poco incoherente (aun para película metaficcional que fusiona niveles de realidad y ficción), pues la autora protagonista parece estar escribiendo un libro en el cual ella no aparece, con lo cual el personaje que oía a la voz narrativa en su cabeza tampoco parece que pueda ser el personaje que vemos, y que ella también ve con sorpresa morrocotuda, pues el personaje de su libro es gris y desde luego no parece que se encuentre a su autora en la novela que ésta estaba escribiendo. Aunque igual más bien la autora reescribe su novela en clave metaficcional tras encontrarse al personaje... y se topa así con el veredicto del crítico: "’Bueno. No es la cima de la literatura. Pero pasable.’ Un aprobado."

Porque como en toda historia metaficcional hay un crítico, un entendido en argumentos, en este caso Dustin Hoffman. Que tampoco está especialmente bien llevado: lo que me ha llamado la atención es que no sólo tenía en la mano una revista para la cual acabo de hacer un informe, Poetics Today, sino que además, al parecer, ha trabajado sobre la ironía y la retrospección y la forma narrativa y la metaficción, como yo. Interrumpe al protagonista, que oía la voz de la narradora en su cabeza diciendo "Poco se sospechaba él..." (traducción libre), y exclama: "¿Poco se sospechaba él? ¡Pero si yo he hecho seminarios sobre "poco se sospechaba él"!

Bueno, pues yo también, sorpresa. Poco se lo sospechaba él. Stranger than metafiction.

 

 eXistenZ

 

 

Retroposts
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A Pin for the Butterfly

domingo, 15 de enero de 2017

A Pin For The Butterfly (full movie)




A Pin for the Butterfly. Written and dir. Hannah Kodicek. Cast: Florence Hoath, Hugh Laurie, Joan Plowright, Ian Bannen, Imogen Stubbs, Ian Hogg. Prod. des. Jiri Matolin. Photog. Ivan Slapeta. Ed. Kant Pan. Musicby Ilona Sekacz. Exec. prod. Ann Skinner. Prod. James Crawford. 1994. Online at YouTube (Danny Kodicek) 24 March 2013.
    https://youtu.be/LaM6nO3IQ_s






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Henry Fielding - The History of Tom Jones, a Foundling (part 2)


https://youtu.be/BEwK_-YNUZ8




Retropost (2006): Eragon

Eragon

Publicado en Cine. com. José Ángel García Landa

Harry Potter meets The Lord of the Rings. Malas reseñas tiene Eragon, y no le voy a subir el nivel. Me gusta este comentario que aparece en la Internet Movie Database: "The main character looks like a deer in head lights most of the time and the villains acts like cartoon stereotypes more than real characters". Pero el principal problema no son los actores, ni siquiera la dirección, sino una historia patéticamente simplista, un guión pobre y plano como... como Holanda, como Flatland, como si... ¿como si lo hubiese escrito un chaval de quince años? Pues eso. A Álvaro le gustó un montón, eso sí, a pesar de que comprime el libro y no lo sigue en múltiples detalles de los que irritan a los fans. Y en realidad es una película para preadolescentes; de ahí que la princesa y el chaval se mantengan todo el rato a una distancia más que prudente. Que ningún adulto vaya a verla, aviso, aunque los efectos especiales desde luego están bien hechos, jamás tanto dinero ni talento se desperdició en un guión tan pobriño. (Aunque tampoco se les salió la genialidad por las orejas a los guionistas de La Guerra de las Galaxias o el de El señor de los anillos, y ahí las tienes cosechando elogios. Y pasta, que es lo que importa). Pero Eragon... qué le vas a pedir a una película sobre dragones en la que Eragon no es un dragón sino un chico que encuentra un dragón. Aggg. Hasta Álvaro reconoce que ese punto clave de partida es patético. Claro que aún peor es Eldest, donde al parecer nadie es Eldest ni viene a cuento. Ya empezamos mal, con una voz en off resumiendo una lejana historia pasada, y una acción atropellada, como para avisarnos de que no nos va a importar nada de lo que le pase a ninguno. Yo creía que esto ya decían los manuales de guionista que no se puede hacer: bastante mejoraría la impresión inicial cortándole los cinco primeros minutos. En otra de aventuras para chavales, La princesa prometida, por lo menos le echaban ironía a estas narraciones, intercalando el abuelo leyendo la historia y los comentarios del niño: "Una de princesas, bah. Seguro que hay besitos". (Teníamos a los pequeños Ivo y Oscar embebidos, como si la pantalla les estuviese leyendo la mente). Y en Dragonheart también había cierta guasa con el tema del dragón. (Aunque allí ya era, como en Eragon, especie amenazada; de monstruo casi a protagonista. Los dragones ya no son lo que eran; si Beowulf levantara la cabeza...). Pero en fin, que aquí, ironía cero: mejor para adolescentes, claro. Problemo: se sufre una especie de déjà vu continuo al ver la historia pasar de un topicazo a otro sin la menor disculpa. Que nada, que le pregunten a Álvaro, que yo no puedo con ésta. Enhorabuena a Paolini por su demostración de que se puede hacer uno multimillonario y celebridad de las letras antes de los veinte, y luego pasar a la gran pantalla, sin genialidad alguna. Pero qué quieren, el mundo sigue necesitando dragones, y lecturas fáciles; el mundo necesita esta película. Pero ahora que ya tienen mi dinero, que venga San Jorge, por favor.

El Ilusionista: Hidden in plain view


 

Retroposts
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Retropost (2006): EL ILUSIONISTA: Hidden in plain view

 

El Ilusionista: Hidden in Plain View

Publicado en Cine. com. José Ángel García Landa

Según nos dice la cartelera de RedAragón,

"El Ilusionista nos lleva a la Viena del siglo XIX, a una época en la que la ciencia y la magia se entremezclaban en la imaginación del público. Asistimos al duelo de ingenios entre dos brillantes actores, Edward Norton que interpreta al misterioso mago Eisenheim y Paul Giamatti que interpreta al perspicaz y racional inspector de policía Uhl, empeñado en descubrir los trucos del mago... Producción impecable, El ilusionista se sirve de un brillante guión lleno de ritmo e ingenio y de la personalidad de sus dos protagonistas para llevar al público de sorpresa en sorpresa."
(The Illusionist. Director: Neil Burger; intérpretes: Edward Norton, Paul Giamatti, Jessica Biel, Rufus Sewell...).


Es una película que mezcla de modo bastante satisfactorio una serie de temas inspirados en Nabokov y en Edgar Allan Poe. El enfrentamiento entre el escurridizo mago y el policía cogido en turbios complots políticos con la realeza, no puede sino recordar "La carta robada", de Edgar Allan Poe, un cuento sobre interpretación y prestidigitación. El artista como ilusionista, que baraja libremente los niveles de realidad creados en los mundos de su obra, viene de Nabokov (también las mariposas). El encantador pliega su alfombra mágica para hacer coincidir unos dibujos con otros, y crear una ilusión de continuidad… aunque los visitantes no avisados podrían tropezar en el pliegue.

Porque por supuesto hay algunos trucos que el ilusionista Eisenheim no podría hacer jamás ante el público, y que colocan a la película en el género fantástico y de entretenimiento. Por ejemplo, ningún ilusionista podría adivinar en medio segundo si el inspector de policía llevaba encima el colgante, y en qué bolsillo, de no ser por necesidades del argumento. Tampoco es creíble que desaparezca el cuerpo de la prometida del príncipe sin autopsia y sin que nadie investigue la cuestión; ni pueden trazarse planes tan arriesgados y alambicados, con personajes asesinos y violentos de por medio, sin que nada falle en el camino… eso únicamente puede hacerse mediante el ilusionismo del hindsight bias, la falacia de la retrospección guiada desde el final, falacia en la que el cine está especializado. ("La culpa de todo la tiene el guión", decía la canción de una serie infantil). Y así podemos desafiar al principio de realidad, moldear el final a nuestro gusto y conseguir a la chica.

Es decir, los trucos del ilusionista están escondidos a la vista de todos, como en "The Poerloined Letter". Al igual que los demás magos, Eisenheim emplea en sus números una mezcla de técnica sofisticada y de engatusamiento autoinducido del público, que—atento a lo que cree que va a ver—no ve lo que el mago hace realmente, y así no adivina sus trucos. Y eso que está ante la vista todos nosotros el procedimiento utilizado. En un momento metaficcional de la película, hasta se lo enseñan al policía Uhl, haciéndole un pase privado con un primitivo cinematógrafo: "Así es como crea Eisenheim sus ilusiones" – "Hm. Ya veo." (Y los espectadores aún lo creemos perspicaz por su escepticismo, cuando es todo lo contrario—pero claro, ni aquí ni al final puede Uhl salir de su propio nivel de ficción para desentrañar el truco. Ahí sí que difiere de los héroes nabokovianos de Invitado a una decapitación  o Barra siniestra).

Como en Total Recall, aquella de Schwarzenegger metido en una máquina de realidad virtual, nos lleva el Ilusionista a un mundo donde las leyes ordinarias están suspendidas. Y desde el público estamos en la posición del policía escéptico y racional, que no desespera de reducir a sistema lo que ha sucedido. Mal asunto si creemos que podremos echar la mano encima a los espectros conjurados por Eisenheim, porque, como él mismo dice, no pretendía sino entretenernos, y todo eran trucos. El cine  confiesa así (tanto aquí como en Total Recall) su auténtica vocación de máquina de sueños, sean cuales sean los ingredientes de conflicto moral o intriga política que se hayan utilizado. Todo queda supeditado a esa inmersión mágica en una realidad alternativa, con un poder inesperado para hacernos replantearnos las fronteras que separan lo sólido existente de lo creído o imaginado. Y esa es su función ideológica más seria.

Al final el inspector Uhl acepta la superioridad del mago, al descubrir que ha sido víctima del truco más gigantesco, el truco escrito en letras tan grandes que no nos fijábamos en ellas mientras intentábamos descifrar los trucos puntuales en letra pequeña. También en esta película flojea la realidad, cede el suelo, y con una reinterpretación súbita nos damos cuenta en el último minuto de lo que ha sucedido realmente… o casi nos damos cuenta, porque aún queda oculto (aunque proyectado en letras grandes a la pantalla) el mayor ilusionismo detrás del ilusionismo. Eisenheim, como el detective Dupin de Poe, encarna el punto de vista del narrador que ha diseñado la historia—si los lectores somos el inspector, al menos se espera de nosotros que seamos capaces de apreciar los trucos del mago, y su perspicacia al saber que puede realizarlos ante nuestras narices con plena libertad, porque estamos deseando verlos. Para eso hemos ido al cine.
Caché

 

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Un par de cosas sobre INFERNO

Me refiero a la película "de Tom Hanks" basada en la novela de Dan Brown. Aquí trailer etc.:






Bien, la novela ya la reseñé en su momento (ver abajo). Aquí no quiero reseñar la película (que es "película de Dan Brown") y en esa medida no muy interesante, sino sólo observar un par de cosas al respecto.

- Una, la transformación del argumento y consiguientemente de algunos personajes. Principalmente, el genio maléfico Zobrist es aquí más nazi y malvado, pues pretende realmente crear una enorme mortandad pandémica en la especie humana—algo que en el libro era sólo un argumento de distracción y una suposición equivocada. Allí Zobrist extendía una plaga que alteraba el genoma de la especie humana de manera que sólo una parte aleatoria de la especie fuese fértil (o sea, una esterilización al azar de la futura población) con el fin de impedir el colapso de la civilización y del ecosistema, y el apocalipsis infernal de la superpoblación.  No era un genio maléfico, sino ambiguamente benéfico, pues los peligros de la Sexta Extinción se presentaban como vívidos y reales. Aquí están en boca de Zobrist esos peligros, en sus conferencias y demás, pero la película los presenta como parte del razonamiento de un fanático genocida—no muy fiables que digamos. (Bueno, paso por alto la psicología inconsistente de la protagonista Siena y el argumento rocambolesco, un mero truco barato a lo Dan Brown para tener al espectador entretenido y distraído). Pero digamos que la novela sí se inspiraba (remotamente si se quiere) en un problema presentado como real y acuciante. Aquí el problema o no existe, o se traspapela, pues al evitar la matanza de Zobrist, que tampoco era, digamos, un remedio, el problema diagnosticado por él sigue intacto. Y la película no propone otra solución que perderlo de vista.

Vamos, ejemplar... a su manera. Y sintomático. Quizá sea el elemento de realismo (involuntario, claro) más prominente en la película, pues eso es lo que venimos haciendo con la cuestión del crecimiento exponencial de la población humana—perderlo de vista y suponer que no supone problema. Sigamos creciendo, que para eso estamos en el Antropoceno, mientras nos dure. Al final de la película tenemos, sin embargo (no se sabe si a modo de la mano de Carrie saliendo de la tumba) una imagen final de la siniestra máscara mortuoria de Dante. La interpretación es libre.

- Otra cosa. En las conferencias apocalípticas de Zobrist se hace referencia a Bartlett y a su aritmética elemental del crecimiento la población y del agotamiento de los recursos; también en sus conversaciones de pareja terminal con Siena hablan de estar "un minuto antes de la medianoche." Que es donde estamos nosotros también—o estaremos bien pronto. Esto se refiere a una famosa conferencia de Albert A. Bartlett (de 2002) que puede oírse, en inglés, aquí. A mí me resultó tan interesante que me tomé la molestia de traducirla y transcribirla. Se titula ARITMÉTICA, POBLACIÓN Y ENERGÍA, y está aquí. No esperaba verla citada en una película tipo best-seller—vaya, que soy yo el traductor de esta cosa tan supuestamente central en la película, mira por dónde.

Pero bueno, no nos perdamos en vanidades, porque la aritmética sí es alarmante, si se molestan en oír el razonamiento; lástima que se escamotee la cuestión en la película, o se emplee como el argumento del malo. Así va Estados Unidos.... y eso con Obama. Porque como Trump no se pegue un trompazo en la cabeza y cambie de ideas, aún iremos a peor de aquí en adelante, vista su intención declarada  de desentenderse activa y militantemente de temas ecológicos y medioambientales.

Y aquí estaba mi reseña sobre Inferno el libro:


Inferno de Dan Brown: Solución imaginaria a problema real



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